Como el que lleva al mar a rastras en los ojos, el que camina hacia delante, acariciando espaldas, o el que besa parpados para soñar mas tranquilo, te llevo en mi como en un accidente, hecho llanura, como una caricia que termina en poemas mientras tu duermes, como tiene el perdón grabado en el pecho el más culpable.
Te lo voy a decir de otra manera, cuando te miro veo: pájaros, seres inimaginables, ojos que traspasan, padres embullendo a sus hijos, relojes desaciendose en el segundo que condese un instante, peces devorando tigres, muchachas mirando por la ventana, un beso en la mejilla de una enamorada arrodillada, mujeres desnudas de piel azul, la guerra imaginada y deshecha en un lienzo, en resumen defines mis intenciones con la poesía, quiero conjugar contigo todo los verbos que acaben en arte.
La canción que suena hoy en el blog es una prueba más de que la música está presente en todos los aspectos de la vida. Puede contarnos los momentos más felices y agradables pero también puede surgir de los episodios más oscuros y tenebrosos de la existencia humana.
Cuando Axl Rose y Erin Everly (hija de Don Everly de los Everly Brothers) eran unos adolescentes se enamoraron perdidamente el uno del otro, posiblemente como sólo puedes enamorarte la primera vez siendo demasiado joven.
Ella era una sencilla e inteligente chica que quería ser modelo y él era un camorrista y pendenciero adolescente que venía de una familia donde el amor y el respeto brillaban por su ausencia y los golpes y la violencia eran el pan de cada día.
Axl quería formar una banda de rock, su familia no apoyaba esa idea y tras una de las numerosas palizas que le propinaba su padrastro se escapó de casa, se marchó a Los Ángeles y dejó atrás a su gran amor, Erin, que quedó sumida en la más absoluta tristeza.
Cuando en 1987 se publicó Appetite for destruction, el álbum debut de Guns N'Roses, Axl volvió a su pueblo y retomó la relación con Erin, pero se había vuelto aún más vulgar y violento que antes y su relación estuvo marcada por constantes broncas y palizas entre ambos.
Aunque llegaron a casarse, con petición de mano con una pistola apuntando a la sien de Erin incluida, finalmente separarían sus caminos definitivamente.
Tras una de sus numerosas broncas, y a modo de pedida de perdón, Axl compuso Sweet child o'mine, basada en un poema que llevaba un tiempo escribiendo para ella.
Dicen que Slash estaba improvisando, junto al resto de la banda, en una sesión de ensayo y comenzó a tocar el famoso riff del principio. Se fueron uniendo los demás miembros del grupo y después Axl con la letra que estaba escribiendo y en cinco minutos tenían compuesto el que sería el único single de los californianos en llegar a nº 1 en Estados Unidos.
Espero que disfrutéis del temazo de hoy y que nunca padezcáis una relación tan tóxica como la que le dio origen.
En general, creo que sólo debemos leer libros que nos muerdan y nos arañen.
Si el libro que estamos leyendo no nos despierta como un puñetazo en el cráneo, ¿para qué molestarnos en leerlo? ¿Para que nos haga felices, como dices? Cielo santo, ¡seríamos igualmente felices si no tuviéramos ningún libro!
Los libros que nos hacen felices podríamos escribirlos nosotros mismos si no nos quedara otro remedio.
Lo que necesitamos son libros que nos golpeen como una desgracia dolorosa, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, libros que nos hagan sentirnos desterrados a las junglas más remotas, lejos de toda presencia humana, algo semejante al suicidio.
Un libro debe ser el hacha que quiebre el mar helado dentro de nosotros. Eso es lo que creo.
Franz Kafka (Praga, 1883-Austria, 1924)
Quien no lee, a los 70 años habrá vivido una sola vida, ¡la propia! Quien lee habrá vivido 5000 años: Estaba cuando Caín mató a Abel, cuando Renzo se casó con Lucía, cuando Leopardi admiraba el infinito... Porque la lectura es la inmortalidad hacia atrás.
Después de eso -proseguí- compara nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación con una experiencia como ésta. Represéntate hombres en una morada subterránea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta en toda su extensión, a la luz. En ella están desde niños con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar sólo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza. Más arriba y más lejos se halla la luz de un fuego que brilla detrás de ellos; y entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto, junto al cual imagínate un tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima del biombo, los muñecos.
– Me lo imagino.
– Imagínate ahora que, del otro lado del tabique, pasan sombras que llevan toda clase de utensilios y figurillas de hombres y otros animales, hechos en piedra y madera y de diversas clases; y entre los que pasan unos hablan y otros callan.
– Extraña comparación haces, y extraños son esos prisioneros.
