Su historia, que auguraba muerte en vida
a fuerza de luchar contra el destino,
compuso en cicatrices las heridas
y echó a volar con piernas torbellino.
Tapando su talento con un velo,
la blanca dama marca hoy otro gol,
y se lleva con ella para el cielo
a la Reina ideal del Rock & Roll.
Con música y con ganas y coraje,
aprovechó las horas en el viaje
para tener la sangre de la fiera.
Hoy leo con pesar su obituario
al tiempo que atraviesa el escenario
la sombra, ya inmortal, de una pantera.
El poeta enmascarado
Encontré este soneto en internet y me gustó como acompañante de uno de los grandes éxitos de Tina, compuesto por Mark Knopfler y en el que suena la guitarra de Jeff Beck, y que supone una crítica al mundo de la prostitución y a la sordidez que lo rodea.
Ha visitado varias veces el blog y, a buen seguro, aparecerá más veces aunque hoy, lamentablemente, sea como homenaje/obituario a la diosa de ébano.
Uno de sus icónicos temas sonó en el blog y, empañados, como esos cristales, se muestran nuestros ojos cuando escuchamos su inconfundible voz y recordamos sus infinitas piernas y el movimiento sensual de sus caderas.
Nos ha dejado una reina, hemos perdido una diosa.
Descanse en paz Anna Mae Bullock.
¡Salud y Tina for ever!
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