En 1968, en la ciudad británica de Birmingham, nacía el grupo considerado por muchos como creador del heavy metal, pues así calificó su música un crítico musical después de escuchar su primer disco, llamado como el grupo.
Originariamente formado por Tony Iommi (guitarra), Ozzy Osbourne (voz), Geezer Butler (bajo) y Bill Ward (batería), tuvieron varias denominaciones antes de adoptar como nombre definitivo el título en inglés de una antigua película italiana protagonizada por Boris Karloff que se proyectaba en un cine que había frente al local de ensayo de la banda, y que era Black Sabbath.
A lo largo de sus casi 50 años de trayectoria han sufrido diversos cambios en su formación con entradas y salidas de algunos de sus miembros.
A lo largo de sus casi 50 años de trayectoria han sufrido diversos cambios en su formación con entradas y salidas de algunos de sus miembros.
Aunque originariamente eran una banda de blues rock, fueron evolucionando hasta centrar sus letras en el ocultismo y en el terror, con pinceladas satánicas que, junto con algunos hechos protagonizados por Ozzy (decapitaciones de palomas y murciélagos incluidas), contribuyeron a acrecentar su leyenda.
El tema que suena hoy en el blog, posiblemente sea su tema más exitoso y forma parte del segundo disco de la banda , llamado igual que la canción y publicado en 1970.
Desde enero de 2016 han protagonizado una gira como despedida definitiva de los escenarios, que culminó el pasado 4 de febrero de 2017 en su ciudad de origen.
El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define paranoia como "perturbación mental fijada en una idea o en un orden de ideas". No sé si se les puede llamar paranoicos a ellos o a sus seguidores, pero estoy seguro de que no podremos ser tildados como tales por disfrutar de este temazo que nos llena de energía para afrontar lo que cada uno tenga por delante.
¡Salud y a disfrutar de la música!
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