sábado, 31 de agosto de 2019

Ticket to the moon - Electric Light Orchestra


Idilio eterno

Ruge el mar, y se encrespa y se agiganta;
la luna, ave de luz, prepara el vuelo
y en el momento en que la faz levanta,
da un beso al mar, y se remonta al cielo.

Y aquel monstruo indomable, que respira
tempestades, y sube y baja y crece,
al sentir aquel ósculo, suspira…
¡y en su cárcel de rocas… se estremece!

Hace siglos de siglos, que, de lejos,
tiemblan de amor en noches estivales;
ella le da sus límpidos reflejos,
él le ofrece sus perlas y corales.



Con orgullo se expresan sus amores
estos viejos amantes afligidos:
ella le dice “¡te amo!” en sus fulgores,
y él prorrumpe “¡te adoro!” en sus rugidos.

Ella lo duerme con su lumbre pura,
y el mar la arrulla con su eterno grito
y le cuenta su afán y su amargura
con una voz que truena en lo infinito.

Ella, pálida y triste, lo oye y sube,
le habla de amor en su celeste idioma,
y, velando la faz tras de la nube,
le oculta el duelo que a su frente asoma.

Comprende que su amor es imposible,
que el mar la copia en su convulso seno,
y se contempla en el cristal movible
del monstruo azul, donde retumba el trueno.

Y, al descender tras de la sierra fría,
le grita el mar: “¡En tu fulgor me abraso!
¡no desciendas tan pronto, estrella mía!
¡estrella de mi amor, detén el paso!

¡Un instante mitiga mi amargura,
ya que en tu lumbre sideral me bañas!
¡no te alejes!… ¿no ves tu imagen pura,
brillar en el azul de mis entrañas?”

Y ella exclama, en su loco desvarío:
“¡Por doquiera la muerte me circunda!
¡Detenerme no puedo monstruo mío!
¡Compadece a tu pobre moribunda!

Mi último beso de pasión te envío;
¡mi postrer lampo a tu semblante junto!…”
y en las hondas tinieblas del vacío,
hecha cadáver, se desploma al punto.

Entonces, el mar, de un polo al otro polo,
al encrespar sus olas plañideras,
inmenso, triste, desvalido y solo,
cubre con sus sollozos las riberas.

Y al contemplar los luminosos rastros
del alba luna en el obscuro velo,
tiemblan, de envidia y de dolor, los astros
en la profunda soledad del cielo.

¡Todo calla!… el mar duerme, y no importuna
con sus gritos salvajes de reproche;
y sueña que se besa con la luna
¡en el tálamo negro de la noche!


Julio Flórez (Colombia, 1867-1923)


miércoles, 28 de agosto de 2019

Bad moon rising - Creedence Clearwater Revival



DESPUÉS 

No los del bunker, 

no los que tengan reservas de alimentos, 
ninguno de ciudad,
se salvarán los indios, cachemires, masai,
beduinos protegidos del viento, mongoles a caballo;
también uno de Nápoles escondido en el Vesubio,
y un judío envuelto en un enjambre de palabras,
ilesos por pura tradición en un horno que arde.
Se salvarán más mujeres que hombres,
más peces que mamíferos,
desaparecerá el rock and roll, quedarán las plegarias,
desaparecerá el dinero, y volverán las conchas.
La humanidad serán pocos, mestizos, nómadas,
se moverán a pie. Y su botín, la vida:
la riqueza más grande que se puede transmitir a un hijo.

 
                                                                                               Erri De Luca (Nápoles, 1950)

domingo, 25 de agosto de 2019

Brain damage - Pink Floyd





En marzo de 1973 salió a la luz el, considerado por casi todo el mundo, mejor disco de Pink Floyd y piedra angular del rock psicodélico y progresivo.

Su título Dark side of the moon y se trata de un disco conceptual (todas las canciones  giran en torno a una idea central común a todas ellas) que aborda la avaricia humana, el envejecimiento y la enfermedad mental.

Este último tema les afectaba muy de cerca pues el que fuera miembro fundador y lider del grupo, Syd Barret, se vió obligado a abandonar cuando su mente entró en colapso y perdió el control sobre si mismo muy posiblemente debido al abuso de las drogas, especialmente LSD, y el alcohol.

Un tiempo antes de abandonar definitivamente el grupo, intentaron que pudiera seguir como compositor y, cuando su situación mental se lo permitiera, tocara junto al resto de miembros en algún concierto y, para sustituirlo llamaron a un amigo común de Waters y Barret, nada más y nada menos que David Gilmour.

