jueves, 17 de enero de 2019

You dont mess with Jim - Jim Croce




París, 19 de noviembre de 1957

Querido señor Germain: 



Esperé a que se apagara un poco el ruido de todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza no hubiese sucedido nada de esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser un alumno agradecido. Un abrazo con todas mis fuerzas,

Albert Camus



Esta es la carta que escribió Albert Camus a su maestro de Primaria, el sr. Louis Germain, tras haber recibido el Premio Nobel de Literatura, en agradecimiento por el trato que le dispensó siendo un niño y por haber despertado en él la curiosidad y el ansia de aprender.

Este gesto de un escritor en la cima de su carrera literaria hacia un simple maestro de escuela demuestra los valores morales de Camus y la importancia que tuvieron en su vida las enseñanzas de ese profesor que lo marcó para siempre.

Que siempre seamos conscientes de la importancia de la educación en el desarrollo personal del hombre y de la labor importantísima y nunca suficientemente reconocida que desarrollan esos maestros anónimos que con sus enseñanzas y, sobre todo, con su ejemplo consiguen inculcar en los niños los valores que los convertirán en ciudadanos honrados y honestos, en buenas personas.

A ver si es posible que los gobiernos entiendan la importancia de la educación y elaboren de una vez por todas una ley de educación estable y una escuela pública y de calidad contando con los profesionales del sector, dejando a un lado los intereses políticos y partidistas para formar ciudadanos libres y con criterio y no borregos que depositen su voto en la urna cada vez que se les convoque.

¡Salud y que viva la escuela pública y los maestros!


No hay comentarios: