sábado, 29 de mayo de 2021

Live and let die - The Wings




Acaba el mes de mayo y vamos a hablar de una historia que tengo pendiente desde hace mucho tiempo, concretamente desde junio de 2016 cuando sonaron The Wings en el blog.

Antes de esa fecha no había oído hablar de la historia que nos ocupa que podría resumirse con la frase Paul is dead.

Corría noviembre de 1966 y The Beatles estaban en pleno proceso de grabación en los estudios Abbey Road y, como casi siempre, no se ponían de acuerdo y las discusiones eran bastante frecuentes. La noche del 9 de noviembre Paul McCartney abandonaba los estudios, tras una fuerte discusión y se perdía por las calles de Londres a lomos de su Aston Martin.

A las 5 de la madrugada recogió a una joven que caminaba empapada por la lluvia y que se subió al coche sin reconocer en un principio a su benefactor. Cuando al fin le reconoció entró en una histeria propia de los fans de la época, y se puso a abrazar a nuestro hombre que, lógicamente, perdió el control del coche que terminó empotrándose contra un muro y comenzó a arder tras una fuerte explosión. El bajista de los Beatles, Paul McCartney, había muerto.

El mánager de los 4 de Liverpool, Brian Epstein, se encargó de que la noticia no llegara a los medios comprando todos los periódicos y pagando para que fueran destruidos y sobornando a la policía para que silenciaran el asunto. The Beatles se encontraban en la cima de sus carreras y no se podían permitir que todo se fuera al traste.

Casi inmediatamente, Brian organizó una especie de casting para encontrar al sustituto y lo terminó encontrando entre las filas de la policía de Ontario en Canadá. William Campbell, guardaba un extraordinario parecido con Paul y tras someterse a algunos retoques a base de cirugía terminó ocupando el lugar del desaparecido bajista. Como nada puede ser perfecto, nuestro policía  tocaba el bajo pero era diestro por lo que se decidió que en las grabaciones de estudio tocaría él pero en los videos y conciertos debería simular que tocaba con la siniestra.

Hasta aquí la historia de lo que se supone que pasó aquel fatídico día de hace casi 55 años. A partir de aquí comienza la leyenda y comienzan a encontrarse tanto en las portadas de los discos posteriores a la funesta madrugada como en las letras de numerosas canciones de nuestros protagonistas, lo que se supone que son pistas que los tres supervivientes del cuarteto van dejando sobre la muerte y "resurrección" del beatle zurdo (una búsqueda por internet os permitirá encontrar cientos, tal vez miles, de estas pistas, unas más descabelladas que otras).

Como toda fábula, no tiene visos de verdad pero siempre habrá alguien que esté dispuesto a pensar que, a la vista de las cuantiosas pistas, coincidencias o curiosidades, todo puede ser posible, más aún si tenemos en cuenta que la leyenda versa  sobre un auténtico mito e icono de la historia de la música rock.

La canción que suena en el blog fue candidata al Oscar a la mejor canción al formar parte de la película del agente 007 del mismo título de 1973. Aunque el tema había sido compuesto por Paul, un domingo de 1972 tras haber leído la novela de Ian Fleming el día anterior, no llegó a ser publicada en ningún disco de la banda que formó Paul, o quien quiera que sea, tras la disolución del cuarteto de Liverpool. En 1978 se incluyó en un disco de Grandes Éxitos.

¡Salud, vivid como queráis y dejad que cada uno viva y muera como quiera!


martes, 25 de mayo de 2021

Todo tiene su fin - Los Módulos





Esquina del adiós

Para decirse adiós cualquier esquina es buena,
una esquina del tiempo o del aire o de la vida.
En el adiós complotan los trenes y pañuelos
y el desusado llanto…
Cualquier esquina es buena
para romper el hilo, para clavar la ausencia.
Te estrecharé la mano
sin pañuelos ni llanto y sin rumor de trenes,
solamente tu cara, tu sonrisa y el sol.
Ya luego vendrá el tiempo con la angustia del llanto
y los ojos crispados en recuerdos viajeros;
pero ahora, tranquilos,
cualquier esquina es buena para decirse adiós".

                          Rafael Bernal (México, 1915 - Suiza, 1972)


La canción más emblemática de uno de los primeros grupos españoles de rock progresivo y sinfónico. Incluido en su álbum de debut "Realidad" publicado en 1970, se convirtió en una de las grandes baladas del rock español.

Con este tema alcanzaron las más altas cotas de popularidad y, aunque no consiguieron repetir el éxito de público con sus discos posteriores, entraron por la puerta grande y con todo merecimiento en la historia de la música rock de este país.

