Artículo 13. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de cada Estado. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país. Artículo 14. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en otros países. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial legítima por crímenes comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas. Artículo 15. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.
Cidade Sem muros nem ameias Gente igual por dentro Gente igual por fora Onde a folha da palma afaga a cantaria Cidade do homem Não do lobo, mas irmão Capital da alegria
Braço que dormes nos braços do rio Toma o fruto da terra É teu a ti o deves lança o teu desafio
Homem que olhas nos olhos que não negas o sorriso, a palavra forte e justa Homem para quem o nada disto custa
Será que existe lá para os lados do oriente Este rio, este rumo, esta gaivota Que outro fumo deverei seguir na minha rota?
José Manuel Cerqueira Afonso dos Santos (Aveiro,1929- Setúbal,1987)
«Se retiraron del camino y desde un pequeño montículo vieron cómo se aproximaban los dos espesos y revueltos nubarrones de polvo. Don Quijote, que tenía la imaginación muy viva, empezó a mostrar sus conocimientos.
- Aquel caballero que trae en el escudo un león coronado es el valeroso Laurcalco; el de al lado, el de las armas de flores de oro, es el temido Micocolembo; el otro, el de los miembros gigantescos…
Así prosiguió Don Quijote, enumerando los escudos, armas, linaje y méritos de tantos caballeros. Sancho lo escuchaba con la boca abierta y se frotaba los ojos, pues allí delante no veía nada de lo que contaba su amo.
Don Quijote lo advirtió. -¿Qué te pasa Sancho? - Pues, señor…-intentó explicarse su escudero con un gesto incrédulo. -¿No oyes el relinchar de los caballos, el sonido de los tambores, el batir de las espadas…? -No oigo otra cosa sino muchos balidos de ovejas y carneros. - El miedo que tienes hace que no veas ni oigas bien, porque uno de los efectos del miedo es turbar los sentidos y hacer que las cosas no parezcan lo que son-le dijo Don Quijote-.y si tanto lo temes, déjame, que yo solo me basto para dar la victoria al señor del Arremangado Brazo.
Y tomando con fuerza su lanza, picó a Rocinante, que aunque torpe y cansado sabía bien corretear cuesta abajo, y entró en aquella polvareda con su arma a punto. -Vuelva señor, que son ovejas y carneros lo que va a embestir.
Don Quijote no oía las voces de su escudero sino que en mitad de los dos rebaños se sentía como en el centro de una gloriosa batalla, clavando su lanza a todo aquello que se movía, que en este caso eran unas asustadas y perdidas ovejas.
Los pastores, que vieron la rapidez con la que aquel loco estaba dando cuenta de sus animales, cogieron piedras del camino y las lanzaron con buen tino: una le dio en el brazo, tirándole la lanza; otra, en las costillas; una tercera se estampó en mitad de la boca dejándole con dos dientes menos, y una cuarta se estrelló en su estómago, haciéndole tragar las muelas que bailaban en la boca.
Don Quijote perdió el equilibrio y dio con sus huesos en la tierra. Los pastores, creyendo que lo habían matado, recogieron las siete ovejas muertas y huyeron de allí con sus rebaños.
Sancho Panza corrió a atenderle. -¿No le decía, señor, que volviese, que no era un ejército sino una manada de ovejas y carneros? -Has de saber Sancho, que el malvado sabio que me persigue, envidioso de mi gloria, convirtió al ejército en ovejas- replicó un Don Quijote agónico.»
¿Deberían olvidarse las viejas amistades
y nunca recordarse?
¿Deberían olvidarse las viejas amistades
y los viejos tiempos?
ESTRIBILLO:
Por los viejos tiempos, amigo mío,
por los viejos tiempos:
tomaremos una copa de cordialidad
por los viejos tiempos.
Los dos hemos correteado por las laderas
y recogido las hermosas margaritas,
pero hemos errado mucho con los pies doloridos
desde los viejos tiempos. [ESTRIBILLO]
Los dos hemos vadeado la corriente
desde el mediodía hasta la cena,
pero anchos mares han rugido entre nosotros
desde los viejos tiempos.
[ESTRIBILLO]
Y he aquí una mano, mi fiel amigo,
y danos una de tus manos,
y ¡echemos un cordial trago de cerveza
por los viejos tiempos!.
[ESTRIBILLO]
Esta semana las Highlands se encuentran en posesión de uno de mis tesoros y, por ello, me gustaría que esta entrada sea un homenaje atan bella tierra.
