sábado, 30 de mayo de 2020

Reach out i'll be there - Four Tops






 Los camaradas 

Uno no tiene nada más que contar
y eso
es todo lo que el otro necesita saber.

Han aprendido
que no hay nada más dulce que la sal de las lágrimas
de aquel que llora sobre tus heridas.

Saben que mentir hace que la verdad nos duela;
que el modo más humano de buscar calor
es abrazarse a otro que también tiene frío.

Saben que las mejores compañías
son las que han aprendido a dejarnos solos;
que hay distancias
que no puede salvar el hecho de estar juntos.

Si alguna vez discuten, no olvidan que el silencio
siempre es mejor que aquello que no quieres decir;
que quien cierra la mano ahoga su destino
y el que abre una puerta
detiene al que la quiere derribar.

Saben prestarse ayuda,
darse sombra uno al otro cuando la vida quema.
se respaldan,
se cuidan,
se defienden…
y lo mismo que toda sed es una metáfora
del desierto
sus vidas son iguales
al azar y los dados,
el odio y las fronteras
o el tiempo y el olvido:
son lo que no se puede separar.

Saben que al encontrarse se detuvo el pasado,
lo mismo que a las doce de la noche
dejas de decir hoy para decir ayer.

Saben que lo que une a dos personas
no es lo que comparten,
sino eso
por lo que luchan juntos todavía.

Son ellos. Son así: los camaradas

Benjamín Prado (Madrid, 1961) 


miércoles, 27 de mayo de 2020

Candle in the wind - Elton John



Oración por Marilyn Monroe

Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe,
aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa

sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.
Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Times)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...

Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo —de mármol y oro— es el templo de su cuerpo
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.
Señor
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.
Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escena
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.

Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.

Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores
¡y se apagan los reflectores!
Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta
porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río
la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.
La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue
como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan solo la voz de un disco que le dice: WRONG NUMBER
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.

Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
¡contesta Tú al teléfono!


Ernesto Cardenal (Nicaragua, 1925-2020)


domingo, 24 de mayo de 2020

La leyenda del tiempo - Camarón de la Isla





La leyenda del tiempo


El sueño va sobre el tiempo
flotando como un velero.
Nadie puede abrir semillas
en el corazón del sueño.

¡Ay, cómo canta el alba, cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!

El tiempo va sobre el sueño
hundido hasta los cabellos.
Ayer y mañana comen
oscuras flores de duelo.

¡Ay, cómo canta la noche, cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!

Sobre la misma columna,
abrazados sueño y tiempo,
cruza el gemido del niño,
la lengua rota del viejo.

¡Ay, cómo canta el alba, cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!

Y si el sueño finge muros
en la llanura del tiempo,
el tiempo le hace creer
que nace en aquel momento.

¡Ay, cómo canta la noche, cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!


Federico García Lorca (Así que pasen cinco años, 1933)


Recientemente se hizo viral en redes sociales, un fragmento de un capítulo de la serie de TVE, "El Ministerio del Tiempo". En él, Federico García Lorca, viajaba en el tiempo hasta la Granada de 1979 y asistía a una actuación de José Monje Cruz en la que interpretaba el tema que suena hoy en el blog musicando un poema del genio granadino.

Federico se sorprende muy agradablemente al escuchar su poema en la voz de Camarón de la Isla y reflexiona en voz alta deduciendo que si España se acuerda de él, tantos años después, es que no ganaron ellos sino que venció él.

La secuencia generó controversia y alrededor de ella surgieron, fundamentalmente, dos corrientes. Una que defiende que no, que no ganó Federico, que los que vencieron fueron los ancestros de los que hoy se echan a la calle aporreando sus cacerolas repletas de odio; y otra que defiende que, a pesar de todo, el nombre de Federico no fué borrado de la historia y su poesía sigue hoy más viva que nunca.

Yo me uno a esta segunda teoría que me parece más romántica y menos tenebrosa que la primera. A pesar de que Federico fue fusilado por los fachas y enterrado, como muchos otros, en alguna cuneta de un desconocido lugar del campo granadino, lo cierto es que su poesía le sobrevivió y simboliza el espíritu de todos los que dieron su vida en defensa de la libertad. Cierto es que perdieron la guerra y que, desgraciadamente, este pais nunca ha sido muy partidario de que se hiciera justicia con ellos, siempre en nombre de una supuesta reconciliación que a la postre no fue más que una claudicación para poder seguir adelante.