En 1992, los cordobeses Medina Azahara, publicaron una versión del tema que volvió a ser un gran éxito y se convertiría en una de las canciones más representativas del grupo de rock andaluz.

Si queréis escuchar su versión podéis hacerlo aquí.

¡Salud y que todos vuestros adioses os permitan seguir adelante!

viernes, 21 de mayo de 2021

Bandera blanca - Franco Battiato





Ellos tienen códigos y decretos

Ellos tienen códigos y decretos,
tienen prisiones y fortalezas
(¡sin contar sus reformatorios!),
tienen carceleros y jueces
que hacen lo que les mandan por treinta dineros.

Sí, ¿Y para qué?
Acaso piensan que nosotros, como ellos,
seremos destruidos?
Su fin está cercano, y se darán cuenta
de que nada podrá ayudarlos.

Tienen periódicos e imprentas
para combatirnos y enmudecernos
(¡sin contar sus gobernantes!).
Tienen profesores y sacerdotes
que hacen lo que se les ordena por treinta monedas.

Sí, ¿y para qué?
¿Será que tienen miedo a la verdad?
Su fin llegará pronto, y notarán
que nada podrá ayudarlos.

Ellos tienen tanques y cañones,
granadas y ametralladoras
(¡sin contar sus cuarteles!).
Tienen policía y soldados,
que por poco dinero están prestos a todo.

Sí, ¿Y para qué?
¿Es que tan poderosos somos sus enemigos?
Ellos piensan que pueden detener
su propio hundimiento, impedirlo.

Pero un día, y será cercano,
verán que nada podrá ayudarlos
y de nuevo, bien alto, gritarán: ¡Deteneos!

Pero ya, ni el dinero ni los cañones
podrán salvarlos.

Bertolt Brecht (Alemania, 1898-1956)

lunes, 17 de mayo de 2021

Happiness - Wilco




Ley de gravedad

La felicidad cuelga de un clavo invisible
hundido en la pared del aire, débil
flojo, la felicidad pesa cien mil toneladas
y el clavo dos o tres gramos, la alegría
es de plomo puro, se transforma en oro
y tiende a caer hasta el centro
de la Tierra con toda su masa
de luz, el clavito la sujeta
la cuelga de una nube, la toma
de la mano y le hace cosquillas.
Es un sistema inestable, si,
en peligro de derrumbe
de hecatombe, de desastre
fiero, terrible, sí.
Pero mientras tanto
que nos quiten lo bailado.
Aguante el clavo.

Rafael Courtoisie (Montevideo, 1958)
 

jueves, 13 de mayo de 2021

Let me entertain you - Robbie Williams




En un par de ocasiones hemos hablado en el blog del índice FGI que cuantifica, de alguna manera, el impacto que provoca en nuestro organismo y nuestro ánimo una determinada canción. Todo ello según un estudio de la Universidad de Groningen en Holanda, que establece el top ten de las canciones que nos hacen sentir mejor.

De esas 10 canciones que componen la mencionada lista, han sonado 7 en el blog y el resto sonarán en un futuro casi con total seguridad. Me gustaría destacar que cinco de ellas ya habían pasado por el blog antes de saber de la existencia de dicho estudio.

Además de ese top ten, el estudio establece la música que lidera cada década, aplicando la fórmula diseñada por el doctor Jacob Jolij de la mencionada Universidad.

La canción que mejor nos hace sentir de la década de los 90 del pasado siglo es el tema que suena hoy en el blog, y que forma parte del primer disco en solitario del músico británico Robbie Williams tras su salida de Take That.

El propio Robbie describe la canción como un "himno de fiesta"  y confiesa que se inspiró en Rock and Roll Circus de los Roling Stones pues la compuso tras ver el concierto de sus Satánicas Majestades de 1968 y que fué publicado en 1996.

Francamente me parece un temazo que te hace venirte arriba, supongo que por ello es el tema que suele abrir los conciertos de la estrella británica y, supongo que por el mismo motivo, cierra, cada noche, el late night de Movistar + interpretado por la fantástica banda del programa de Andreu Buenafuente (me parece una versión espectacular de Litus y sus compañeros).

Sólo espero que os guste y os haga sentiros  bien al menos durante un ratito, deseando que muy pronto podamos volver a disfrutar de la música en directo.

¡Salud y música, siempre!


domingo, 9 de mayo de 2021

I've got a rock n' roll heart - Eric Clapton





SEGUIMOS VIVOS

El mundo se derrumba,
ya lo dijo Ilsa.

