Cuando se mezclan numerosas cervezas con jóvenes de más de 50 y a alguien se le ocurre sacar una guitarra (aún puede ser peor si las guitarras son dos) la cosa suele acabar , sevillanas, bambas y similares aparte, con una revisita a los clásicos.
Entre los clásicos suelen estar algunos componentes de la Nueva Trova cubana y el maestro Silvio Rodríguez no puede faltar.
Algo parecido a lo que os cuento pasó el otro día en una cena con unos amigos y aunque la canción de la entrada de hoy no sonó, vino a mi memoria durante la búsqueda de otras muchas que, con mayor o menor acierto, fueron entonadas en la sobremesa.
Al día siguiente, intentando paliar los síntomas de una pequeña resaca me puse música tranquila y , en un momento dado, "Ójala" sonó y fué mi mujer quien me comentó el asunto que ha dado lugar a esta entrada.
Siempre la he escuchado como un tema de amor, bellísimo tema de amor/desamor, que muestra la poesía y la sensibilidad de Silvio a la hora de componer. Aunque es cierto que la letra siempre me ha resultado un poco enigmática y contiene algunos pasajes que no encajan mucho en lo que es una canción de amor al uso, supuse que no entendía del todo las metáforas y los recursos literarios del maestro.
Sí había leído algunas teorías (supongo que unas más disparatadas que otras) acerca de que en realidad el tema estaba dedicado a su esperanza y posterior desilusión de la revolución cubana dirigida por Fidel Castro, otras apuntaban a que se refería al dictador chileno Pinochet (esta debe ser de las más disparatadas si consultamos la cronología de los hechos). Incluso creo recordar haber leído u oído que el destinatario de las palabras de uno de los más grandes representantes de la canción cubana y de autor, era nada más y nada menos que Adolf Hitler (tal vez a disparatada a ésta no le gane ninguna)
Pero el dato por el que decidí que Silvio sonara hoy, es la observación que me hizo mi mujer acerca de la frase "una luz cegadora un disparo de nieve" y que en realidad la letra que canta Silvio dice "una luz cegadora un disparo de Nievi" (he oido muchas interpretaciones del tema y en casi todas me parece escuchar Nievi).
Me puse a indagar y me encontré con que Vassili Grigórievich Záitsev alias "Nievi" fué un francotirador ruso que se convirtió en leyenda en la batalla de Stalingrado durante la II Guerra Mundial donde, según las fuentes, abatió entre 150 y 250 soldados alemanes.
El mote de Nievi, posiblemente proviene del fusil que usaba, y que durante los años 60 era el que utilizaban todos los soldados cubanos pues era incluido en la ayuda militar rusa que recibía la isla.
Lo cierto es que el propio cantautor ha explicado varias veces que la canción está dedicada a Emilia, su primer amor y en la web oficial de Silvio aparecen las letras de varios temas y en Ojalá aparece claramente escritos la luz cegadora y el disparo de nieve (http://www.zurrondelaprendiz.com/canciones/ojala)
Estos dos datos acabarían con la teoría que estamos exponiendo hasta ahora y pondrían fin a todo tipo de elucubraciones y divagaciones que nuestra imaginación fuera capaz de elaborar. Pero cuando la música se viste con el traje de la poesía, y para eso el gran Silvio Rodríguez es único, uno de sus encantos es disfrutar de la música al tiempo que intentar descifrar las metáforas y buscar alternativas a tan bellas palabras. Sea cual sea la verdad, ésta pasa a un segundo plano ante la belleza, la magia y el encantamiento de la poesía y de la música de este flautista de Hamelin del Caribe (con tu permiso, Aute). ¡Salud y a disfrutar de la música, de la poesía y del amor!
En septiembre,
ponen sus huevos los saltamontes.
En septiembre,
berrean los ciervos
porque quieren hembra.
En septiembre,
berrean los sintrabajo
porque tienen hambre.
