El último tren que recorre el blog, en este 2016 que encara sus últimas horas, es el especial de medianoche.
En su disco de 1969 titulado "Willy and the poor boys", los chicos de la Creedence incluian esta versión de un tema tradicional de los Estados Unidos que posiblemente proviene de finales del siglo XIX.
Tiene su origen en las cárceles del sur de USA y cuenta una leyenda muy extendida en los ambientes carcelarios.
Con su inconfundible estilo John Fogerty y sus chicos, nos hablan sobre el tren que partía a las 12 de la noche y recorría el sur de los EEUU, probablemente por Texas y Louisiana. Era muy esperado por los presos que se apiñaban junto a los barrotes de las ventanas de sus celdas pues, según la leyenda, aquel que recibiera sobre él la luz de la máquina del tren conseguiría muy pronto la libertad.
Así pues, despedimos el año con este tren que simboliza la esperanza de aquellos que carecen de libertad y que lo ven como una forma de cambiar su vida y salir al mundo a disfrutar de él en libertad.
Me gustaría que el año que llega os alumbre a todos con su luz y os de la libertad y el coraje de vivir y disfrutar de este mundo manifiestamente mejorable. Que el objetivo de todos y cada uno de nosotros sea mejorar, aunque sólo sea un poquito, nuestro entorno cercano, para acercarnos al objetivo global que debe ser conseguir un mundo más justo, mejor, menos feo.
¡Salud y que la luz de vuestras vidas inunde vuestro mundo y a las personas que en él habitan!
Una noche en algún sendero perdido, lo asaltaron los ladrones. Iba Mesé Figueredo camino de una boda, a lomo de mula, en una mula él, en la otra el arpa, cuando unos ladrones se le echaron encima y lo molieron a golpes.
Al día siguiente alguien lo encontró. Estaba tirado en el camino, un trapo sucio de barro y sangre, más muerto que vivo. Y entonces aquella piltrafa dijo, con un resto de voz:
-Se llevaron las mulas.
Y dijo: -Y se llevaron el arpa.
Y tomó aliento y se rió : -Pero no se llevaron la música.
En 1998, Joaquín Sabina y Fito Paez grabaron un disco que se llamó "Enemigos íntimos" que supuso el primer álbum que grababa el flaco de Úbeda con otro artista.
La cosa no funcionó demasiado bien entre ellos, hasta el punto de que nunca se llevó a cabo la gira que se había pensado realizar para promocionar el disco. Supongo que por incompatibilidad de caracteres, con cruce de cartas cargando uno contra el otro y su forma de trabajar, la relación acabó totalmente rota.
Años más tarde firmaron la paz y Fito participó en un concierto de Sabina en La Bombonera y posteriormente el andaluz cantó junto al rosarino un tema en el disco de este, grabado en directo y llamado "No sé si es Baires o Madrid".
Anécdotas al margen, el disco contenía un puñado de buenas canciones y entre ellas estaba la que suena en la entrada de hoy. Además de ser un bellísimo homenaje a "una ciudad invivible pero insustituible" está relacionada con nuestros trenes y hace de la estación de Atocha todo un símbolo.La puerta de entradade miles de viajeros procedentes de todo el mundo a Madrid, una ciudad que, históricamente, ha acogido de buen talante a todos aquellos que han llegado a sus calles.
Madrid ha sido vista por mucha gente como la tierra de las oportunidades y cargados de maletas e ilusión llegaban a ella con la esperanza de un futuro nuevo y, en la inmensa mayoría de las ocasiones acababan considerándola como su segunda casa.
En los tiempos que vivimos se me antoja que son necesarias muchas Madrid, para acoger a gentes de todo el mundo que tiene que abandonar su tierra huyendo de la miseria y la muerte.
Atocha, que hace unos años fué símbolo del llanto de todo un pais provocado por la barbarie terrorista, ahora es un símbolo de esperanza y solidaridad, una puerta de entrada a un mundo mejor.
