En la entrada de hoy, nos ponemos en plan Carrefour y hacemos un 2x1. Sin dejar el entretenimiento de postear canciones que hagan referencia a sitios reales, nos damos un paseo por Memphis de la mano de Cherilyn Sarkisian y de Marc Cohn.
El tema es original del compositor nacido en Cleveland y lo compuso en 1985 aunque no se publicaría hasta 1991 y supondría el debut musical de Cohn.
Para intentar superar un bloqueo que sufría como compositor, y tras leer una entrevista a James Taylor, decidió realizar un viaje a un lugar en el que no había estado nunca y que ansiaba visitar. El lugar era la ciudad conocida mundialmente como la ciudad de Elvis en el estado de Tennessee.
Marc ha declarado en alguna ocasión que aquel viaje a Memphis supuso algo más en su carrera, una especie de viaje espiritual a las raíces de la música que le gustaba y del que volvió transformado en un hombre distinto.
Un amigo le dijo que había dos cosas que no podía dejar de hacer en esa ciudad, una era visitar la iglesia donde el reverendo Al Green lanzaba sus prédicas (Cohn confesó que un escalofrío recorrió todo su cuerpo escuchando la voz y la música de aquel tipo). La otra cosa que debía hacer era acudir al Hollywood Café en Robinsonville donde la maestra jubilada Muriel Davis Wilkins actuaba cada viernes noche. Cohn acudió a ver a Muriel y quedó fascinado. En los descansos entabló conversación con ella y acabó subido al escenario compartiendo algunos temas de gospel. La última canción que interpretaron juntos esa noche fue Amazing Grace y Marc se sintió tan cercano a Muriel como si esta fuera su madre (esta había fallecido cuando él apenas contaba con 3 años de edad).
Tras este viaje compuso la que sigue siendo a día de hoy su gran canción. La artista que nos acompaña en nuestro viaje realizó en 1995 una versión del tema que alcanzó bastante éxito aunque no lograra igualar el conseguido por el original del autor nacido en Ohio.
Suenan ambas hoy en el blog y espero que las disfrutéis y, si queréis, decidáis cuál es la que más os gusta... o no.
¡Salud y que la música os transporte a lugares agradables y deseados!