En septiembre,
gritan las paridoras
porque tienen hombre.
En septiembre,
se examinan los estudiantes
porque tienen suspensos.
En septiembre,
se llenan los campos de pequeños saltamontes,
se llenan los bosques de bellos cervatillos
y las salas de partos
se llenan de niños.
La ciudad se embaraza
de pequeñas revoluciones
y los amantes se cogen del sexo.
Los amantes en septiembre
se aman como siempre.
Todo esto y que llega el otoño
sucede en septiembre.
Somos cinco mil Somos cinco mil aquí. En esta pequeña parte de la ciudad. Somos cinco mil. ¿Cuántos somos en total
en las ciudades y en todo el país? Somos aquí diez mil manos que siembran y hacen andar las fábricas. ¡Cuánta humanidad con hambre, frío, pánico, dolor, presión moral, terror y locura! Seis de los nuestros se perdieron en el espacio de las estrellas. Un muerto, un golpeado como jamás creí se podría golpear a un ser humano. Los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores, uno saltando al vacío, otro golpeándose la cabeza contra el muro, pero todos con la mirada fija de la muerte. ¡Qué espanto causa el rostro del fascismo! Llevan a cabo sus planes con precisión artera sin importarles nada. La sangre para ellos son medallas. La matanza es acto de heroísmo. ¿Es éste el mundo que creaste, Dios mío? ¿Para esto tus siete días de asombro y trabajo? En estas cuatro murallas sólo existe un número que no progresa. Que lentamente querrá la muerte. Pero de pronto me golpea la consciencia y veo esta marea sin latido y veo el pulso de las máquinas y los militares mostrando su rostro de matrona lleno de dulzura. ¿Y Méjico, Cuba, y el mundo? ¡Qué griten esta ignominia! Somos diez mil manos que no producen. ¿Cuántos somos en toda la patria? La sangre del Compañero Presidente golpea más fuerte que bombas y metrallas. Así golpeará nuestro puño nuevamente. Canto, que mal me sales cuando tengo que cantar espanto. Espanto como el que vivo, como el que muero, espanto. De verme entre tantos y tantos momentos del infinito en que el silencio y el grito son las metas de este canto. Lo que nunca vi, lo que he sentido y lo que siento hará brotar el momento...
Víctor Lidio Jara Martínez (Lonquén,1932-Santiago de Chile,1973)
El 16 de Septiembre de 1973, tras ser sometido durante varios días a brutales torturas e interrogatorios, era asesinado por los secuaces del golpista y dictador sanguinario Augusto Pinochet.
Sus últimos días los pasó internado en el estadio de Chile y fue donde escribió el poema que acompaña la voz de Víctor en la entrada de hoy. El texto fue circulando de un preso a otro hasta que uno de ellos pudo sacarlo al exterior y se convirtió en un símbolo de denuncia de lo que pasaba en Chile en esos fatídicos días.
Su música y su espíritu de rebelión y lucha por la justicia serán eternos.
Somos lo que soñamos ser Y ese sueño, no es tanto una meta Como una energía Cada día es una crisálida
Cada día alumbra una metamorfosis Caemos, nos levantamos Cada día la vida empieza de nuevo La vida es un acto de resistencia y de reexistencia Vivimos, revivimos Pero todos esos tienen la memoria Somos lo que recordamos La memoria es nuestro hogar nómada Como las plantas o las aves emigrantes Los recuerdos tienen la estrategia de la luz Van hacia delante A la manera del remero que se desplaza de espaldas para ver mejor Hay un dolor parecido al dolor de muelas A la pérdida física Y es perder algún recuerdo que queremos Esas fotos imprescindibles en el álbum de la vida Por eso hay una clase de melancolía que no atrapa Sino que nutre la libertad En esa melancolía como espuma en las olas Se alzan los sueños. Manuel Rivas
Hay grupos que consiguen un éxito arrollador con una sola canción que arrasa en las listas de medio mundo pero resulta difícil recordar algún otro tema de ellos. Es lo que en el mundo de la música se conoce como "one hit wonder".