Suenan unos escoceses que, si bien alcanzaron su cumbre en los años ochenta, aún hoy continuan en activo grabando discos y realizando actuaciones en directo.
Uno de sus más icónicos temas suena hoy acompañada de la letra de una canción tradicional escocesa basada en un poema de Robert Burns, uno de los más populares poetas de Escocia.
Es una canción muy popular que se canta en muchas celebraciones pero sobre todo en Año Nuevo y en lo que los escoceses llaman la Noche de Burns, que se celebra el 25 de Enero.
Durante la cena el poeta comparte protagonismo con las viandas típicas entre las que destaca el haggis (una especie de embutido realizado con visceras de cordero), todo ello acompañado de cerveza y whisky, escocés of course.
Auld long syne suele cerrar la velada, entonada por todos los comensales, en el brindis final.
Suene pues en el blog, junto con Simple Minds , esta canción tradicional escocesa para que el espíritu de Burns y los druidas celtas, y las hadas, gnomos y duendes protejan a la pequeña Claudia en su viaje, haciendo que este sea divertido y provechoso, trayéndola de regreso a casa sin novedad y llena de gozo por la aventura vivida.
Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de
cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda
inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren
allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no
goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la
melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño
y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por
desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es
bondad y es serenidad y es pasión. Por eso no tengo nunca un libro,
porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí
honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera
seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera
desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un
libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan
de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones
culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos
los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos
los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en
máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una
terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede,
que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre
fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que
tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque
son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos
libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir:
‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como
anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso
Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin,
estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes
y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en
carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos
libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía
terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es
decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque
la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o
frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura
toda la vida.
Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos
de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura
porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy
se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.
Discurso de Federico García Lorca en la inauguración de la biblioteca de su pueblo en Septiembre de 1931.
«Usted no tiene que quemar libros para destruir una cultura.
Sólo tiene que hacer que la gente deje de leerlos»
Comienzo desde la suposición de que el mundo está patas arriba. De que todo está mal. De que la gente equivocada está en la cárcel, y que la gente equivocada está fuera de la cárcel. De que la gente equivocada tiene poder, y la gente equivocada no tiene poder.
De que la riqueza está distribuida en este país y en el mundo de tal forma que no requiere simplemente una pequeña reforma si no que requiere una drástica redistribución de la riqueza.
Comienzo desde la postura de que no tenemos mucho que decir al respecto por que todo lo que tenemos que hacer es pensar en el estado actual del mundo y darnos cuenta de que todo está al revés.
Si no piensas, si simplemente escuchas lo que dice la televisión, lees cosas académicas, en efecto empiezas a pensar que las cosas no están tan mal. O que cosas pequeñas están mal.
Pero tienes que distanciarte un poco, y luego volver a mirar al mundo.
Y te horrorizas.
Asi que tenemos que comenzar desde la suposición de que las cosas están realmente patas arriba.
Y nuestro tema es patas arriba, desobediencia civil. Y en cuanto dices “El tema es la desobediencia civil”, lo que dices es “el problema es la desobediencia civil”. Ese no es el problema.
El problema es la obediencia civil.
El problema es la cantidad de gente en todo el mundo que han obedecido los dictados de los líderes de sus gobiernos y han ido a la guerra. Y millones han sido muertos por esta obediencia.
Reconocemos esto en la Alemania nazi. Sabemos que el problema entonces era la obediencia. Que la gente obedeció a Hitler. La gente obedeció. Eso estaba mal.
Deberían haber desafiado. Y deberían haber resistido. Y si todos hubiéramos estado allí, se lo hubiéramos enseñado.
Incluso en la Rusia estalinista podemos comprenderlo. La gente era obediente, todos esos rebaños de gente obediente.
¿Recordáis aquellos días de batallas cuando la gente era explotada por el feudalismo? Todo era horrible en la edad media.
Pero ahora tenemos la civilización occidental. El Imperio de la ley.
El Imperio de la ley ha regulado y maximizado la injusticia que existía antes de la regla de la ley. Eso es lo que ha conseguido el imperio de la ley.
Cuando en todas las naciones del mundo el imperio de la ley es la querida de los líderes y la peste de la gente, debemos empezar a reconocer esto. Debemos trascender estos límites nacionales de nuestro pensamiento.
Nixon y Brézhnev tenían mucho más en común de lo que tenemos nosotros con Nixon.