Esperemos que alguna vez podamos encontrar los restos de Federico y de todos los que aún reposan en fosas escondidas. Su memoria será honrada algún día, mientras tanto debemos recordarlos siempre, de esa forma nunca morirán. Ellos y Federico vivirán para siempre y su lucha no será en vano.

¡Salud y libertad!¡Muera el fascismo!


jueves, 21 de mayo de 2020

Rose of Cimarron - Poco





Es curioso como la realidad que nos toca vivir en cada momento, e influida en gran medida por los medios de comunicación, nos impone un vocabulario que nos hace utilizar palabras que hasta ayer ni siquiera teníamos claro su significado, incluso alguna de ellas ni figura en el diccionario. Sin embargo, hoy las usamos en cualquier conversación normal que tengamos en nuestro día a día. 

El virus Covid-19 y toda la lucha contra él han “puesto de moda” un glosario bastante particular. 

Vamos a repasar algunos y, como forma de intentar escapar de esta realidad, vamos a ofrecer algunas alternativas o simplemente retorcer un poco alguno de estos términos.No están todos pero sí una buena parte de ellos.

La cuarentena ha ayudado a controlar la expansión del virus, aunque yo prefiero aquella vecina cuarentona y voluptuosa que, con sus curvas apenas intuidas, expandía la imaginación, y otras cosas, en mis sueños adolescentes. 

Está bien aplanar la curva y frenar el contagio, pero la única curva que me interesa aplanar es la curva de tus labios con un beso que contagie nuestros cuerpos de amor y deseo. 

El distanciamiento social como medida de prevención es necesario, pero quiero poder abrazar a mis amigos mientras tomamos unas cervezas y, sobre todo, que ese distanciamiento no evite que veamos al que lo está pasando mal y podamos, en la medida de nuestras posibilidades, luchar por la justicia social. 

Que todos los sanitarios y los que lo necesiten tengan EPI proporcionados por las autoridades, aunque yo siempre preferí a BLAS, con su malhumor y su fiesta. 

Hemos de ir con mascarillas pero que eso no nos impidan desenmascarar a los de siempre, a los que buscan sacar provecho de cualquier situación a costa de la miseria de los más desfavorecidos. 

Desescalada, ¿qué es desescalar? Si escalar es subir entonces, ¿desescalar es bajar?. Por tanto, si beber es ingerir líquidos, ¿desbeber es mear? 

Que consigamos inmunidad de grupo, de rebaño la llaman algunos, es importante para volver a nuestras vidas, pero es más importante acabar con la impunidad de ciertas élites que encima pretenden darnos lecciones de democracia y libertad, cuando lo único que buscan es mantener sus privilegios. 

Por último, los ERTE, como recurso para evitar males mayores, están bien, pero yo prefiero verte y tenerte cerca o el arte de besarte, abrazarte y amarte, pero lo que de verdad no quiero es verte irte.

A la corona, como un virus la siento,
su vacuna se fabrica con solidaridad,
igualdad y justicia, feliz sentimiento,
república se llama, en paz y libertad.

Que no quiero pandemias que arrasen el mundo
no quiero confinamiento que nuble mi razón
quiero estar confitado con zumo de tus besos,
que tus ojos y tu cuerpo pandemien mi corazón.


lunes, 18 de mayo de 2020

Living in a ghost town - The Rolling Stones




Las calles vacías

Un gong se ha oído en todo el mundo.
Un silencio se ha oído en todo el mundo.
A las calles vacías,
la multitud se asoma por detrás
de los cristales empañados.
Se detiene el reloj y el tiempo sigue
girando en torno de sí mismo.
Gira y gira el vacío
de los campos y los mares, gira
sobre las cordilleras, sobre las aldeas
y las ciudades, gira
sobre los cementerios.
Grita la humanidad y no se oye
porque grita hacia dentro.
Como en la extraña calma de una madrugada
de domingo, desde
cada balcón, por las paredes,
se descuelga la soledad.
El frío se derrama
por la calzada, bosquejada por
De Chirico, y en el cuarto piso
de aquella casa están cerradas las ventanas.
Algo desconocido e invisible,
un soplo de la nada, un vago
presentimiento, pasa por las calles vacías, y al azar,
se detiene delante
de alguna puerta.

Rafael Guillén (Granada, 1933)


viernes, 15 de mayo de 2020

Psycho killer - Talking Heads




...


Bonito perro. - Sonrío y me agacho. 

Se llama Richard. - El hombre mira fijamente al perro, luego vuelve a mirarme como pidiendo disculpas, y noto que se siente halagado, no solo porque me haya fijado en su perro, sino porque me he detenido a hablar con él, y juro que el jodido hijoputa se ha sonrojado y tiene el culo hecho agua dentro de sus horteras pantalones anchos de pana de, supongo, Ralph Lauren. 

Estupendo - le digo, y acaricio suavemente al perro, dejando el attaché en el suelo-. Es un sharpei, ¿verdad? 

No. Shar-pei - dice, ceceando, como nunca lo había oído pronunciar antes. 

¿Shar-pei? - trato de decir del mismo modo que él, sin dejar de acariciar la aterciopelada piel del cuello y lomo del perro 

No. - Se ríe, coqueteando-. Shar-pei. - Con acento en la última sílaba. 

Bueno, como sea - digo, estirándome y sonriendo juvenilmente-. 

Es un bonito animal. 

Muchas gracias - dice él, y añade, exasperado-: Cuesta una fortuna.

- ¿De verdad? ¿Por qué? -pregunto, volviendo a agacharme y acariciando el perro-. Hola, Richard. Hola, amiguete.

- No te lo vas a creer -dice-. Fíjate, las bolsas de alrededor de los ojos tiene que operárselas cada dos años, de modo que tenemos que ir hasta Key West, donde hay un único veterinario del que me fío en este mundo, y un cortecito, unos puntos y Richard puede volver a ver perfectamente, ¿verdad, guapo? -Asiente con la cabeza, mientras yo continúo pasando suavemente la mano por el lomo del animal. 

- Muy bien, digo. Tiene un aspecto estupendo. 

Hay una pausa durante la que yo miro al perro. Su dueño no deja de mirarme y luego, sin poder evitarlo, tiene que romper el silencio. 

- Oye -dice- la verdad es que me molesta preguntártelo. 

- Adelante, le animo. 

- Dios santo, es tan estúpido -admite, riéndose ahogadamente. 

Me echo a reír. 

- ¿Por qué? 

- ¿Eres modelo? -pregunta, dejando de reír-. Podría jurar que te he visto en una revista o algún sitio así. 

- No, no lo soy -digo, decidiendo no mentir-. Pero me encanta que me lo preguntes. 

- Bueno, pareces una estrella de cine. - Mueve una fina muñeca, luego añade-: No sé. –Y finalmente, cecea lo siguiente (lo juro por Dios) para sí mismo-: Déjalo, idiota, eres una auténtica vergüenza. 

Me agacho, como si fuera a coger el attaché, pero debido a que estoy en la sombra, no me ve sacar el cuchillo, el más afilado, con la hoja de sierra, mientas le pregunto cuánto le costó Richard, de modo natural pero con interés, sin siquiera levantar la vista para comprobar si hay más gente en la calle. Con un rápido movimiento, agarro al perro por el cuello y lo sujeto con el brazo izquierdo, empujándolo contra la farola mientras el animal trata de morderme los guantes, abriendo y cerrando sus fauces, pero como le tengo tan bien cogido por el cuello no puede ladrar y oigo que mi mano le rompe la traquea...

Fragmento de American Psycho de Bret Easton Ellis


martes, 12 de mayo de 2020

Chove en Santiago - Luar na lubre



Chove en Santiago

Chove en Santiago
meu doce amor.
Camelia branca do ar
brila entebrecida ô sol.

Chove en Santiago

na noite escura.
Herbas de prata e de sono
cobren a valeira lúa.

Olla a choiva pol-a rúa,
laio de pedra e cristal.
Olla no vento esvaído
soma e cinza do teu mar.

Soma e cinza do teu mar
Santiago, lonxe do sol.
Ãgoa da mañán anterga
trema no meu corazón.

[Traducción al español]

Llueve en Santiago
mi dulce amor
Camelia blanca del aire
brilla acariciando al Sol

Llueve en Santiago
en la noche oscura
Hierbas de plata y de sueño
cubren la luna vacía

Fíjate en la lluvia en la calle
lamento de piedra y cristal
Fíjate en el viento desvanecido
soma* y ceniza de tu mar.

Soma* y ceniza de tu mar.
Santiago, lejos del sol.
Agua de la mañana antigua
tiembla en mi corazón.


Federico García Lorca


Volveremos a Santiago
volveremos a mojarnos
volveremos a reirnos
volveremos a abrazarnos.

¡Saúde e choiva!

sábado, 9 de mayo de 2020

God - John Lennon




Dios hubiera dicho:

¡Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho!
Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.

¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, oscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa!
Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.

¡Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo!
El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.

Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito...
¡No me encontrarás en ningún libro!
Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?

Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te crítico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.

Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice... yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias... de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad?
¿Qué clase de dios puede hacer eso?

Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que solo crean culpa en ti.

Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.

Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.

Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.
Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.

No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.

Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó? ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?...

Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.

Deja de alabarme, ¿qué clase de Dios ególatra crees que soy?

Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?... ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.

Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí.

Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas.

¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?

No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro... ahí estoy, latiendo en ti.

            Baruch Spinoza (Amsterdam, 1632-La Haya,1677)

miércoles, 6 de mayo de 2020

Crossroads - Cream



El camino no elegido


Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
y apenado por no poder tomar los dos
siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
mirando uno de ellos tan lejos como pude,
hasta donde se perdía en la espesura; 


entonces tomé el otro, imparcialmente,
y habiendo tenido quizás la elección acertada,
pues era tupido y requería uso;
aunque en cuanto a lo que vi allí
hubiera elegido cualquiera de los dos.

Y ambos esa mañana yacían igualmente,
en medio de hojas que ningún caminante había ennegrecido
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.

Debo estar diciendo esto con un suspiro
de aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
yo tomé el menos transitado,
y eso hizo toda la diferencia.

Robert Frost (EEUU, 1874-1963)






domingo, 3 de mayo de 2020

Mama, i'm coming home - Ozzy Osbourne




Instrucciones a mis hijos

Jamás un conato de daros la vuelta
jamás una huida, por muchos que sean
jamás ningún miedo, y si acaso os diera,
jamás os lo noten, que no se den cuenta
jamás un “me rindo”, si no tenéis fuerzas
aunque fuese a gatas, llegad a la meta
que nadie os acuse… ¡miradme a la cara!
que nadie os acuse de dejar a medias un sueño imposible…
(Si es que los hubiera)
yo no los conozco,
y mira que llevo yo sueños a cuestas.


Jamás, y os lo digo como una sentencia, ¡miradme a la cara!
jamás en la vida paséis por el lado de cualquier persona sin una sonrisa
no hay nadie en el mundo que no la merezca
hacedle la vida más fácil, ¡miradme!
a cada ser vivo que habite la tierra
jamás se os olvide que en el mundo hay guerra
por pasar de largo sin gloria ni pena delante de un hombre
y no preguntarnos qué sueño le inquieta
qué historia le empuja,
qué pena lo envuelve,
qué miedo le para,
qué madre lo tuvo,
qué abrazo le falta,
qué rabia le ronda,
qué envidia lo apresa…

Jamás, y os lo digo faltándome fuerzas,
si el mundo se para,
os quedéis sentados viendo la manera de que otro lo empuje,
remangaos el alma,
sed palanca y rueda,
tirad de la vida vuestra y de quien sea,
que os falte camino,
perded la pelea contra los enanos
no sed los primeros,
que os ganen los hombres que no tienen piernas
no sabedlo todo,
dejad que contesten los que menos sepan,
las manos bien grandes,
las puertas abiertas,
anchos los abrazos, fuera las fronteras
hablad un idioma claro, que se entienda
si estrecháis la mano, hacedlo con fuerza
mirando a los ojos,
dejando una huella
prestad vuestra vida,
regaladla entera
que a nadie le falte ni una gota de ella

¡Cantad!
Que cantando la vida es más bella
y jamás, os hablo desde donde nazca

el último soplo de vida que tenga,
jamás una huida,
por muchos que sean…


Magdalena Sánchez Blesa


viernes, 1 de mayo de 2020

Factory - Bruce Springsteen




La balanza

Conozco bien este sistema.
La gente también lo ve hace mucho por fuera,
aunque su mecanismo todavía se ignora:
Hay algunos –pocos- que se encuentran
sentados en lo alto
mientras otros, en gran número, están abajo.
Los de la cima gritan: ¡Subid,
para que todo el mundo esté arriba!
Pero al mirar el asunto de cerca la gente ve
algo extraño; lo que parece un camino
en verdad es un tablón,
se ve nítidamente
que se trata de un columpio.
Todo el sistema es un juego de balancín
cuyos extremos dependen uno del otro.
Los de arriba sólo pueden estar allí
mientras los demás se encuentren abajo
y permanezcan ahí.
Porque si abandonasen su lugar
y comenzasen a subir,
los de arriba también tendrían que dejar su sitio.
Resulta pues fatal que estos deseen
que aquellos, por toda la eternidad,
se queden abajo, sin poder ascender.
Es necesario, además, que los de abajo sean
muy numerosos o el tablón vacilaría,
al tratarse de un columpio sube y baja.

Bertolt Brecht (Alemania, 1898-1956)