viernes, 20 de octubre de 2023

Shiny happy people - REM




Instrucciones para reír

Aristóteles decía que el hombre es el único animal que ríe. Y riendo conocerás lo que vale cada uno, al menos eso pensaba un poeta inglés del siglo XVII, John Donne. ¿Cómo?, muy sencillo. Sabrás que es una persona si se ríe; que es inteligente si sabe de qué reír; y que es valiente si se atreve a reírse.

Casi podría decirse que existe un arte de la risa. Para quien quiera practicarlo, el poeta romano Ovidio escribió un breve manual de instrucciones. «Aprende a reír-recomienda-, quien sabe hacerlo tiene mucho encanto». Su primer consejo es que la abertura de la boca sea moderada. Si es posible, que salgan hoyuelos a los lados, eso siempre favorece. Entrénate para que el borde de los labios oculte el nacimiento de los dientes y evita enseñar las encías. Mejor si la carcajada no sacude demasiado tu cuerpo ni te tuerce la boca, no conviene parecer trastornado. Favorece la risa que no desfigura. El secreto consiste en irradiar alegría sin espasmos ni ahogos, que nadie pueda confundirse creyendo que lloras o te atragantas. También merece la pena prestar atención al sonido. Debería fluir con suavidad de tu boca, ni ronco ni entrecortado. Que no suene como un rebuzno. Dale una música íntima, un tintineo agradable que no se oiga desde lejos, que tenga el aire de una confidencia. El último aspecto importante es la distancia. Si tienes un olor de boca fuerte, nunca te rías en ayunas y procura siempre distanciarte discretamente de los que te hablan. En resumen, piensa que con tu forma de reír puedes atraer o ahuyentar al prójimo. Hay que tomarse en serio la risa.

Irene Vallejo (El futuro recordado, 2020)

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