Nuestra canción con nombre de mujer de hoy, aunque no soy de celebrar santos, quiero que sea un homenaje a todos los pueblos de España que están en fiestas y, especialmente, para todas las Marías, empezando por la mía, y viene de la mano del gran J.J. Cale.
Un tipo que vivió discretamente, sin llamar la atención salvo cuando acariciaba las seis cuerdas de su guitarra y sonaba su laid back, mezcla de rock, blues, jazz, folk y blues, tocado de forma lenta, sin prisa, que te acaricia el alma y te reconcilia con el mundo.
La canción de hoy forma parte del que sería su último disco de estudio publicado en vida, en el que nos dejó un buen puñado de buenas canciones, y donde demostraba que mejoraba con los años.
Cuando comenzó su carrera, allá por el año 1971, a pesar de ser un gran músico, el éxito se le resistía. El gran público lo conoció a través de las versiones que, de algunos de sus temas hicieron Lynyrd Skynyrd (Call me the breeze) y Eric Clapton (Cocaine y After midnight). De hecho se comentó que el éxito de Clapton en esta última adaptación le hizo dejar su intención de abandonar su carrera musical dada su escasa repercusión hasta entonces. Afortunadamente abandonó esa idea y siguió regalándonos su música para el disfrute y placer de todos los amantes de su música.
Ha visitado el blog en varias ocasiones y en una de ellas ya puse las palabras de su esposa Christine Lakeland que me parecen una definición perfecta de lo que supone escuchar a John Weldon Cale : "Te sientas en el porche de casa a la caída de la tarde, abres unas cervezas y escuchas tocar a Cale. No existe nada mejor".
Disfrutad pues de la guitarra del genio de Oklahoma que ha sido maestro y referente de varias generaciones de guitarristas y ha sido admirado y versionado por multitud de artistas, entre los que podemos citar a Tom Petty, John Mayer, Kansas, Brian Ferry y Jerry García, además de los ya citados Clapton y Lynyrd Skynyrd.
¡Salud, abrid una cerveza y disfrutad de la música de J. J. Cale!
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