Para mí siempre serás esa pequeña coqueta que se miraba en el espejo para ver lo guapa que la había puesto mamá o la personita responsable que con cinco años vigilaba el sueño de la pequeña Claudia.
La pequeña Claudia que llegó para revolucionar nuestras vidas y nuestros corazones. Esa pequeña que me hizo comprender al instante que es cierto lo que dijo el sabio, que el amor es lo único que crece cuando se reparte.
Otro sabio dijo que lo más importante que puede hacer un hombre por sus hijos es amar a la madre de ellos, y eso es lo que hago con la vuestra, todos los días de mi vida, desde el día que la conocí.
Como dice Ringo, el día que nos conocimos quedé prendado de vosotras. Cuando vuestras pequeñas manos tocaron mi dedo sentí que mi corazón sería siempre vuestro.
Pasasteis de mis sueños a mis brazos y desde entonces cada día me he sentido orgulloso de vosotras. Da igual la edad que tengáis, para mí siempre seréis esa pequeña, siempre seréis mi bebé.
Fantástico tema de Richard Starkey Jr., en el que el batería de los Beatles, encarna en música el amor a los hijos, que me llena de buen rollo y me produce unas ganas enormes de proclamar a los cuatro vientos el amor que siento por mi familia.
¡Espero que la disfrutéis!
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