En estos días de supuesto espíritu navideño, me gustaría que el tema de Sabina fuera un homenaje a todas las ciudades y todos los pueblos del mundo (personas en definitiva)que reciben de buen grado a los que han tenido peor suerte que nosotros, un canto a la solidaridad humana, la tolerancia y a la justicia social y un deseo de que pronto nadie tenga que abandonar su tierra y su vida y emprender un camino en busca de su Atocha particular.
¡Brindo por todas las Atochas que en el mundo son y por todos los trenes que tienen parada en la primavera! ¡Salud!
Nos
bajamos del tren por unas horas y nos subimos a la sonda espacial
Voyager II y desde los confines del Sistema Solar dirigimos nuestra
mirada hacia la Tierra:
«Desde este punto de vista lejano, la Tierra puede no parecer
de cualquier interés particular. Pero, para nosotros, es diferente.
Consideremos de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos
nosotros. Ahí ha vivido todo aquel de quien hayas oído hablar alguna vez, todos
los seres humanos que han existido. La suma de todas nuestras alegrías y
sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas
económicas, cada cazador y cada recolector, cada héroe y cada cobarde, cada
creador y destructor de civilizaciones, cada rey y cada campesino, cada joven
pareja enamorada, cada niño esperanzado, cada madre y cada padre, cada inventor
y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada
superestrella, cada líder supremo, cada santo y cada pecador en la historia de
nuestra especie ha vivido ahí —en una mota de polvo suspendida en un rayo de
sol.
La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa
en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que,
en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción
de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los
habitantes de un lugar del punto sobre los apenas distinguibles habitantes de
alguna otra parte del punto. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos
están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios.
Nuestros posicionamientos, nuestra imaginada auto-importancia, la ilusión de
que ocupamos una posición privilegiada en el Universo… Todo eso es desafiado
por este punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario grano de polvo en
la gran penumbra cósmica que todo lo envuelve. En nuestra oscuridad —en toda
esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún
otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. Dependemos solo de nosotros
mismos.
La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay
ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie
pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento
la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una
experiencia de humildad, y yo añadiría que formadora del carácter. En mi
opinión, no hay quizá mejor demostración de la locura de la soberbia humana que
esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra
responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amable y compasivamente,
y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que jamás hemos
conocido.»
“Pale Blue Dot: A Vision of the Human Future in Space”
(1994)
Cuando en 1973 los hermanos Angus y Malcolm Young decidieron tomar el tren del rock and roll que estaba parado en el andén de la estación de Sidney (Australia) , no imaginaban que el viaje iba a llevarles tan lejos.
A lo largo de este itinerario, han sido golpeados varias veces por los infortunios de la vida, alguno se ha bajado sin billete de vuelta, otros se han bajado en el apeadero de algún desconocido y remoto lugar por el que el convoy ha transitado.
En algunas estaciones se ha incorporado algún viajero al grupo y en otras alguien ha bajado conservando el billete, con la esperanza de volver a subir y continuar el viaje.
Este tren ha circulado por grandes praderas con fuerza y vigor, ha subido pendientes donde las ruedas patinaban sobre las vías y las bielas parecían a punto de reventar, ha descendido rampas donde era suficiente con la inercia adquirida.
Como todo viaje ha estado plagado de vaivenes, obstáculos, desniveles, bajadas y subidas, pero la locomotora siempre ha sido el rock and roll y ellos jamás se han apeado de este tren que les ha traido hasta aquí y ahora.
Si lo deseáis podeis aprovechar para hacer transbordo y acompañarnos en este trayecto que nos llevará, ligeros de equipaje como decía Don Antonio , al ritmo del rock and roll, hasta la cima del mundo... luego habrá que bajar, pero esa será otra historia.
¡Pedidle los auriculares a la azafata y disponeos a gozardel viaje y del hilo musical!