– Pero como nosotros. Pues en primer lugar, ¿crees que han visto de sí mismos, o unos de los otros, otra cosa que las sombras proyectadas por el fuego en la parte de la caverna que tienen frente a sí?
– Claro que no, si toda su vida están forzados a no mover las cabezas.
– ¿Y no sucede lo mismo con los objetos que llevan los que pasan del otro lado del tabique?
– Indudablemente.
– Pues entonces, si dialogaran entre sí, ¿no te parece que entenderían estar nombrando a los objetos que pasan y que ellos ven?
– Necesariamente.
– Y si la prisión contara con un eco desde la pared que tienen frente a sí, y alguno de los que pasan del otro lado del tabique hablara, ¿no piensas que creerían que lo que oyen proviene de la sombra que pasa delante de ellos?
– ¡Por Zeus que sí!
– ¿Y que los prisioneros no tendrán por real otra cosa que las sombras de los objetos artificiales transportados?
¿qué es para vuestra sangre que canta sin fronteras? La necesaria muerte os nombra cada día, no importa en qué ciudades, campos o carreteras. De este país, del otro, del grande, del pequeño, del que apenas si al mapa da un color desvaído, con las mismas raíces que tiene un mismo sueño, sencillamente anónimos y hablando habéis venido. No conocéis siquiera ni el color de los muros que vuestro infranqueable compromiso amuralla. La tierra que os entierra la defendéis seguros, a tiros con la muerte vestida de batalla. Quedad, que así lo quieren los árboles, los llanos, las mínimas partículas de la luz que reanima un solo sentimiento que el mar sacude: ¡Hermanos! Madrid con vuestro nombre se agranda y se ilumina.
Como el cuerpo de un hombre derrotado en la nieve, con ese mismo invierno que hiela las canciones cuando la tarde cae en la radio de un coche, como los telegramas, como la voz herida que cruza los teléfonos nocturnos, igual que un faro cruza por la melancolía de las barcas en tierra, como las dudas y las certidumbres, como mi silueta en la ventana, así duele una noche, con ese mismo invierno de cuando tú me faltas, con esa misma nieve que me ha dejado en blanco, pues todo se me olvida si tengo que aprender a recordarte.
La canción que suena hoy forma parte del noveno disco de estudio de la banda de Carlos Goñi, Revólver, y fue publicado en 2011 con el nombre de "Argán".
Se grabó en Marrakesh, contó con la colaboración de músicos locales y supone un ejercicio de fusión y de mestizaje. A las habituales guitarras de Revólver une las bases de la música marroquí y árabe y cuenta con numerosos instrumentos de la cultura del Magreb (mandolute, violín. karakeb, tar...).
Es un disco de rock arropado con los ritmos y la cultura magrebí que consigue un puñado de fantásticos temas que nos hacen disfrutar, a través de la música, de la mezcla y el mestizaje de culturas, de razas y de formas de entender la vida. Fuera del ámbito de la música, otros mundos y otras culturas y las personas que los representan, a menudo son vistas, desgraciadamente, como invasores que no vienen a aportar y enriquecer sino a robar y a acabar con lo nuestro. Ojalá que el espíritu de la música se traslade a otros ámbitos y se entienda que la mezcla siempre es enriquecedora.
El argán es una planta que crece exclusivamente en una zona de Marruecos que fue declarada por la UNESCO en 1998 como Reserva de la Biosfera. Puede alcanzar los 10 metros de altura y vive en torno a 200 años. El aceite que se extrae de sus semillas es, además de comestible, muy utilizada en cosmética debido a su propiedades hidratantes y enriquecedoras de la piel y el cabello.
En el Argán de Revólver su aceite enriquece el rock de Carlos Goñi y nos hidrata el alma llenándola de vitaminas y de ansías de vivir y de sentir la música y la cultura de otros sitios y de otras personas.
A todos los ilusos, a los que le hablan al viento. A los locos por amor, a los visionarios, a aquellos que darían su vida por alcanzar un sueño. A los parias, los rechazados, a los excluidos. A los locos reales o supuestos. A los hombres de corazón, a aquellos que se empeñan en creer en el sentimiento puro. A todos aquellos que aún se conmueven. Un homenaje a los grandes impulsos, a las ideas y los sueños. A quién nunca se rinde, que puede ser burlado y juzgado. A los poetas de diario. A los "Vincibili" por tanto, y también a los derrotados que están dispuestos a levantarse y a luchar de nuevo. A los héroes olvidados y a los vagabundos. A quién después de haber luchado y perdido por sus ideales, aún se siente invencible. A quién no tiene miedo de decir lo que piensa. A quién ha dado la vuelta al mundo y a quien un día lo hará. A quién no quiere distinguir entre realidad y ficción. A todos los caballeros andantes.