En apenas cinco conciertos como quinteto, se vieron obligados a prescindir definitivamente de Syd, tras varios y continuos altercados debidos a su estado mental, y esa culpa de haber echado a su líder y creador, tal vez les acompañó durante toda su carrera.

El tema que suena en la entrada de hoy iba a llamarse como el álbum, pero en homenaje a su exlíder se llamó Brain damage, ese cerebro dañado por las drogas que hizo que saliera a la luz esa cara oculta que, posiblemente, todos llevemos dentro, donde se ocultan nuestros más negros y siniestros pensamientos.

Dado que las canciones en el disco se reproducen sin pausa entre una y otra, junto a Brain damage escuchamos Eclipse, el tema que le sigue y que cierra el disco.

¡Salud!, disfrutad de la MÚSICA de estos genios del rock y que nada ni nadie eclipse vuestros sueños y que vuestra peor cara permanezca siempre oculta bajo una capa de solidaridad para con los de alrededor y esperanza en el futuro, sin renunciar a la lucha por la justicia y el bien común.


jueves, 22 de agosto de 2019

Walking on the moon - The Police



Seguimos celebrando la luna, aprovechando que se cumplen 50 años de que fuera visitada por primera vez por el hombre, y lo hacemos con esta canción de los británicos The Police.

Formó parte del segundo álbum de la banda, Regatta de Blanc, en 1979 y fué lanzado como single promocional del disco llegando a ser nº1 en Europa, sin embargo en Estados Unidos pasó casi desapercibido.

A pesar del título, de que el video oficial está grabado en el Centro Espacial Kennedy y que contiene imágenes reales de misiones espaciales de la NASA, según su creador, Sting, no está relacionado y habla de la sensación que se tiene cuando uno está enamorado, que se siente como caminando sobre la superficie lunar y sin que te afecte la gravedad.

Buscando "cosas" sobre la luna, en la preparación de las últimas entradas y las que están por venir y aunque como dice Sting, no tiene nada que ver, me encontré con el discurso que tenía preparado Richard Nixon (presidente de EEUU en 1969) para el caso de que los dos astronautas que salieron del Apolo XI a la superficie lunar no hubieran podido volver a la Tierra, y no me resisto a compartirlo con vosotros.

Os quedo, pues, con las palabras de Richard Nixon, deseando que caminéis siempre por la vida, como si no os afectara la gravedad, enamorados siempre de alguien o de algo que merezca la pena, ¡salud y amor!


“El destino ha querido que los hombres que fueron a la luna a explorar en paz permanezcan en la luna para descansar en paz. Estos valientes hombres, Neil Armstrong y Edwin Aldrin, saben que no hay esperanza para su recuperación. Pero también saben que hay esperanza para la humanidad gracias a su sacrificio. Estos dos hombres han sacrificado sus vidas en el objetivo más noble de la humanidad: la búsqueda de la verdad y la comprensión.

Serán llorados por sus familiares y amigos; serán llorados por su nación; serán llorados por la gente del mundo; serán llorados por una Madre Tierra que se atrevió a enviar a dos de sus hijos a lo desconocido.

En su exploración, animaron a las personas de todo el mundo a sentirse como una sola; en su sacrificio, unen con más fuerza a la hermandad del hombre.
En la antigüedad, los hombres miraban las estrellas y veían a sus héroes en las constelaciones. En los tiempos modernos, hacemos lo mismo, pero nuestros héroes son hombres épicos de carne y hueso.

Otros seguirán, y seguramente encontrarán su camino a casa. La búsqueda del hombre no será negada. Pero estos hombres fueron los primeros, y seguirán siendo los primeros en nuestros corazones.

Por cada ser humano que mire a la luna en las noches venideras, sabrá que hay un rincón de otro mundo que es para siempre la humanidad”.


lunes, 19 de agosto de 2019

Here comes the moon - George Harrison



Luna abajo

Luna de abajo,
en el fondo del pozo,
blanca entre los charcos de la bocamina;

inmóvil
en las aguas del río
que no puede llevarla
-a ella, tan ligera-
en su corriente.

Luna,
que no refleja al sol,
sino a sí misma,
igual un sueño que engendrase un sueño.

Luna de abajo,
luna por los suelos
para los transeúntes de la noche,
que vuelven a sus casas cabizbajos.

Luna entre el barro, entre los juncos, entre
las barcas que dormitan en los puertos; luna
que es a la vez mil lunas y ninguna,
evanescente, mentirosa luna,
tan próxima a nosotros, y no obstante
aún más inalcanzable que la otra.