Por otro lado, existen canciones que apenas suenan los primeros acordes, la inmensa mayoría de la gente la conoce y sabe que la ha escuchado cientos de veces, sin embargo, solo unos pocos son capaces de decir el nombre de la canción y muchos menos serían capaces de identificar el nombre del grupo que la canta.
El tema que suena en la entrada de hoy cumple todos los requisitos para ser incluido en los dos casos anteriores.
Cuando en 1967, Fred de Wilde abandona su grupo de música para unirse al ejército, y es sustituido por Mariska Veres, el destino de Shocking blue cambia para siempre. Hasta entonces eran una banda de La Haya que intentaba abrirse camino en el mercado local.
En 1969 graban la canción que suena hoy en el blog, y se convierten en un fenómeno de masas que arrasa en medio mundo y que los situa en la cima de la música de los 70.
El talento de Mariska, su buen hacer encima del escenario y su imagen de mujer exótica y atractiva, unida a la letra de su canción la convierten en una diosa inalcanzable para los mortales, consciente de su sensualidad y convertida en deseo de todos.
El guitarrista Robbie van Leeuwen, autor de la canción, reconoció que se inspiró en la versión que hizo Tim Rose del clásico norteamericano "Oh Susannah", sin embargo, nunca se reclamó nada por parte de Tim.
En 1963 el tema de Rose había sido grabado por "The Big Three" y en 2011, Neil Young y su caballo loco, grabaron una nueva versión del "Oh Susannah" para su disco de nombre "Americana".
En fin, para nosotros lo importante es escuchar este temazo de los holandeses "Shocking blue" y, arrastrados por la música y por la potente voz de Mariska Veres, soñar con esa diosa del amor y la belleza llamada Venus.
Mi boca tendrá ardores de averno, mi boca será para ti un infierno de dulzura, los ángeles de mi boca reinarán en tu corazón, mi boca será crucificada
y tu boca será el madero horizontal de la cruz, pero qué boca será el madero vertical de esta cruz.
Oh boca vertical de mi amor, los soldados de mi boca tomarán al asalto tus entrañas,
los sacerdotes de mi boca incensarán tu belleza en su templo, tu cuerpo se agitará como una región durante un terremoto, tus ojos entonces se cargarán de todo el amor que se ha reunido en las miradas de toda la humanidad desde que existe. Amor mío mi boca será un ejército contra ti, un ejército lleno de desatinos, que cambia lo mismo que un mago sabe cambiar sus metamorfosis, pues mi boca se dirige también a tu oído y ante todo mi boca te dirá amor, desde lejos te lo murmura y mil jerarquías angélicas que te preparan una paradisíaca dulzura en él se agitan, y mi boca es también la Orden que te convierte en mi esclava, y me da tu boca Madeleine, tu boca que beso Madeleine.
Nuestra causa va mal. La oscuridad aumenta. Las fuerzas disminuyen. Ahora, después de haber trabajado durante tanto tiempo nos hallamos en una situación peor que al comienzo. Sin embargo, el enemigo sigue ahí, más fuerte que nunca. Sus fuerzas parecen acrecentadas y presenta un aspecto invencible. No se puede negar que hemos cometido errores. Nuestro número se reduce. Nuestras palabras de orden se encuentran en desorden. El enemigo distorsiona muchas de nuestras palabras hasta hacerlas irreconocibles. Aquello que dijimos, ahora parece falso: ¿Mucho o poco, con qué contamos ya? ¿Somos lo que ha quedado, marginados de la corriente de la vida? ¿Marcharemos hacia atrás, sin nadie que nos comprenda y sin comprender a los demás? ¿No hemos tenido suerte? Tú preguntas estas cosas. No esperes ninguna respuesta salvo la tuya. Bertolt Brecht
