Yo sonreí.Ellos me miraron tranquilos.
Todo está bien-dije-,
y siguieron con sus vidas.
Soy bastante bueno en esto,
soy bueno en el arte
de fingir sonrisas
cuando el mundo
me pide un par de lágrimas.
Una sonrisa, sin duda,
es un buen escudo.
Al menos no preguntan,
y yo con eso me conformo.
Carlos Kaballero
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