La celebración del lagarto
Leones
en la calle y perros vagabundos
en
celo, rabiosos, que echan espuma por la boca.
Una
fiera enjaulada en el corazón de una ciudad
El
cuerpo de su madre
se
pudre en suelo estival
El
huyó de la ciudad.
Se
dirigió hacia el Sur y cruzó la frontera
abandonó
el caos y el desorden
les
dio la espalda.
¿Estamos
todos?
La
ceremonia va a empezar.
¡Despierta!
No
puedes recordar dónde está.
¿Terminó
el sueño?
La
serpiente color de oro oscuro
vidriosa
y enroscada
nos
daba miedo tocarla.
Las
sábanas eran ardientes prisiones muertas
y ella estaba a mi lado.
Vieja
no era ... joven
su
oscuro cabello rojizo
la
piel blanca y suave.
¡Ahora
corre al espejo del baño
y mira!
Viene
hacia aquí
No
puedo vivir cada siglo de sus lentos movimientos.
Dejo
deslizar mi mejilla
por
las frescas y suaves baldosas
Sentir
el contacto de la sangre fría y viva
Los
suaves silbidos de las serpientes de lluvia...
Antaño
tenía un juego inocente
me
gustaba arrastrarme por el interior de mi cerebro
Creo
que conoces ese juego al que me refiero
Me
refiero a ese juego llamado "volverse loco"
Deberías
aprender a jugarlo
Es
fácil: cierra los ojos, olvida tu nombre
olvídate
del mundo, olvídate de la gente
y construiremos una torre distinta.
Es
un juego inocente y divertido.
Es
fácil: cierra los ojos, uno nunca pierde.
Estoy
aquí, yo también juego.
Relájate,
estamos abriéndonos paso hacia el otro lado.
Retrocedemos
hasta lo más profundo del cerebro
retrocedemos
más allá de mi dolor
donde
no llueve jamás.
Y
la lluvia cae suave sobre la ciudad
y en nuestras cabezas.
Y
en el laberinto de torrentes
Abajo
la presencia silenciosa y sobrenatural
de
los angustiados habitantes de las colinas de los alrededores,
reptiles
en abundancia
fósiles,
cavernas, cumbres heladas.
Casas
hechas en serie
persianas
echadas
coche
salvaje encerrado hasta el alba.
Ahora
todo duerme
alfombras
silenciosas, espejos vacíos
polvo
ciego debajo de las camas de parejas legítimas
envueltas
en sábanas.
Y
sus hijas, presumidas
con
ojos de esperma coronando sus pezones.
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¡Espera!
Aquí
ha habido una masacre.
(No te detengas a hablar ni a mirar a tu
alrededor
Tus guantes y tu abanico están en el suelo
Nos marchamos de la ciudad
Huimos
Y quiero que tú me acompañes)
No
tocar la tierra
No
tocar el sol
Sólo
hay una solución
Huir,
huir, huir
Huyamos
Una
casa en la colina
La
luna descansa tranquila
Las
sombras de los árboles
Son
testigos de la brisa salvaje
Ven,
nena, huye conmigo
Huyamos.
Huye
conmigo
Huye
conmigo
Huye
conmigo
Huyamos.
Hace
calor en la mansión en lo alto de la colina
Las
habitaciones son lujosas y confortables
Rojos
son los brazos de los lujuriosos sillones
Y
nada sabrás hasta hallarte en el interior.
El
cadáver del presidente en el coche del chofer
El
motor funciona con cola y alquitrán
Ven,
nena, no vamos muy lejos
Al
Este para conocer al Zar.
Algunos
forajidos vivían junto al lago
La
hija del clérigo está enamorada de la serpiente
Que
vive un poco junto a la carretera
¡Despierta
niña! Estamos llegando a casa.
Sol,
sol, sol
Arde,
arde, arde
Luna,
luna, luna
Te
alcanzaré
¡Pronto!
¡Pronto!
¡Pronto!
Soy
el Rey Lagarto
Todo
lo puedo.
Hemos
bajado
Por
ríos y autopistas
Hemos
bajado
por
bosques y cascadas
Hemos
bajado
desde
Carson y Springfield
Hemos
bajado
Desde
la encandilada Phoenix
y
puedo decirte
Los
nombres del Reino
Puedo
decirte
Cuanto
ya sabes
Escuchando
un puñado de silencio
Trepando
por valles en sombras.
Durante
siete años viví
En
el disoluto palacio del exilio
Y
jugué a extraños juegos
Con
las chicas de la isla.
Ahora
he regresado
Al
país del justo, del fuerte y del sabio.
Hermanos
y hermanos del pálido bosque
Oh,
hijos de la noche
¿Quién
de entre vosotros se unirá a la caza?
Ahí
está ya la Noche con su purpúrea legión.
Regresad
a vuestras tiendas y a vuestros sueños.
Mañana
entraremos en la ciudad donde nací.
Quiero
estar preparado.
|
James Douglas Morrison (1943-1971)
(Traducción: Ana María Moix)
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