Sus límites hace tiempo que dejaron de ser unión
para convertirse en frontera,
el cielo perdió su azul
y la violencia llena ahora de gris la mirada
de quien osa mirar hacia arriba,
los golpes vienen de tantas direcciones
que el dolor ya casi no sorprende,
quienes se autoproclaman defensores del país
lo destruyen con cada palabra
—malditos aquellos que usan la palabra para engañar—.

Pero también es cierto
que millones de voces unidas
cantando lo mismo
suenan mejor que una mentira,
que una sonrisa de alguien a quien le han robado todo
vale mucho más que un billete en primera clase,
que no hay nada más poderoso
y bonito
que dos manos unidas en un terremoto.

Porque seguimos vivos,
de pie y todos juntos,
y eso les escuece.
Porque mientras ellos asesinan
surgen héroes que se atreven a plantarles cara
pese a que ellos les reciban con la mano abierta.
Pero la verdad es que tienen miedo
porque cuanto más aprietan la soga
menos manos les quedan para ahogarnos,
y llegará el día en el que se queden sin cuerda
y no tendrán quien les salve.

Que tiene más vida
el alma de quien no tiene nada
porque se lo han quitado
que el alma de quien tiene todo
porque lo ha robado.
Y al final de eso se trata,
de estar vivo.

Porque el mundo se derrumba
pero nosotros nos enamoramos.

               Elvira Sastre (Segovia, 1992)

miércoles, 5 de mayo de 2021

A galopar - Sínkope



A galopar - Niños mutantes



La paradoja de la tolerancia:

La tolerancia ilimitada debe conducir a la desaparición de la tolerancia. Si extendemos la tolerancia ilimitada aun a aquellos que son intolerantes; si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto con ellos, de la tolerancia. Con este planteamiento no queremos, significar, por ejemplo, que siempre debamos impedir la expresión de concepciones filosóficas intolerantes; mientras podamos contrarrestarlas mediante argumentos racionales y mantenerlas en jaque ante la opinión pública, su prohibición seria, por cierto, poco prudente. Pero debemos reclamar el derecho de prohibirlas, si es necesario por la fuerza, pues bien puede suceder que no estén destinadas a imponérsenos en el plano de los argumentos racionales, acusándolos de engañosos, y que les enseñen a responder a los argumentos mediante el uso de los puños o las armas deberemos reclamar entonces, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes. Deberemos exigir que todo movimiento que predique la intolerancia quede al margen de la ley y que se considere criminal cualquier incitación a la intolerancia y a la persecución, de la misma manera que en el caso de la incitación al homicidio, al secuestro o al tráfico de esclavos.

Karl Popper ("La sociedad abierta y sus enemigos", 1945)


¿Qué pensáis vosotros? ¿Hay que ser tolerantes incluso con los intolerantes? Yo creo que es un error y, cuando seamos conscientes de ello, será demasiado tarde, igual ya es demasiado tarde.

Para ayudaros en la reflexión suena un himno de la lucha antifranquista, renovado y remozado y pasado por el filtro del indie y el rock que, desgraciadamente, sigue de actualidad. Si queréis escuchar el original podéis hacerlo aquí (la del final del concierto, que emociona más).

¡Salud y, hoy más que nunca, a galopar, a galopar hasta enterrarlos en el mar!

domingo, 2 de mayo de 2021

Mother dear - The Divine Comedy




MATER AMÁBILIS

Mi madre no recuerda el nombre de su madre.
Ha olvidado el camino de regreso a la vida,
no sabe usar el peine, ni la cuchara,
se pone, casi siempre, la chaqueta al revés
y revuelve cajones en su memoria,
pero siempre sonríe al escuchar mi nombre.
Mi madre no recuerda si tuvo algún amante,
si ha viajado muy lejos, si ha perdido algún tren,
dónde están sus anillos, si alguna vez fue guapa,
que le gustaba tanto el Chinchón y el café,
que las letras unidas tienen significado
y que el perro que amaba nos dejó ya hace un mes.
Mi madre me recuerda, sin amargura,
lo que yo he olvidado tan tontamente,
la oración de su abuela que me dormía
las canciones de cuna que me cantaba,
y unas romanzas moras que, en letanía,
desgrana mirando por la ventana.
Mi madre y yo sujetamos recuerdos olvidados
como podemos, a veces con dolor,
otras con risas, siempre con esperanza.

Begoña Abad de la Parte (Burgos, 1952)