EL ÚLTIMO TREN SE HA PARADO El último tren se ha parado en el último andén, y nadie
salva a las rosas. Ninguna paloma se posa en una mujer de palabras. El tiempo se ha acabado. El poema no puede más que la espuma. No creas a nuestros trenes, amor, no esperes a nadie en la muchedumbre. El último tren se ha parado en el último andén, y nadie puede retornar a los narcisos rezagados en los espejos de la penumbra. ¿Dónde dejaré mi última descripción del cuerpo que en mí habita? Todo ha terminado. ¿Dónde está lo que ha terminado? ¿Dónde vaciaré el país que en mí habita? No creas a nuestros trenes, amor, las últimas palomas han volado, han volado, y el último tren se ha parado en el último andén... y no hay nadie.
En la entrada de hoy, nuestro tren recorre a media noche las tierras de Georgia, deja atrás la llanura tranquila y serena y enfila hacia territorios inhóspitos adentrándose en los escarpados parajes del éxito y el fracaso, alumbrándose con el faroldel amor.
En 1973, Gladys Knight y sus fantásticos Pips grabaron la que se convertiría en uno de los mayores éxitos de la "Emperatriz del soul" yque suena en la entrada de hoy del cuaderno de bitácora del comandante y nos acompaña en este viaje con su potente y negra voz.
La canción nos cuenta la historia de un hombre que llega a Los Ángeles (podía haber llegado a cualquier otro lugar) para intentar cumplir sus sueños y alcanzar el éxito dejando atrás todo lo que había conocido hasta entonces.
Es una mujer, su amada, la que nos narra cómo ha visto truncados sus sueños, se da cuenta que ese sueño no es como él lo había imaginado y coge el tren de regreso a su mundo, pero eso sí acompañado por ella que "prefiero vivir con él en su mundo antes que en el mío sin él" (¡bendito fracaso!).
Este temazo nos provoca una reflexión; ¿hay que renunciar a todo nuestro sencillo y tranquilo mundo, con las cosas que nos gustan y nos hacen felices para alcanzar el éxito que la sociedad en que vivimos nos ha vendido y ser considerado por todos un triunfador?
¿Es mejor ser considerado un fracasado pero vivir en el entorno sencillo que nos gusta, en el hábitat que consideramos nuestro y que nos proporciona la felicidad junto a la persona amada?
Yo lo tengo claro, me cojo el próximo tren de medianoche a Georgia.
¡Salud, que disfrutéis el viaje y que éste os lleve a donde deseéis estar!
En la entrada de hoy sube a nuestro tren un grupo mítico y que posiblemente sea el primer grupo prefabricado de la historia de la música.
Por aquí han aparecido multitud de grupos cuyo origen, la inmensa mayoría, es siempre el mismo; grupo de amigos que por devoción o por necesidad forman una banda y se ponen a tocar y si tienen suerte graban discos y luego viene el éxito, la fama, las chicas, etc...
"The Monkees" surgió como un intento de la industria discográfica norteamericana de competir con The Beatles.Bob Rafelson y Bert Schneider fueron los padres del invento; viendo el éxito que tenían entre las adolescentes estadounidenses las películas "A hard day night" y "Help" crearon una serie de televisión para la cual hicieron un casting del que finalmente salió la formación del grupo que suena en el blog.
Algún día retomaremos esta historia y la trataremos con más detalle pero por hoy vamos a centrarnos en lo que nos interesa, el tren que circula por la entrada de hoy.
El tema fué el primer single de los Monkees, publicado en 1966 (buen año) y nos cuenta la historia de un soldado que llama a su novia y le pide que tome un tren a Clarksville para reunirse con él antes de que se marche.
Aunque en la letra no se especifica, es muy probable que nuestro hombre parta hacia Vietnam (Clarksville es una localidad del estado de Tennessee cercana a Fort Campbell que es donde se encuentra la 101 División Aerotransportada que combatió en esa maldita guerra).
Así pues el último tren a Clarksville supone la última oportunidad de que nuestra pareja esté junta antes de que la guerra, siempre la guerra, los separe, tal vez para siempre.
