Cuando en 1955 los Staple Singers, músicos de gospel, grabaron una versión de un canto espiritual negro que se había transmitido de generación en generación, "This maybe the last time", no podían ni siquiera imaginar el conflicto que se originaría más de 40 años después, colocándose sin querer en el origen de todo.
En 1965 The Rolling Stones grabaron su disco "Out of our heads" y el primer single que se editó de ese disco fué "The last time" que era una adaptación del tema de los Staples Singers, con otro ritmo y otra letra pero con el mismo estribillo.
Un año después el productor de Jagger y sus chicos grabó un album de versiones sinfónicas de los Rolling que se llamó "The Rolling Stones Songbooks" y que contenía la correspondiente versión sinfónica de "The last time".
Los Staples, por supuesto, no vieron ni un dólar y para los Rolling y su productor supuso un paso más en un camino plagado de dinero y de música.
En septiembre de 1997 sale a la luz el disco "Urban Hymns" de The Verve que contiene la canción que suena en la entrada de hoy. Supuso un gran éxito y despierta la avaricia del manager de los Rolling, Allen Klein y, con posterioridad del productor Andrew Oldman que tenía los derechos de la canción.
A pesar de que "The Verve" había pedido permiso a Decca Records para hacer una versión de "The last time" de la Andrew Oldman Orchestra, utilizando la misma música pero con una letra totalmente original y escrita por Richard Ashcroft, con distintos arreglos y con hasta 50 pistas nuevas de instrumentación, Andrew Olman demandó a The Verve por utilizar más de las cinco notas que habían acordado.
Tras luchar durante un tiempo contra el imperio de sus Satánicas Majestades y viendo que tenían todas las de perder decidieron ceder todos los derechos de la canción a Mick Jagger y Keith Richards.
En los títulos de crédito de la canción aparece Ashcroft como letrista y todo lo demás se lo reparten Jagger, Richards y Oldman.
En 1999 la canción fué candidata al Grammy a la mejor canción de rock y, si hubiera resultado ganadora, cosa que afortunadamente no se produjo, el premio hubiera sido recogido por Jagger y Richards ( conociendo los antecedentes, ¿alguien duda de que hubieran asistido a la ceremonia y hubiesen recogido "su" premio?).
Así es como una versión de una canción de los Rolling ¡que no era suya!, sino una versión de un tema tradicional de la cultura negra, se convirtió, en palabras de Richard Ashcroft, en "la mejor canción que Jagger y Richards han escrito en los últimos veinte años".
La letra de The Verve dice algo así como que "la vida es una sinfonía agridulce para los esclavos del dinero", lo que no deja de ser un tanto premonitorio de lo que ocurriría con su canción.
¡Salud, que disfrutéis la sinfonía de esta agridulce vida y no dejéis que el dinero os convierta en sus esclavos!
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