Nuestra canción de hoy habla sobre los inicios de una banda de música aunque podría trasladarse a cualquier ámbito. Salvo que seas un privilegiado con contactos en las altas esferas (entonces todo es más fácil y te ríes de la igualdad de oportunidades, considerándola una excusa de gente pobre que no se esfuerza), la gente corriente, para cumplir sus sueños, debe empezar desde abajo y, con trabajo, esfuerzo, y un poco de suerte, tal vez logre alcanzar el ansiado objetivo.
La Creedence Clearwater Revival, con una trayectoria musical de apenas 5 años, logró cotas que la mayoría de grupos, con toda una vida dedicada a la música, ni siquiera soñaron con alcanzar. Considerados como una de las bandas de rock más grandes de todos los tiempos y una de las más influyentes a lo largo de la historia, en este temazo que pone banda sonora al blog, nos relatan sus inicios.
Se hacían llamar The Golliwogs y se dedicaban a tocar en bares y garitos de mala muerte en pequeños pueblos donde, la mayoría de las veces, el poco público del local estaba, en su mayoría, borracho y ni siquiera se molestaba en escuchar su música.
Concretamente relatan la historia de un músico que actúa por la zona y recala en Lodi, una pequeña localidad a 70 millas de Berkeley, donde la actividad fundamental de sus gentes es la agricultura. Queda claro que nos están contando los inicios de The Golliwogs y, en su letra, Tom Fogerty nos cuenta que ese músico lo único que quiere es salir de ese pueblo para probar suerte en otro lugar y triunfar, por fin, o si no, acabar de una vez y enterrar para siempre el sueño de ser famoso.
El batería Doug Clifford, en una entrevista en Rolling Stone, narraba acerca de esa actuación en Lodi "...solo habían 9 personas en el local, esas nueve personas además estaban borrachas y reclamaban para que bajemos el volumen de los instrumentos ya que querían dormir".
Con su característico estilo, una vez más, la Creedence nos llena el corazón con su música y nos transporta a esos días de duro trabajo y esfuerzo, de calvario para poder alcanzar la meta y convertir en realidad nuestros sueños, con la impresión de que, tal vez, nunca lo logremos pero, sintiendo al mismo tiempo la satisfacción de intentarlo con denuedo y sin desánimo.
Espero que la disfrutéis y que logréis alcanzar vuestros sueños o, al menos, que no dejéis de intentarlo.
¡Salud e igualdad de oportunidades para tod@s!
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