Ojala que el tren de la guerra no parase nunca en ninguna estación y descarrilara a toda máquina, llevándose por delante la codicia y la estupidez humana que han originado siempre las grandes contiendas de la humanidad.
"Blues of desperation" es el título del último disco publicado hasta el momento por el músico neoyorquino de 39 años de edad, Joe Bonamassa, que se abre con la canción que suena en la entrada de hoy.
Con 4 años ya tocaba la guitarra y a los 7 era un maestro del blues, comenzó a dar conciertos a nivel local y con 12 años llegó a actuar de telonero, nada más y nada menos que, de B.B. King. Desde sus comienzos ha sido considerado uno de los grandes de la guitarra y, aunque "Blues of desperation" supone su décimosegundo album de estudio, tiene editados más de treinta discos y DVD desde que en el año 2000 publicara su primer trabajo en solitario. Centrándonos en el tema que nos interesa, este tren hace que me imagine estar en una noche cerrada, oscura, con niebla, rodeado de un silencio total, casi angustioso, cuando de pronto el sonido de las baterías, también usa dos, imitando el sonido de las ruedas metálicas sobre las vías rompen ese silencio y las guitarras con su luz rompen la oscuridad de la noche y este tren, de vapor por supuesto, casi nos arrolla alumbrándonos el camino y nos hace ver que la oscuridad y el silencio casi nunca son eternos. Siempre habrá algún tren cargado de esperanza que nos saque del túnel en que creamos estar metidos y que con su luz y su ruido nos muestre el camino de regreso y nos haga, de nuevo, sentirnos vivos. ¡Salud y que disfrutéis de la música y de los vaivenes del viaje!
Comenzamos el mes de Diciembre y vamos a repetir un entretenimiento que ya hemos puesto en práctica en alguna ocasión.
Vamos a dedicar unas cuantas entradas a canciones que, de una u otra forma, están relacionadas con el tren.
Este medio de transporte, es un elemento recurrente tanto en la literatura como en el cine; y la música también ha aprovechado las posibilidades que presenta el tren como símbolo de viaje, cambio, oportunidad y algunos significados más que en las próximas semanas, con el obligado paréntesis de la Navidad, iremos escuchando en el blog.
Empezaremos con los californianos The Doobie Brothers y este temazo que tiene más de cuarenta años y al que el tiempo no ha conseguido arrebatar su frescura y su musicalidad.
Banda formada en California en 1970, siguen aún en activo y su música siempre ha sido una mezcla de muchos estilos , repleta de elementos de rock, soul, country, funky y alguno más. Siempre fueron muy innovadores, por ejemplo fueron los primeros en tocar con dos baterías y en alguna ocasión incluso usaron cuatro a la vez. En la entrada de hoy, el tren podría representar al propio grupo. La música como locomotora, con diversos vagones musicales cada uno con un estilo diferente y con su larga trayectoria de más de 40 años, conforman un tren de largo recorrido. Bienvenidos todos a este viaje en tren que espero que nos lleve a lugares remotos y extraordinarios mientras escuchamos buena música que, a buen seguro, nos aliviará del traqueteo de las ruedas sobre los railes, porque, eso sí, nuestro tren no es un tren de alta velocidad, sino un tren antiguo, de vapor si me apuráis; ¿qué queréis? siempre he sido un romántico...
Porque te tengo y no porque te pienso porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor porque has venido a recoger tu imagen y eres mejor que todas tus imágenes porque eres linda desde el pie hasta el alma porque eres buena desde el alma a mí porque te escondes dulce en el orgullo pequeña y dulce corazón coraza
porque eres mía porque no eres mía porque te miro y muero y peor que muero si no te miro amor si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera pero existes mejor donde te quiero porque tu boca es sangre y tienes frío tengo que amarte amor tengo que amarte aunque esta herida duela como dos aunque te busque y no te encuentre y aunque la noche pase y yo te tenga y no.
