Démonos prisa a amar, la gente se va tan pronto, sólo dejan tras ellos sus zapatos y un teléfono mudo. Sólo lo fútil se arrastra pesadamente, lo importante es tan veloz que sucede de repente y luego un silencio normal y por eso insoportable, como la pureza nacida del más simple desconsuelo, cuando pensamos en alguien y nos quedamos sin él. No estés tan seguro de tener tiempo, lo seguro es inseguro, nos quita lo sensible como toda dicha, llega simultáneamente como el humor y lo solemne, como dos pasiones siempre más débiles que una. Desaparecen tan pronto como calla el tordo en julio, como un sonido algo torpe o como una sorda reverencia. Para ver de verdad cierran los ojos, aunque es más arriesgado nacer que morir. Amamos siempre poco y demasiado tarde. No escribas sobre esto con frecuencia, sino de una vez por todas y serás como un delfín bondadoso y fuerte. Démonos prisa a amar, la gente se va tan pronto y los que no se van, no siempre vuelven y al hablar de amor nunca se sabe si el primero es el último o el último el primero. Jan Twardowski |
domingo, 2 de abril de 2023
You make loving fun - Fleetwood Mac
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