Nervioso, pero sin duelo a toda la concurrencia por la mala voz suplico perdón y condescendencia. Con mi cara de ataúd y mis mariposas viejas yo también me hago presente en esta solemne fiesta. ¿Hay algo, pregunto yo más noble que una botella de vino bien conversado entre dos almas gemelas? El vino tiene un poder que admira y que desconcierta transmuta la nieve en fuego y al fuego lo vuelve piedra. El vino es todo, es el mar las botas de veinte leguas la alfombra mágica, el sol el loro de siete lenguas. Algunos toman por sed otros por olvidar deudas y yo por ver lagartijas y sapos en las estrellas. El hombre que no se bebe su copa sanguinolenta no puede ser, creo yo cristiano de buena cepa. El vino puede tomarse en lata, cristal o greda pero es mejor en copihue en fucsia o en azucena. El pobre toma su trago para compensar las deudas | Si me dieran a elegir El ciego con una copa ve chispas y ve centellas y el cojo de nacimiento se pone a bailar la cueca. El vino cuando se bebe con inspiración sincera sólo puede compararse al beso de una doncella. Por todo lo cual levanto mi copa al sol de la noche y bebo el vino sagrado que hermana los corazones. Nicanor Parra (Chile, 1914-2018) |
jueves, 29 de junio de 2023
Old red wine - The Who
lunes, 26 de junio de 2023
Once upon a time in the west - Dire Straits
Como pájaros ciegos, prisioneros, como temblantes alas detenidas o cánticos sujetos, suben amargamente hasta la luz aguda de los ojos y el desgarrado gesto de la boca, los latidos febriles de la sangre, petrificada ya, e irrevocable: No pasarán. Como la seca espera de un revólver o el silencio que precede a los partos escuchamos el grito; habita en las entrañas, se detiene en el pulso, asciende de las venas a los labios: No pasarán. No pasarán. ¡Cómo llena ese grito todo el aire y lo vuelve una eléctrica muralla! Detened al terror y a las mazmorras, para que crezca, joven, en España, la vida verdadera, la sangre jubilosa, la ternura feraz del mundo libre. ¡Detened a la muerte, camaradas! Octavio Paz |
Entiéndase esta entrada como un homenaje al pasado y, al mismo tiempo, una advertencia sobre un futuro que me temo.
jueves, 22 de junio de 2023
Agárrate a mí, María - Los Secretos
El grupo que suena hoy siempre ha sido una de mis bandas favoritas. Desde hace un tiempo, esta relación se hizo más especial e intensa a raíz de un acontecimiento que me llenó, al mismo tiempo, de placer y de orgullo.
Mi hija María desarrollaba sus estudios de música y participó en un concierto con la orquesta del Conservatorio junto con Los Secretos en el Palacio de Congresos de Cáceres.
Me parecía mentira que la pequeña que agarraba mi mano cuando aprendía a dar sus primeros pasos, se hubiera convertido en una bella adolescente que tocaba el violín y compartía conmigo su pasión por la música.
También me parece mentira que recientemente esté dando sus primeros pasos en el mundo laboral tras completar su etapa universitaria.
La pasión por la música y por la vida he tratado de inculcársela desde su llegada a nuestras vidas y la frase que le repetía cuando aprendía a caminar, y en todas las etapas de su trayectoria, "agárrate a mí, María", es el título del temazo de los hermanos Urquijo que suena hoy en el blog.
Mi mano siempre estará ahí para que te agarres y nos gustaría que no estuvieras muy lejos nunca, pero sabemos que eso es imposible, que debes soltar amarras y navegar sola pero recuerda, agárrate a mí, María, siempre que lo necesites.
¡Salud y que los vientos te lleven a puertos cargados de amor, vida y felicidad!
domingo, 18 de junio de 2023
I'm ready to go - Dion
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
mas recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
Antonio Machado
miércoles, 14 de junio de 2023
He ain't heavy, he's my brother - The Hollies
El filósofo, matemático, historiador y crítico social, Bertrand Russell, en una entrevista de 1959 dejaba este mensaje para las generaciones futuras.
Casi al final de la entrevista, John Freeman le dice:
Una última pregunta: supongamos profesor Russell… que esta grabación sea vista por nuestros descendientes, como los Manuscritos del Mar Muerto, en un período de cientos de años.
¿Qué piensa usted que valdría la pena decirle a esa generación sobre la vida que usted vivió y las lecciones que usted de ella aprendió?
La respuesta de Bertrand Russell fue la siguiente:
- «Me gustaría ver dos cosas: una intelectual y una moral.
Lo intelectual que me gustaría decirles es esto: cuando estés estudiando cualquier tema o considerando cualquier filosofía, pregúntate a ti mismo únicamente: ¿cuáles son los hechos? ¿y cuál es la verdad que los hechos sostienen? Nunca te dejes desviar, ya sea por lo que tú deseas creer o por lo que crees que te traería beneficio si así fuese creído. Observa únicamente e indudablemente cuáles son los hechos. Eso es lo intelectual que quisiera decir.