En 1983, Paul Brickman dirigió la película "Risky business", protagonizada por Rebecca de Mornay y Tom Cruise.
Creo que no hubiera pasado de ser la típica comedia americana de adolescentes, tal vez con un éxito de crítica y público superior a la media en ese tipo de películas, de no ser por dos factores fundamentales.
El primero es que supuso el salto definitivo a la fama de un jovencito Cruise que ya había participado anteriormente en algunos films sin demasiada trascendencia.
"Risky business" supuso su lanzamiento a nivel internacional y el comienzo de una larga trayectoria como actor llena de grandes títulos y de éxitos , especialmente en lo que se refiere a la taquilla.
El segundo factor, en mi modesta opinión, que hacen que la película figure en la historia del cine, es la famosa escena del baile de Joel en calzoncillos al compás de la música que suena hoy en el blog.
Convertida en una escena mundialmente conocida y en todo un icono del cine, ha sido recreada en multitud de películas, series de televisión e incluso anuncios. La coreografía, según dicen creada por el propio Tom, pero en especial la música de Bob Seger hace que te entren unas ganas locas de bailar en calzoncillos por toda la casa, añorando los tiempos en que todos éramos más jovenes, disfrutando y empapándote de ese viejo rock and roll... ¡Salud y que disfrutéis...en calzoncillos o como cada uno queráis!
Pueden meterte un cuchillo en el vientre.
Quitarte el pan.
No curarte de una enfermedad.
Meterte en una mala vivienda.
Empujarte hasta el suicidio.
Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo.
Llevarte a la guerra, etc…
Sólo pocas de estas cosas están prohibidas en nuestro Estado.
Bertolt Brecht
También pueden cortarte la luz, obligarte a calentarte con velas y que mueras quemado en tu casa a los ochenta años tras una larga vida de esfuerzo y trabajo, con la complicidad de los poderes económicos y políticos...al mismo tiempo, el preboste de turno se autoasigna un sueldo escandaloso e inmoral...
«¡Buenas tardes, Londres! Permitid que, primero, me disculpe por la interrupción. Yo, como muchos de vosotros, aprecio la comodidad de la rutina diaria, la seguridad de lo familiar, la tranquilidad de la monotonía. A mí, me gusta tanto como a vosotros. Pero con el espíritu de conmemorar los importantes acontecimientos del pasado (normalmente asociados con la muerte de alguien o el fin de alguna terrible y sangrienta batalla y que se celebran con una fiesta nacional), he pensado que podríamos celebrar este 5 de noviembre (un día que, lamentablemente, ya nadie recuerda) tomándonos 5 minutos de nuestra ajetreada vida para sentarnos y charlar un poco.
Hay, claro está, personas que no quieren que hablemos. Sospecho que, en este momento, estarán dando órdenes por teléfono, y que hombres armados ya vienen en camino.¿Por qué? Porque mientras puedan utilizarán la fuerza ¿Para qué el diálogo? Sin embargo, las palabras siempre conservarán su poder, las palabras hacen posible que algo tome significado y, si se escuchan, enuncian la verdad. Y la verdad es, que en este país, algo va muy mal, ¿no? Crueldad e injusticia, intolerancia y opresión. Antes tenías libertad para objetar, para pensar y decir lo que pensabas. Ahora, tienes censores y sistemas de vigilancia que os coartan para que os conforméis y os convirtáis en sumisos. ¿Cómo ha podido ocurrir? ¿Quién es el culpable?
Bueno, ciertamente, unos son más responsables que otros. Y tendrán que rendir cuentas. Pero, la verdad sea dicha, si estáis buscando un culpable, sólo tenéis que miraros al espejo. Sé por qué lo hicistéis, sé que teníais miedo ¿Y quién no? Guerras, terror, enfermedades. Había una plaga de problemas que conspiraron para corromper vuestros sentidos y sorberos el sentido común. El temor pudo con vosotros y, presas del pánico, acudisteis al actual lider, Adam Sandler. Os prometió orden, os prometió paz. Y todo cuanto os pidió a cambio fue vuestra silenciosa y obediente sumisión.
