Tormenta de verano
Están cogidos de la mano
en silencio,
bajo los soportales.
El niño mira su columpio,
muy triste,
bajo la lluvia,
y no lo entiende.
El padre mira al niño:
es la vida, hijo
—quisiera poder decirle—,
y no ha hecho más que empezar.
Karmelo Iribarren (San Sebastián, 1959)
¡Que llueva, que llueva!
el agua de arriba
¡Que llueva, que llueva!
será recogida.
¡Que llueva, que llueva!
que venga del cielo
¡Que llueva, que llueva!
que caiga hasta el suelo.
¡Que llueva, que llueva!
a veces temida
¡Que llueva, que llueva!
siempre bienvenida.
¡Que llueva, que llueva!
que moje los campos
¡Que llueva, que llueva!
y empape la vida.
Comandante Ternura
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