A menudo donde acaba la historia comienza la leyenda. Hoy vamos a escuchar un tema que forma parte del final de una historia y, por tanto, pertenece al principio de la leyenda.
Hoy suena en el blog "Come together" incluido en "Abbey Road", último disco de estudio grabado por los cuatro de Liverpool, pues aunque "Let it be" se publicó después, lo cierto es que se había grabado con anterioridad.
El origen de la canción es curioso pues nació como parte de una campaña política en apoyo de Timothy Leary, psicólogo, escritor y entusiasta defensor del uso del LSD, que era amigo de Lennon y que, en 1969, anunció que le disputaría a Ronald Reagan el puesto de Gobernador de California. El lema de su campaña sería "come together, join the party".
Leary había tenido varios problemas con la justicia, casi todos por posesión de sustancias prohibidas y, ese mismo año, fue detenido y encarcelado por posesión de dos cigarrillos de marihuana y ahí acabó su fugaz carrera política.
Nunca sabremos si la historia de USA y del mundo hubiera cambiado sustancialmente si el ínclito Leary hubiese disputado y ganado el puesto de gobernador al malvado Ronald.
Lennon siguió adelante con la canción y hubo de enfrentarse a un juicio por plagio promovido por la editora musical de Chuck Berry que lo acusaba de utilizar una línea de "You can’t catch me". Finalmente se resolvió con el compromiso de John de grabar otras canciones de la productora musical. En su álbum de 1975, "Rock'n'roll" , saldó su deuda.
La grabación del tema que suena estuvo marcada por el mal ambiente que se respiraba entre los miembros del grupo que, definitivamente, acabarían con la disolución de la banda. La presencia de Yoko Ono, durante las sesiones de grabación, no fue bien recibida por parte de los otros componentes pues decían que Lennon estaba más pendiente de ella, que se recuperaba de un accidente de coche en una cama que John había hecho instalar en el estudio, que del trabajo de grabación de la banda.
En la grabación de la canción, John tocó la guitarra rítmica, cantó y tocó los arreglos de teclado, aunque habían sido hechos por Paul. Lennon, además, pronuncia "Shoot me" acompañado de sus palmas y del famosísimo riff de bajo de McCartney.
La envidia y la lucha de vanidades y de egos acabó por dinamitar una leyenda de la música rock que anunció su disolución definitiva el 10 de abril de 1970. Antes, el 30 de enero de 1969 actuaron por última vez en directo en el mítico concierto en la azotea de Apple Records.
Como siempre que, en cualquier grupo de gente inmerso en la consecución de un objetivo, se deja de remar juntos en una dirección y aparecen las, supongo que inevitables, envidias y batallas por acaparar protagonismo, se termina la armonía y el buen rollo y todo se va al garete.
Posiblemente todas esas luchas oscuras e intestinas, contribuyeron al nacimiento y posterior engrandecimiento de su leyenda.
¡Salud y que nuestros egos, al menos de vez en cuando, dejen paso al nobis!
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