Anoche intenté poner fin a ese silencio. Anoche destruí el Old Bailey para recordar a este país lo que ha olvidado. Hace más de cuatrocientos años un gran ciudadano deseó que el cinco de noviembre quedara grabado en nuestra memoria. Su esperanza era hacer recordar al mundo que justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras; son metas alcanzables. Así que si no abrís los ojos, si seguís ajenos a los crímenes de este gobierno, entonces os sugiero que permitáis que el cinco de noviembre pase sin pena ni gloria. Pero si veis lo que yo veo, si sentís lo que yo siento y si perseguís lo que yo persigo, entonces, os pido que os unáis a mí, dentro de un año, ante las puertas del parlamento.
Y juntos, les haremos vivir un cinco de noviembre que jamás, jamás nadie olvidará.»
Corría el año 2004 cuando los californianos Green Day publicaban su séptimo disco de estudio llamado "American idiot" y que está considerado como una ópera punk-rock.
En unos EEUU en plena guerra de Irak y con todo el mundo en plena neurósis provocada por los atentados del 11S en Nueva York, el disco viene cargado con fuertes dosis de crítica hacia la situación creada por la Administración Bush, con el apoyo inestimable de los medios de comunicación, para justificar ante la opinión pública una guerra contra el terrorismo que, en realidad, lo que perseguía era controlar los recursos naturales de Oriente Medio ( ¡vaya, la historia de siempre!).
Green Day, con este disco, pretende que cada individuo piense de forma individual sin dejarse arrastrar por la corriente de opinión que impera en la sociedad americana, provocada por los políticos y los grandes medios de comunicación, que el que piensa distinto rapidamente es tachado de antipatriota.
La canción que suena hoy en el blog da título al disco y lo abre criticando el pensamiento único y esa especie de histeria colectiva que arrastra a todo el mundo hacía donde quieren los gobiernos y los grandes medios de comunicación y hacen una llamada a la conciencia de la gente y que dejen de ser un "idiota americano".
Ellos dirigieron las críticas contra George Bush jr. que era el presidente de USA en aquellos momentos y, recientemente, en la entrega de los premios MTV Europa de la música, dedicaron este tema a Donald Trump, el recién elegido nuevo presidente estadounidense, cuando aún era candidato a la Casablanca y muy pocos contaban con su victoria.
Desde aquí se lo dedico a Trump y a todos los de su calaña, americanos o no. Espero que disfrutéis la canción y que, en la medida de lo posible, nos mantengamos todos lejos del pensamiento único y le demos buen uso a nuestra consciencia y conciencia. ¡Salud!
Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío.
Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.
No estoy totalmente satisfecho
con ella. Pienso que es una buena idea pero la ejecución podría haber sido
mejor si no hubiera estado bajo la influencia de la televisión cuando la
escribí.
Creo que, teniendo en cuenta, que
el libro, después de todo, es una
parodia, algo así como 1984 en realidad podría suceder. Esta es la dirección a
la que el mundo se dirige en el momento actual.
En nuestro mundo no habrá
emociones excepto el temor, la rabia, el triunfo y la auto-humillación. El
instinto sexual será erradicado. Vamos a abolir el orgasmo. No habrá lealtad,
salvo la lealtad al partido, pero siempre existirá la intoxicación del poder.
Siempre, en cada momento, tendrá lugar la emoción de la victoria, la sensación
de pisotear a un enemigo que está indefenso.
Si quieres una imagen del futuro,
imagina una bota aplastando un rostro humano para siempre.
La moraleja que se desprende de
esta peligrosa situación de pesadilla es simple.
No dejes que esto ocurra.
Eso depende de ti.
Palabras de George Orwell
hablando de "1984" en el docudrama “George Orwell - A Life in Pictures” producido
por la BBC en 2003
Date tiempo para trabajar:
es el precio del éxito.
