En la extraordinaria película "El nombre de la rosa" (Jean-Jacques Annaud, 1986) basada en la novela del mismo título de Umberto Eco, hay una escena que se desarrolla en el scriptórium de la abadía en que se produce este diálogo entre Guillermo de Baskerville, franciscano llamado por el Prior para investigar la muerte de un joven monje y Jorge de Burgos, el anciano y ciego antiguo bibliotecario.
Varios monjes ríen mientras uno de ellos se sube a un taburete huyendo de un pequeño ratón, cuando irrumpe el viejo Jorge de Burgos
Jorge de Burgos: ¡¡Verba vana aut risui apta non loqui!! *
Espero que mis palabras no os hayan irritado hermano Guillermo. He oído a unas personas que reían de cosas risibles, los franciscanos, sin embargo, pertenecéis a una orden donde la risa se contempla con indulgencia.
Guillermo de Baskerville: Sí, es cierto, San Francisco de Asís tenía mucha tendencia a la risa
Jorge: La risa es un viento diabólico que deforma las facciones y hace que los hombres parezcan monos
Guillermo: Los monos no ríen…la risa es un atributo humano
Jorge: Como el pecado, Cristo nunca rio
Guillermo: ¿Podemos asegurarlo?
Jorge de Burgos: En ningún momento de las Escrituras se dice que riera.
Guillermo: Tampoco en ningún momento se dice que no lo hizo. Si hasta se sabe que los santos se valían del humor para ridiculizar a los enemigos de la fe. Por ejemplo, cuando los paganos sumergieron a San Mauro en agua hirviendo, él se quejó de que su baño estaba frío, el sultán metió su mano en él y se la escaldó
Jorge: Un santo sumergido en agua hirviendo no bromea con gracias infantiles, reprime sus gritos y sufre por la verdad
Guillermo: No obstante, Aristóteles dedicó su segundo libro de Poética al humor como instrumento de la verdad
Jorge: ¿Habéis leído esa obra?
Guillermo: No, claro que no, se perdió hace muchos siglos
Jorge: ¡No se perdió, jamás fue escrita! ¡Porque la Providencia no desea que se glorifiquen las cosas fútiles
Guillermo: ¡Oh eso es discutible, yo pienso…
Jorge: ¡YA BASTA! ¡Esta
abadía está entristecida por el dolor y vos pretendéis turbar nuestra pena con
burlas vanas!
* No pronunciar palabras vanas o que exciten la risa
Thomas Sean Connery in memoriam
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