Lo moral que quisiera decirles es muy simple. Debo decir: El amor es sabio, el odio es estúpido. En este mundo, que cada vez se vuelve más y más estrechamente interconectado, tenemos que aprender a tolerarnos unos a los otros, tenemos que aprender a aceptar el hecho de que alguien dirá cosas que no nos gustarán. Solamente podemos vivir juntos de esa manera. Si vamos a vivir juntos, y no a morir juntos, debemos aprender un poco de caridad y un poco de tolerancia, que es absolutamente vital para la continuación de la vida humana en este planeta»
¡Salud y que siempre triunfe el amor frente al odio y al miedo!
sábado, 10 de junio de 2023
White room - Cream
En el jardín de un hospicio conocí a un joven de rostro pálido y hermoso, allí internado.
Y sentándome junto a él sobre el banco, le pregunté:
–¿Por qué estás aquí?
Me miró asombrado y respondió:
–Es una pregunta inadecuada; sin embargo, contestaré. Mi padre quiso hacer de mí una reproducción de sí mismo; también mi tío. Mi madre deseaba que fuera la imagen de su ilustre padre. Mi hermana mostraba a su esposo navegante como el ejemplo perfecto a seguir. Mi hermano pensaba que debía ser como él, un excelente atleta. Y mis profesores, como el doctor de filosofía, el de música y el de lógica, ellos también fueron terminantes, y cada uno quiso que fuera el reflejo de sus propios rostros en un espejo. Por eso vine a este lugar. Lo encontré más sano. Al menos puedo ser yo mismo.
Enseguida se volvió hacia mí y dijo:
–Pero dime, ¿te condujeron a este lugar la educación y el buen consejo?
–No, soy un visitante –respondí.
–Oh –añadió él–, tú eres uno de los que viven en el hospicio del otro lado de la pared.
miércoles, 7 de junio de 2023
Vuelvo a Granada - Miguel Ríos
Camino por una ciudad
que ya no me habita.
La toco descosida,
le
salen
hormigas
de los ladrillos de las paredes,
suenan alarmas
y ya no responden sirenas
—si acaso le han salido hormigueros
en cada jardín—.
Juraría que todo está cambiado.
Juraría que antes aquí
había mar.
O cielo.
Juraría que yo sobrevolé esta ciudad
con más alas
que años.
[...]
Cuando uno se marcha,
se da cuenta de que hogar no es de donde vienes
ni a donde vas.
Llevamos la casa a cuestas,
y a veces son tan empinadas y estrechas
que la abandonamos a mitad de camino.
Por eso,
cuando nos perdemos a nosotros mismos
cuesta tanto sentirse a salvo.
Cuando uno se marcha
y vuelve al tiempo,
lo hace con otro color de ojos,
con un peso diferente en las manos,
con un sabor distinto en la espalda,
con un corazón que late en emigrante.
Cuando uno se marcha
y regresa,
se encuentra con un lugar maquillado y extraño,
una ciudad puesta en gala para otros,
como esa chica a la que rechazamos
y se vuelve, de repente,
un ser precioso y no apto para nosotros.
La relación entre un emigrante voluntario
y su ciudad de origen
es como la de una pareja que creció junta
y quiso amarse toda la vida para abandonarse después:
los residuos de un amor que se presentaba eterno
y de una ruptura que se declaró inevitable.
[...]
Ni todos los lugares de los que uno se va
se pausan
ni todas las personas que uno abandona
se quedan.
Pero a ti podría decirte
que haré de cualquier lugar que lama tus huellas
tu hogar.
A ti podría decirteque si algún día me abandonas
me colocaré delante,
justo en ese preciso lugar
que no te permita nunca
mirar hacia atrás con pena.
A ti podría decirte
que has de saber que ya ocupas mis ojos,
que llevo tu risa incrustada en mis arterias,
que no hay lugar en mi cuerpo en el que no quepa tu pena,
que cuando no tengas un sitio al que volver
pienses que tienes abiertos todos mis huecos.
A ti podría decirte
que si un día te sientes perdida
dentro de ti misma,
daré con la solución a tu laberinto
abriéndome el pecho
y poniéndote delante,
justo en ese lugar donde hablo tanto de ti
que no te costará esfuerzo reconocerte
y volver a encontrarte.
A ti podría decirte
que para mí
cualquier lugar
es mi casa
si eres tú
quien abre
la puerta.
Elvira Sastre
sábado, 3 de junio de 2023
The letter - The Box Tops
¿Quién es el dueño de una carta: el remitente o el destinatario ? Acaso el correo, en su trayecto al menos.
¿Quién es el dueño de la herida: el que la causa, o el que la padece ? ¿ No son caras las dos de una misma moneda ? O quizá el dueño es el sentimiento que les clava su dardo. Quien ama, quien es amado y el amor: ese arquero que nos llaga a ambos, ese puente levadizo en que se encuentran y desencuentran...
El dueño de la herida es el verdugo y es la víctima; es el idólatra y es su ídolo; pero, sobre todo, aquello que los vincula o los enfrenta, sea cual sea su nombre. Porque hay amores que no saben el suyo verdadero.
El dueño de la herida
Antonio Gala (Brazatortas, 1930 - Córdoba, 2023)
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