J. Edgar Hoover tenía mucho más en común con los directores de policía secreta soviética que con nosotros.Es la dedicación internacional a la ley y el orden lo que ata a los líderes de todos los países con un vínculo de camaradería.
Por eso nos sorprendemos tanto cuando se encuentran y dan la mano, se sonríen o se fuman puros.
Realmente se gustan entre ellos, sin importar lo que digan.
Lo que estamos intentado hacer, supongo, es realmente volver a los principios, objetivos y el espíritu de la declaración de independencia.
Este espíritu es resistente a la autoridad ilegítima y a la fuerzas que arrebatan a la gente de su vida y su libertad y su derecho a perseguir su felicidad.
Y por lo tanto, bajo estas condiciones, urge el derecho a alterar o abolir las actuales formas de gobierno y el acento está sobre abolir.
Pero para establecer los principios de la declaración de independencia, vamos a necesitar ir fuera de la ley. Parar de obedecer las leyes que exigen matar, o adjudicar la riqueza de la forma en que se ha hecho, o meter a la gente en la cárcel por pequeñas e insignificantes infracciones técnicas, y mantener a gente fuera de la cárcel por enormes crímenes.
Mi esperanza es que este espíritu tome lugar no solamente en este, si no además en otros países, por que todos lo necesitan.
La gente en todos los países necesitan el espíritu de la desobediencia al estado. Lo que no es algo metafísico, si no algo de fuerza y riqueza.
Y necesitamos algún tipo de declaración de interdependencia entre la gente de todos los países del mundo que luchan por las mismas cosas.
Discurso de Howard Zinn, pronunciado en Baltimore en 1970 en un foro sobre desobediencia civil.
Llevaba unos días dando vueltas a esta canción para ponerla en el blog para reanudar la sección de música hecha en Extremadura y no imaginaba que se convertiría en un obituario.
A través de un programa de televisión que se ha emitido recientemente, podríamos decir que redescubrí a Manolo Tena, en lo que se convirtió en un nuevo regreso del músico extremeño, tras superar una serie de problemas bastante recurrentes a lo largo de su vida.
Volví a descubrir al Manolo sensible, emocionado y emocionante, al poeta maldito con la sensibilidad a flor de piel y con la capacidad de tocarnos la fibra con su música y sus letras.
El artista que nos regaló temas como "Frío", "Quiero beber y no olvidar", "Tocar madera" o la más reciente "Princesa azul" también compuso temas para infinidad de artistas, poniendo su talento al servicio de muy diversos estilos musicales.
El tema que suena forma parte de su gran éxito de 1992 "Sangre española" y en él nos propone un viaje a la orilla del mar, donde estará él eternamente mirando las estrellas, soñando , mientras nos hace soñar a todos escuchando su música y cantando sus letras.
En los últimos días he escuchado muchasdefiniciones de Manolo, pero me gustaría destacar especialmente dos de ellas. La primera fué en el mencionado programa de televisión donde uno de sus compañeros dijo: "Es un puto genio este cabrón".
La segunda se la he escuchado a Rosendo Mercado y decía que si Frank Zappa fuera español se llamaría Manolo Tena.
¡Que la tierra te sea leve, Manolo, vivirás eternamente en tu música!
El recién llegado mes de Abril es homenajeado en el temazo que suena hoy en el blog.
En 1969 Deep Puple publica su tercer disco, con el mismo nombre de la banda, y sería el último que grabarían con la formación original.
Esta canción es la que cierra el citado álbum y, en palabras de Ritchie Balckmore "es un homenaje a ese mes muy esperado por la gente pero es uno de los meses más tristes para nosotros como banda por problemas personales".
La canción está compuesta por Blackmore y el teclista John Lord y suponen 12 minutos de una mezcla maravillosa de partes instrumentales con teclados, flautas, cuerdas y vientos y de partes vocales y de genuino rock and roll con la guitarra eléctrica y acústica de Ritchie, sin faltar la potente batería de Ian Paice, el bajo de Nick Simper y la voz de Rod Evans.
Como curiosidad queda el hecho de que nunca fué tocada en directo debido a su complejidad y a la cantidad de instrumentos necesarios para ello.
Espero que os guste y ponga banda sonora a vuestros buenos recuerdos y/o ayude a espantar fantasmas y tristezas.
Escuchando esta auténtica joya me viene a la mente una famosa frase que podríamos adaptar para definir lo que suena: ¿Es música clásica? ¿Es rock and roll? ¡No, es Deep Purple!