          Ángel González (Oviedo,1925-Madrid,2008)


viernes, 16 de agosto de 2019

Moondance - Van Morrison



Hombre que mira la luna

Es decir la miraba porque ella
se ocultó tras el biombo de nubes
y todo porque muchos amantes de este mundo
le dieron sutilmente el olivo


con su brillo reticente la luna
durante siglos consiguió transformar
el vientre amor en garufa cursilínea
la injusticia terrestre en dolor lapizlázuli

cuando los amantes ricos la miraban
desde sus tedios y sus pabellones
satelizaba de lo lindo y oía
que la luna era un fenómeno cultural

pero si los amantes pobres la contemplaban
desde su ansiedad o desde sus hambrunas
entonces la menguante entornaba los ojos
porque tanta miseria no era para ella

hasta que una noche casualmente de luna
con murciélagos suaves con fantasmas y todo
esos amantes pobres se miraron a dúo 

dijeron no va más al carajo selene


se fueron a su cama de sábanas gastadas
con acre olor a sexo deslunado
su camanido de crujiente vaivén

y libres para siempre de la luna lunática
fornicaron al fin como dios manda
o mejor dicho como dios sugiere.


Mario Benedetti

miércoles, 14 de agosto de 2019

Moonchild - Rory Gallagher




Continuamos con nuestras entradas dedicadas a la luna con este temazo del, nunca suficientemente reconocido, genio irlandés de la guitarra.

Forma parte de su sexto álbum de estudio (Calling Cards) y su título en español es "Hijo de la luna" (a buen seguro que se os viene a la mente un gran éxito de Mecano, escuchadlo, si queréis, porque merece la pena) y es una muestra más de la maestría de Rory ante las seis cuerdas de acero.

Es una canción con la que Rory se acerca al hard rock y se aleja un poco de su blues habitual. Sea como fuere lo cierto es que te llena de energía y te hace viajar hasta donde desees, incluso a la luna.

Una Luna que, en realidad no cambia ni de tamaño ni de forma, lo que cambia es la percepción que tenemos de ella desde la Tierra.

Una luna que cuando asoma en el horizonte, asoma e ilumina a todos, ricos y pobres, afortunados y desgraciados y para todos muestra siempre la misma cara.

Esa luna que ha supuesto una obsesión para muchos, para pisarla se han invertido miles de millones de monedas del vil metal, el mismo vil metal que impide que a unos pocos desgraciados se les impida pisar tierra y puedan contemplar la luna y soñar con algo más que no sea sobrevivir.

Ojalá que muy pronto pongamos los pies sobre la tierra y nos demos cuenta de que todos somos iguales, habitantes del planeta y, en cierta forma, hijos de la luna.

!Salud, música, justicia e igualdad para todos, para siempre!


Dedicado a todos los que a bordo del Open Arms (y todos los barcos que se dedican a tan noble fin) sueñan con bajar a tierra, unos para alcanzar sus sueños y su futuro y otros para poder volver al mar a rescatar sueños y futuros.

domingo, 11 de agosto de 2019

Dancing in the moonlight - King Harvest



La luna

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:

sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.


Jaime Sabines (México, 1926-1999)

jueves, 8 de agosto de 2019

The whole of the moon - The Waterboys




La Tierra y La Luna

Se acercaba el día de su decimoctavo cumpleaños, y la Tierra se encontraba acostada boca hacia algún lugar del espacio porque desde que vio a la Luna no dejó de provocarse efectos mariposa en el estómago.

A ver si así podía poner un poco en práctica la teoría del caos... Y conocerla.


Pero la Luna era ordenada, meticulosa y apasionada de las cifras, al principio no se fiaba de alguien de había tardado solo cinco billones de años en pedirle salir a una chica, que tal vez su interés era superficial y solo le interesaban las vistas, porque se comentaba que con ella los polvos... estelares, se veían de maravilla.

Pero el día de la cita la Luna se esmeró buscando en el armario una fase, preguntándose si no era muy atrevido vestirse ese escotado cuarto menguante, si maquillarse o dejarse ver los cráteres, si darle una oportunidad a una chica después de haber saltado para la humanidad y dado pasitos en falso para los hombres.

Y mientras la Tierra no paraba de preguntarse qué iba a contarle.


Tal vez lo de que después de los dinosaurios de mayor quería ser controlador aéreo de estrellas fugaces, que en la Tierra todos eramos ciudadanos de un lugar llamado Primer Mundo porque el segundo nos sabía a poco y el tercero estaba en vías de desarrollo.

Que en la tierra éramos unos extremistas religiosos un poco absurdos, y nos llenábamos la boca de orgullo gritando: "Mi Dios besa mejor que el tuyo".

