El descanso estival se ha prolongado más de lo previsto inicialmente, y es que, aunque la música sea un alimento fundamental para el alma, no es menos cierto que hay que completar esa alimentación con otras cosas, que también resultan fundamentales para la buena salud del espíritu, por ejemplo, tiempo con los seres queridos y desconexión de la vida diaria, al menos durante un tiempo.
Llegados a este punto resulta inevitable el regreso a los quehaceres propios de la vida de uno, entre los que se incluye este pequeño espacio de música y reflexión. Para que el regreso sea llevadero, comenzaremos con un juego que, no por repetido deja de ser atrayente e interesante, al menos para mí y espero que también para vosotros. Intentaremos recuperar el tiempo perdido intensificando las publicaciones durante el resto de septiembre y, para ello, vamos a escuchar una serie de canciones que nos hablan de lugares que son reales, que existen realmente.
Este verano me compré una camiseta del grupo que suena en la entrada de hoy y, preguntado por mis hijas sobre canciones de este grupo, procedimos a realizar una búsqueda que fuera más allá de las más conocidas y, entre ellas, me decidí por esta escapada de Alabama.
Los expertos suelen calificar la música de Grateful dead como folk rock con un toque de psicodelia y con algunos elementos relacionados con el bluegrass, blues, country y jazz.
No sé qué os parece pero a mí me suenan francamente bien que, al fin y al cabo, es lo realmente importante.
La canción forma parte del disco "Go to heaven" , donde espero que os lleve al escucharla y la disfrutéis, al igual que todas vuestras escapadas que espero sean voluntarias y satisfactorias.
¡Salud y sed tod@s bienvenid@s de nuevo!
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