viernes, 31 de diciembre de 2021

The bug - Dire Straits




En 1991, Dire Straits publicaba su sexto album de estudio, y que resultaría ser el último, llamado "On every street". La canción que suena fue el último sencillo lanzado por la banda en su pais de origen, por lo que nos encontramos ante el final de una banda mítica y ante el principio de una leyenda.

Tiene una letra aparentemente simple pero cargada de metáfora al afirmar que, en la vida, a veces ganamos y somos el parabrisas y otras veces perdemos y nos convertimos en ese bicho que muere aplastado contra el cristal del coche.

Buscando información de este tema me encontré con una historia que no me resisto a intentar resumir. Arturo Pérez Reverte, en su etapa de corresponsal de Televisión Española, cubrió varios conflictos bélicos y en 1992 se encontraba en la guerra de los Balcanes. Todos los días enviaba sus crónicas intentando reflejar el horror de una vergonzosa guerra que se libraba en el corazón de Europa y, al mismo tiempo, evitando incluir imágenes demasiado explícitas sobre el conflicto.

El ahora miembro de la Real Academia Española de la Lengua, cuenta que un buen día, tanto él como sus compañeros cámaras y fotógrafos, asqueados por la situación y hartos de que nadie hiciera nada para parar aquella ignominiosa contienda, decidieron enviar una crónica que contenía aquellas imágenes que, por pudor o decoro, habían eliminado en anteriores reportajes. Por supuesto no fue emitida y diversas plataformas de internet censuraron el video por "infringir sus políticas sobre contenido violento o explícito".

Las imágenes iban acompañadas de este temazo de los sultanes del swing que, al parecer el propio Pérez Reverte seleccionó para tal fin dado que era una de las músicas que ponían, a todo volumen para no oir los disparos de los francotiradores, en sus deplazamientos a toda velocidad por las carreteras de la península balcánica,  para llegar a la televisión bosnia y retransmitir sus crónicas.

Desgraciadamente la historia de la humanidad sobre la Tierra ha estado marcada por innumerables conflictos y contiendas en los que, desgraciadamente, la mayoría resulta ser el bicho aplastado contra el cristal para que, unos pocos sean el parabrisas que resulta vencedor y, casi siempre, saca algún beneficio económico para oprobio y vergüenza de la raza humana.

Acualmente, libramos una batalla global contra ese otro bicho que desde hace casi dos años ha puesto patas arriba nuestra forma de vida y muchos de nuestros estándares y patrones. Esperemos que resulte ganadora la humanidad y, que esta palabra pase de designar a calificar al hombre en su conjunto.

¡Salud, no a las guerras y sí a la raza humana!

Os deseo, de corazón, un año normal, el más normal que os podáis imaginar.
 
¡Salud y república!

martes, 28 de diciembre de 2021

Long cool woman in a black dress - The Hollies




"¿Te acuerdas del delantal de la abuela?

La principal función del delantal de la abuela era proteger el vestido que estaba debajo. Pero además, servía como guante para retirar, sin quemarse, la sartén caliente del fuego.

Era una maravilla secando las lágrimas de los niños y, en ciertas ocasiones, limpiando sus caritas sucias. El delantal servía para transportar desde el gallinero los huevos y a veces, también los pollitos. Se utilizaba para recoger los frutos que caían de los árboles al terminar el verano. Cuando llegaban visitas, el delantal de la abuela servía de refugio a los niños tímidos y, cuando hacía frío, la abuela se envolvía los brazos en él.

Aquel viejo delantal, agitado sobre el fuego, oficiaba de fuelle. Y él era el que cargaba con las patatas y la leña hasta la cocina. Servía también de canasto para llevar las verduras desde la huerta. Cuando se acercaba la hora de comer, la abuela salía a la puerta y agitaba el delantal, y entonces los hombres que estaban en los campos comprendían de inmediato que el almuerzo estaba listo. La abuela también lo usaba para colocar en la ventana la torta recién sacada del horno, para que se enfriara.

Aunque quizás hoy en día ya no hay abuelas que tengan que proteger el vestido, dado que hoy hay muchos, y tenemos máquinas que los laven, los mangos de las sartenes ya no queman, las caritas de los niños las lavamos con toallitas húmedas, el fuego lo avivamos girando un mando y el polvo lo quitamos con bayetas ecológicas...En recuerdo de todas esas abuelas, yo tengo colgado en mi cocina un DELANTAL, que me recuerda a esas personas tan queridas y que tantas cosas fueron capaces de hacer con él con todo su cariño. 
Por ellas".

Desconozco el autor de este texto que encontré por internet pero me gustaría que fuera un homenaje a una generación de mujeres que, tras una vida dura de resistencia y lucha para sacar adelante a los suyos, forma parte del sector más castigado por la pandemia que nos asola desde hace casi dos años.

Vaya desde aquí mi agradecimiento y admiración a esas abuelas que, sin ser superhéroes, están dotadas  de superpoderes e hicieron de su delantal, su capa. Con su mirada llena de amor y sus manos plenas de ternura, nos hacían olvidar nuestras penas al ver su rostro sonriente, guardándose para sí las amarguras de una vida dedicada a los demás.

¡Salud y honor para esas grandiosas mujeres vestidas, generalmente, de negro!

viernes, 24 de diciembre de 2021

Christmas lights - Coldplay




Solsticio de invierno

En el cielo del amanecer brillaba con fuerza aquel insólito lucero que la gente común contemplaba con asombro, pero el capitán sabía que era uno de los satélites de comunicaciones que permitían a su ejército mantener la supremacía en aquella guerra interminable.

–Mi capitán –transmitió el cabo–. Aquí solo hay varios civiles refugiados, unos pastores que han perdido el rebaño por el impacto de un obús y una mujer a punto de dar a luz.

El capitán, desde la torreta del carro, observaba el establo con los prismáticos.

–Registradlo todo con cuidado.

–Mi capitán –transmitió otra vez el cabo–, también hay un perturbado, vestido con una túnica blanca, que dice que va a nacer un salvador y otras cosas raras.

–A ese me lo traéis bien sujeto.

–Mi capitán –añadió el cabo, con la voz alterada–, la mujer se ha puesto de parto.

–Bienvenido al infierno –murmuró el capitán, con lástima.

A la luz del alba, aparecieron en la loma cercana las figuras de tres camellos cargados de bultos y montados por jinetes de raras vestiduras, y el capitán los observaba acercarse, indeciso
.
–Abrid fuego –ordenó al fin–. No quiero sorpresas.

José María Merino (A Coruña, 1941)

 

Las desgracias provocadas por la codicia y el egoismo del ser humano no paran, aunque sea Navidad. 

Las luces que ponemos en las calles y las casas, en lugar de iluminar, nos ciegan y tapan aquello que no queremos ver.

En un día como hoy, dos luces brillan especialmente en mi pensamiento. La pequeña Claudia alcanza la mayoría de edad y un buen amigo celebraría hoy su cumpleaños.

A la pequeña Claudia la voy a llenar de besos y para tí, querido amigo, un abrazo eterno allá donde estés.

 ¡Feliz Navidad a todas las personas de bien!


miércoles, 22 de diciembre de 2021

Satisfied man - Molly Hatchet



Pobrezas


Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no tienen tiempo para perder el tiempo.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no tienen silencio ni pueden comprarlo.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar,
como las alas de las gallinas se han olvidado de volar.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que tienen el derecho de respirar mierda,
como si fuera aire, sin pagar nada por ella.

Pobres,
lo que se dice pobres
son los que no tienen más libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que viven dramas pasionales con las máquinas.


Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que son siempre muchos y están siempre solos.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no saben que son pobres.

                           Eduardo Galeano 
(Montevideo, 1940-2015)

domingo, 19 de diciembre de 2021

Mueve tus caderas - Burning





Canción para una discoteca

No tenemos fe
al otro lado de esta vida
sólo espera el rock and roll
lo dice la calavera que hay entre mis manos
baila, baila el rock and roll
para el rock el tiempo y la vida son una miseria
el alcohol y el haschisch no dicen nada de la vida
sexo, drogas y rock and roll
el sol no brilla por el hombre,
lo mismo que el sexo y las drogas;
la muerte es la cuna del rock and roll.
Baila hasta que la muerte te llame
y diga suavemente entra
entra en el reino del rock and roll.

Leopoldo María Panero


miércoles, 15 de diciembre de 2021

The heart that never waits - Joe Bonamassa




El arte no va a transformar de inmediato la sociedad. Ni va a evitar que los niños pasen hambre, en ese sentido es inútil.

El arte sirve otra función, de tipo espiritual. Abre las mentes y los corazones de las personas a las vastas posibilidades de  la vida humana.

Hablando de las artes narrativas, la literatura, el teatro, la novela, el cine, nos conectan con otros seres humanos. Pueden crear cambios espirituales en nosotros.

El arte siempre estará. No puedes evitar que la gente haga arte porque es una necesidad humana. Necesitamos hacer poemas, cantar, pintar cuadros...

Imagina el mundo sin eso, sin música o libros, o danza...es eterno, es una necesidad, es como la comida, una comida espiritual.

Si no tenemos arte, moriremos espiritualmente.

Paul Auster (Nueva Jersey, 1947)

sábado, 11 de diciembre de 2021

In my dreams - Emmylou Harris


“En ese estado de lucidez alucinada, no solo vieron las imágenes de sus sueños, algunos vieron las imágenes soñadas por otros. Eso es de Gabriel García Márquez en Cien años de soledad. Parece que hay precedentes de este intercambio de sueños. Quiero decir, ¿será así ahí fuera? ¿Quizás soñemos constantemente los sueños de otros? ¿No será que el mundo del subconsciente es realmente colectivo? ¿No son tus miedos mis miedos? ¿No son tus deseos mis deseos? ¿No bebemos todos de la misma copa humana?

Esto es lo que Carl Jung decía al respecto: «Toda conciencia separa, pero en los sueños tomamos la apariencia de un hombre más universal y verdadero y eterno que habita en la oscuridad de la noche primitiva. Allí él sigue siendo eterno y lo eterno está dentro de él, indistinto de la naturaleza y carente de todo ego. De estas profundidades que todo lo une, emerge el sueño, sea infantil, grotesco o inmoral».”

Chris Stevens (Chris por la mañana en la KBHR)

martes, 7 de diciembre de 2021

Livin' on a prayer - Bon Jovi




"Mientras no poseí más que mi catre y mis libros, fui feliz. Ahora poseo nueve gallinas y un gallo, y mi alma está perturbada. La propiedad me ha hecho cruel.

Siempre que compraba una gallina la ataba dos días a un árbol, para imponerle mi domicilio, destruyendo en su memoria frágil el amor a su antigua residencia. Remendé el cerco de mi patio, con el fin de evitar la evasión de mis aves, y la invasión de zorros de cuatro y dos pies. Me aislé, fortifiqué la frontera, tracé una línea diabólica entre mi prójimo y yo. Dividí la humanidad en dos categorías; yo, dueño de mis gallinas, y los demás que podían quitármelas. Definí el delito. El mundo se llenó para mí de presuntos ladrones, y por primera vez lancé del otro lado del cerco una mirada hostil.

Mi gallo era demasiado joven. El gallo del vecino saltó el cerco y se puso a hacer la corte a mis gallinas y a amargar la existencia de mi gallo. Despedí a pedradas al intruso, pero saltaban el cerco y aovaron en la casa del vecino. Reclamé los huevos y mi vecino me aborreció. Desde entonces vi su cara sobre el cerco, su mirada inquisidora y hostil, idéntica a la mía. Sus pollos pasaban el cerco, y devoraban el maíz mojado que consagraba a los míos. Los pollos ajenos me parecieron criminales. Los perseguí, y cegado por la rabia maté a uno. El vecino atribuyó una importancia enorme al atentado. No quiso aceptar una indemnización pecuniaria. Retiró gravemente el cadáver de su pollo, y en lugar de comérselo, se lo mostró a sus amigos, con lo cual empezó a circular por el pueblo la leyenda de mi brutalidad imperialista. Tuve que reforzar el cerco, aumentar la vigilancia, elevar, en una palabra, mi presupuesto de guerra. El vecino dispone de un perro decidido a todo; yo pienso adquirir un revólver.

¿Dónde está mi vieja tranquilidad? Estoy envenenado por la desconfianza y por el odio. El espíritu del mal se ha apoderado de mí.

Antes era un hombre.

Ahora soy un propietario".

"Gallinas" de Rafael Barrett (Torrelavega, 1876-Francia, 1910)

viernes, 3 de diciembre de 2021

Love of my life - Queen




Confesiones

Yo te estaba esperando.
Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,
de la letra sin pulso y el verano
de mi primera carta,
por los pasillos lentos y el examen,
a través de los libros, de las tardes de fútbol,
de la flor que no quiso convertirse en almohada,
más allá del muchacho obligado a la luna,
por debajo de todo lo que amé,
yo te estaba esperando.

Yo te estoy esperando.

Por detrás de las noches y las calles,
de las hojas pisadas
y de las obras públicas
y de los comentarios de la gente,
por encima de todo lo que soy,
de algunos restaurantes a los que ya no vamos,
con más prisa que el tiempo que me huye,
más cerca de la luz y de la tierra,
yo te estoy esperando.

Y seguiré esperando.

Como los amarillos del otoño,
todavía palabra de amor ante el silencio,
cuando la piel se apague,
cuando el amor se abrace con la muerte
y se pongan más serias nuestras fotografías,
sobre el acantilado del recuerdo,
después que mi memoria se convierta en arena,
por detrás de la última mentira,
yo seguiré esperando.

                  Luis García Montero


María Almudena Grandes Hernández in memoriam