Continuamos con nuestras entradas dedicadas a la luna con este temazo del, nunca suficientemente reconocido, genio irlandés de la guitarra.
Forma parte de su sexto álbum de estudio (Calling Cards) y su título en español es "Hijo de la luna" (a buen seguro que se os viene a la mente un gran éxito de Mecano, escuchadlo, si queréis, porque merece la pena) y es una muestra más de la maestría de Rory ante las seis cuerdas de acero.
Es una canción con la que Rory se acerca al hard rock y se aleja un poco de su blues habitual. Sea como fuere lo cierto es que te llena de energía y te hace viajar hasta donde desees, incluso a la luna.
Una Luna que, en realidad no cambia ni de tamaño ni de forma, lo que cambia es la percepción que tenemos de ella desde la Tierra.
Una luna que cuando asoma en el horizonte, asoma e ilumina a todos, ricos y pobres, afortunados y desgraciados y para todos muestra siempre la misma cara.
Esa luna que ha supuesto una obsesión para muchos, para pisarla se han invertido miles de millones de monedas del vil metal, el mismo vil metal que impide que a unos pocos desgraciados se les impida pisar tierra y puedan contemplar la luna y soñar con algo más que no sea sobrevivir.
Ojalá que muy pronto pongamos los pies sobre la tierra y nos demos cuenta de que todos somos iguales, habitantes del planeta y, en cierta forma, hijos de la luna.
!Salud, música, justicia e igualdad para todos, para siempre!
Dedicado a todos los que a bordo del Open Arms (y todos los barcos que se dedican a tan noble fin) sueñan con bajar a tierra, unos para alcanzar sus sueños y su futuro y otros para poder volver al mar a rescatar sueños y futuros.
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