Que en la Tierra no importa el color de la piel, que nadie te detiene para que justifiques tu existencia con un trozo de papel, que es más fácil ser mujer, que dos sí se pelean aunque uno no quiera y al revés, que uno no tiene suficiente con dos y busca a tres para inventarse que son felices los cuatro hasta que se multiplica el problema y cuatro acaba llamando al cero dieciséis.

Que los refugiados no están hechos de opiniones en internet, que en la Tierra no nos rompemos el corazón al recordar al pasado, que no somos tan simples, que después de una relación "fuimos" no se conjuga en el pretérito perfecto complicado.

¿Cómo iba a impresionar a la lúnatica que afectaba su gravedad? A la que dijeron que era imposible tapar el Sol con un solo eclipse y demostró que no era verdad.

Cuando lo único genuino era que la Tierra somos unos rebeldes a la hora de amar, que toda la Vía Láctea ya puede declararse en huelga que ese día iremos a trabajar, que no somos más que un instante en este lugar, pero vivimos como si la eternidad no fuese más que una hora que todavía no ha cumplido la mayoría de edad.

La Tierra podía contarle todo eso a la Luna, con algún que otro engaño, o simplemente empezar la cita diciéndole que era su cumpleaños.

César Brandon Ndjocu Davies


martes, 6 de agosto de 2019

Moonlight shadow - Mike Oldfield



Concluido nuestro viaje en tren, que nos ha traido hasta aquí, nos apeamos en la estación término y nos dirigimos a la calle por el desierto andén, cruzando la penumbra del espacioso hall que abre sus puertas a la oscuridad de la noche.

Al salir una suave brisa nos azota el rostro y es inevitable dirigir nuestra mirada a lo más alto del cielo nocturno desde donde nos ilumina y observa nuestro satélite favorito, la luna llena.

Esa luna que desde el principio de los tiempos ha ejercido sobre nosotros una misteriosa e inevitable atracción, ha inspirado cuadros y novelas, esculturas y películas, ha sido objeto de deseo de artistas y científicos, gobierna las mareas e incluso su influencia en la mente del hombre ha sido utilizada como causa y excusa de las más horribles acciones del ser humano.

El pasado mes de Julio se cumplieron 50 años de la ¿llegada? del hombre a la luna y en el blog vamos a dedicar el mes de Agosto a la reina de la noche.

Vamos a comenzar con un tema de Mike Oldfield. El genio de Reading la publicó en 1983 y salió al mercado como adelanto del disco "Crises". Resultó un auténtico exitazo y su constante reproducción en las emisoras de radio llegó a producir, al menos a mí, hartazgo y rechazo al tema en cuestión.

Vista ahora con la perspectiva del tiempo, lo cierto es que es una fantástica canción, una más, del compositor y multiinstrumentista británico que, durante un tiempo, abandonó el rock progresivo, eléctrónico y folk, por razones contractuales, y se echó en brazos del pop y el mercado, componiendo maravillas como la que suena o como "To France", "Shadow on the wall" y alguna más.

¡Salud, disfrutad de la música, del embrujo y el influjo de la luna y daos el placer de bailar con las sombras de su luz en una noche de verano y mejor aún si es acompañado por alguien muy especial!


sábado, 3 de agosto de 2019

Slow train - Status Quo




Corría el año 72 del siglo pasado cuando los STATUS QUO se sacaron de la manga el que para muchos es uno de los mejores discos de los chicos de Rossi y Lancaster y, por ende, de la historia de la música rock.

El tema que suena en la entrada de hoy es la canción que cierra el disco y en sus casi ocho minutos de duración nos recuerda a un tren con sus constantes cambios de ritmo que pudieran ser las paradas y salidas de las diferentes estaciones con sus viajeros subiendo y bajando en este tren lento, todo ello con el particular ritmo, santo y seña de los Quo.

Iniciamos así el mes de Agosto con este temazo, con este tren, lento como el mismo mes que comenzamos donde todo parece detenerse, excepto el tiempo, lento como los trenes de Extremadura, donde casi todos se detienen por avería o falta de combustible, o circulan exasperante e insoportablemente lentos debido al estado de las vías y de los propios trenes.

De todas formas, preparaos para disfrutar del paisaje y de la compañía que a cada uno os haya tocado en el vagón, disfrutad de la música y de las vistas que podemos contemplar a través de las ventanillas al paso de este tren mientras el tiempo avanza lento pero imparable a través de las bucólicas praderas caniculares del mes dedicado al emperador romano Octavio Augusto.

¡Salud y a mover las melenas (el que pueda) al ritmo frenético e inconfundible de este tren lento de los Status Quo!