La canción que suena hoy pertenece al disco de 1984 de Joaquín Sabina llamado Ruleta rusa. La buenísima versión que hizo en el disco grabado en directo, en 1986, llamado Joaquín Sabina y Viceversa, era presentada con estas palabras: "Vamos a contaros la edificante historia del ibérico Don Juan sorprendido en el momento de convertirse en Juana La Loca".
Compuesta por Joaquín y Javier Krahe, nos cuenta la historia de un intachable padre de familia que un buen día se lía la manta a la cabeza y sale del armario y proclama, a todo el que quiera escuchar, su condición sexual, en unos tiempos un "poco más difíciles" que los actuales.
Con esta obra maestra cerramos el mes de julio, y con él, nuestras canciones con nombre de chica, aunque en realidad nuestro protagonista de hoy sea un abuelo; me explico:
En su biografía llamada Sabina en carne viva, el cantautor de Úbeda nos desvela que la canción está inspirada en su abuelo paterno Ramón:
"Mi abuelo Ramón era un viejecito con el pelo blanco cuya mujer, que se llamaba Rosa, murió muy joven. Mi abuelo vivió muchos años, hasta los ochenta y tantos (...). Él nunca conoció otra mujer, era un tipo intachable, querídisimo y respetadísimo en el pueblo. Era carpintero y todo el mundo le llamaba Tío Ramón (...)
Era un carpintero. Un carpintero que se ponía una camiseta de esas blancas de tirantes que llevan ahora los metrosexuales pero que en ésa época solo las llevaban los pobres, y se sentaba a la puerta de casa a leer a García Lorca en años en los que García Lorca era un rojo maricón. ¿Me explico? (...)
Con ochenta y un años sostuvo mi madre que pilló a mi abuelo mariconeando con un viejecito que se llamaba Pesetilla, enjuto como era, y formó un escándalo que te cagas. (...)
Mi padre siempre fingió que no se había enterado. Esa fue su actitud general ante la vida. Mi padre no se enteró de Franco ni de los muertos ni de las detenciones, no se enteró de nada. Tampoco se enteró de mí. Era un buen hombre. En fin".
Esta historia pone de manifiesto lo mucho que se ha avanzado en este terreno pero, al mismo tiempo, nos hace reflexionar sobre cómo debemos estar alerta para que no viajemos al pasado y volvamos a esos oscuros, y no tan remotos, tiempos.
¡Salud y disfrutad vuestra vida como os apetezca!