lunes, 14 de diciembre de 2015

What it is - Mark Knopfler



© El Roto
Ya se está acercando, si es que no está aquí ya, el bombardeo continuo y constante, desde todos los medios, apelando a un supuesto espíritu navideño que concentra, en unos días, la bondad y la solidaridad que deberían estar presentes durante todo el año.

No deberíamos caer rendidos y sumergirnos en el edulcorado y consumista ambiente que nos rodeará, pero tampoco deberíamos convertirnos en modernos Mr. Scrooge, pues de esos, ya tenemos bastantes. La Navidad, en sí misma, no es mala; veámosla de una manera diferente a la que nos proponen los centros comerciales, por ejemplo como un viaje a la infancia, o el reencuentro con un amigo.

En el término medio está la virtud, que diría el sabio. Me parece que el inicio de "Historia de dos ciudades" de Charles Dickens, refleja esa dualidad permanente en la historia del ser humano y me parece que describe perfectamente la época en que se ambienta la novela, y también la nuestra:
“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos directos al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto”


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