En una cajita de fósforos se pueden guardar muchas cosas. Un rayo de sol, por ejemplo (pero hay que encerrarlo muy rápido, si no, se lo come la sombra) Un poco de copo de nieve, quizá una moneda de luna, botones del traje del viento, y mucho, muchísimo más. Les voy a contar un secreto. En una cajita de fósforos yo tengo guardada un lagrima, y nadie, por suerte la ve. Es claro que ya no me sirve Es cierto que esta muy gastada. Lo se, pero que voy a hacer tirarla me da mucha lastima Tal vez las personas mayores no entiendan jamas de tesoros Basura, dirán, cachivaches no se porque juntan todo esto. No importa, que ustedes y yo igual seguiremos guardando palitos, pelusas, botones, tachuelas, virutas de lápiz, carozos, tapitas, papeles, piolín, carreteles, trapitos, hilachas, cascotes y bichos. En una cajita de fósforos se pueden guardar muchas cosas. Las cosas no tienen mamá. María Elena Walsh |
El corazón es esa cajita de fósforos donde guardamos nuestros tesoros más preciados y también algunos secretillos no tan agradables. Debemos guardar muchos de los primeros para que lo alimenten y se encuentre satisfecho y ninguno de los últimos que hacen que nuestro corazón se encuentre hambriento de felicidad.
¡Salud y que el corazón se imponga a la razón!
No hay comentarios:
Publicar un comentario