Date tiempo para pensar:
es el origen del poder.
Date tiempo para amar y ser amado:
es el privilegio de los dioses.
Date tiempo para jugar:
es el secreto de la eterna juventud.
Date tiempo para leer:
es el fundamento de la sabiduría.
Date tiempo para soñar:
es como enganchar tu carro a una estrella.
Date tiempo para hacer amigos:
es el camino de la felicidad.
Date tiempo para mirar a tu alrededor:
el día es muy corto para ser egoísta.
Date tiempo para reír:
es la música del alma.
Los chicos del agua ponen banda sonora a una antigua oración celta que, además, supone una excelente lista de objetivos que,si somos capaces de cumplir, nos harán ver el mundo de una forma distinta y, sobre todo, nos hará más felices.
El Irish Fleadh supone una excelente oportunidad para sumergirse en la música y la cultura celta e irlandesa y empezar a seguir las instrucciones de nuestra oración; ya que la risa es la música del alma, riamos y cantemos para darle al alma lo que necesita...
En la entrada de hoy me gustaría recordar a un hombre blanco que durante un rato fue un hombre negro.
Juegos Olímpicos de Méjico, año 1968, ceremonia de entrega de medallas de la prueba de 200 metros lisos. El ganador Tommie Smith y el medalla de bronce John Carlos son estadounidenses afroamericanos. Entre ambos se coló el protagonista de nuestra entrada.
Peter Norman, australiano, blanco, consigue la medalla de plata y cuando va a recogerla se entera de que sus compañeros en el podio están preparando un acto reivindicativo, a favor del movimiento, surgido en EEUU, que reclamaba los derechos de la raza negra conocido como "Black Power"; para así dar a conocer al mundo que en los Estados Unidos de América, los negros no disfrutan de los derechos y libertades que su himno airea a los cuatro vientos.
Durante la ceremonia podía haber permanecido ajeno al acto de protesta, obviarel problema del racismo que originaba esa protesta, recoger su medalla y marcharse a casa, pero Peter decidió implicarse.
Antes de la entrega de medallas y enterado de lo que preparaban sus compañeros, fué nuestro hombre el que sugirió que cada uno se pusiera un guante de cada mano, pues los atletas americanos se dieron cuenta de que sólo tenían un par de guantes, por eso en la foto uno luce la mano izquierda enguantada y el otro la derecha.
Además en el chandal del australiano lucía el emblema del "Proyecto Olímpico por los Derechos Humanos" que, por supuesto, colgaba también en el pecho de sus compañeros de ceremonia.
Los atletas norteamericanos fueron descalificados por el COI y criticados por la prensa de su pais que hizo que todo el mundo se olvidara de ellos, mientras que a Peter Norman se le impidió volver a participar en unos Juegos Olímpicos, fué criticado en su pais por unirse a la reivindicación antiracista, se retiró poco después de lograr su medalla de plata y sufrió depresiones y problemas con el alcohol a lo largo de su vida.
Jamás reclamó la medalla de oro tras la descalificación del ganador de la prueba.
Cuando murió de un infarto en 2006, Tommie Smith y John Carlos acudieron a su funeral y portaron su féretro.
A la historia de Peter Norman ponen banda sonora en nuestro blog, los también australianos Midnight Oil, conocidos en su pais por su música y por su activismo en favor de los derechos de los aborígenes australianos que a lo largo de la historia de Australia han sido discriminados, e incluso exterminados, por los gobiernos y las grandes compañías que explotan los recursos naturales de lo que siempre había sido su tierra.
Peter Norman era consciente de la situación que sufrían los pobladores legítimos de su pais y por eso decidió apoyar la protesta de sus compañeros, poniéndose del lado de lo que era justo, guiándose por su corazón; ese corazón que años después le fallaría pero que en absoluto era un corazón muerto.
!Salud, que disfrutéis la canción y que os encontréis siempre del lado de lo que consideréis justo!