martes, 31 de diciembre de 2019

Drive - REM




I
No me contéis más cuentos

Ya se han contado todos.
Todos se han dicho y se han escrito.
Y todos se han ovillado y archivado.
Los ha contado el viejo patriarca,
los han cantado el coro y la nodriza,
los ha dicho un idiota, lleno de estrépito y de furia,
se han grabado en la ventana y en la rueda
y se han guardado en cajas fuertes las matrices.

Hay réplicas exactas de todas las tragedias,
discos fonográficos de todas las salmodias,
y placas fotográficas de todos los naufragios.
Ningún cuento se ha perdido. Estad tranquilos.
Se sabe que el poema es una crónica,
que la crónica es un mito,
la Historia una serpiente que se muerde la fábula

y el poeta doméstico el cronista del Rey y el Arzobispo:
el narrador de cuentos.

Todos se han registrado.
Y todos están vivos todavía. Ahí pasa el pregonero:
“¡Cuentos!… ¡Cuentos!… ¡Cuentos!…”
Es aquel viejo narrador de sombras y de risas
que ahora pregona cuentos.
Pero yo no quiero cuentos…
No me contéis más cuentos.



II
Sé todos los cuentos


Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos…
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos…
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos…
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos…
Y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.
Yo sé muy pocas cosas, es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos…
Y sé todos los cuentos.

León Felipe (1884, Zamora-1968, México)



Pues eso, que no nos cuenten más cuentos que nos adormezcan y disfracen la realidad; soñemos, imaginemos el mundo que queramos, un mundo más justo y mejor y luchemos por conseguirlo. Tengamos sueños y luchemos para que se cumplan pero tenemos que estar despiertos, lloremos y riamos libres, sin cuentos, que no nos cuenten más cuentos.
¡Feliz año nuevo para un mundo nuevo!

sábado, 28 de diciembre de 2019

The joker - Steve Miller Band




Inmiscusión terrupta

"Como no le melga nada que la contradigan, la señora Fifa se acerca a la Tota y ahí nomás le flamenca la cara de un rotundo mofo. Pero la Tota no es inane y de vuelta le arremulga tal acario en pleno tripolio que se lo ladea hasta el copo.

-¡Asquerosa! –brama la señora Fifa, tratando de sonsonarse el ayelmado tripolio que ademenos es de satén rosa. Revoleando una mazoca más bien prolapsa, contracarga a la crimea y consigue marivolarle un suño a la Tota que se desporrona en diagonía y por un momento horadra el raire con sus abroncojantes bocinomias. Por segunda vez se le arrumba un mofo sin merma a flamencarle las mecochas, pero nadie le ha desmunido el encuadre a la Tota sin tener que alanchufarse su contragofia, y así pasa que la señora Fifa contrae una plica de miercolamas a media resma y cuatro peticuras de ésas que no te dan tiempo al vocifugio, y en eso están arremulgándose de ida y de vuelta cuando se ve precivenir al doctor Feta que se inmoluye inclótumo entre las gladiofantas.

-¡Payahás, payahás! –crona el elegantiorum, sujetirando de las desmecrenzas empebufantes. No ha terminado de halar cuando ya le están manocrujiendo el fano, las colotas, el rijo enjuto y las nalcunias, mofo que arriba y suño al medio y dos miercolanas que para qué.

-¿Te das cuenta? –sinterruge la señora Fifa.

-¡El muy cornaputo! –vociflama la Tota.

Y ahí nomás se recompalmean y fraternulian como si no se hubieran estado polichantando más de cuatro cafotos en plena tetamancia; son así las tofifas y las fitotas, mejor es no terruptarlas porque te desmunen el persiglotio y se quedan tan plopas."


Julio Cortázar (Último round)


jueves, 26 de diciembre de 2019

What light - Wilco




«Es una vieja leyenda que, en nochebuena, a medianoche, todos los animales se arrodillan y hablan rezando al recién nacido Jesús. En el invierno del 69, mi padre estaba fuera trabajando y mi madre... no sé donde estaba. El caso es que estaba solo en casa en nochebuena y me quedé levantado para ver si mi perro Budy hablaba. Y lo hizo. No recuerdo sus palabras exactas, pero eso no importa. Lo que importa es que un niño de 7 años experimentó su propia epifanía. ¿Mi opinión? Bueno, que la navidad se revela a cada uno de forma personal, sea secular o sagrada, sea lo que sea, y representa mucho para mucha gente, todos poseemos un poco de ella. Es como el saco de Papa Noel; dentro hay un regalo para cada uno ¿Mi deseo para vosotros esta noche? Que hable vuestro perro. 
Buenas noches, Cicely, Feliz Navidad.»

Chris Stevens (Chris de la mañana en la K-OSO - Cicely, Alaska) 

Buen invierno para todos y cada uno de vosotros.


martes, 24 de diciembre de 2019

It's a Long Way to the Top (If You Wanna Rock 'n' Roll) - AC DC






Otra vez Nochebuena. En mi casa coincide con el cumpleaños de la pequeña Claudia y se mezclan los preparativos de uno de los acontecimientos más importantes del año con la cena familiar típica de estas fechas y sus prisas y compras de última hora.

Acontecimientos familiares al margen, en el blog en lugar de sonar un villancico sonará un temazo de los australianos universales que hace tiempo no nos visitan.

Esta canción formó parte del disco "High Voltage" de abril de 1976 y que supuso el primer lanzamiento de AC DC a nivel internacional.

Antes se habían lanzado, solamente en Australia, uno con el mismo nombre y otro disco llamado "TNT". 

"High Voltage", en versión internacional, contiene una combinación de sus dos discos australianos y en el caso del tema que escuchamos, es el que abre el álbum, por tanto podríamos afirmar que es el origen de la leyenda universal de estos australianos con raices escocesas.

Nos cuentan las dificultades y obstáculos que deben superar para conseguir llegar a la cima del rock and roll (concretamente se refieren a la lucha que deben mantener con aquellos que se cruzan en su camino y que intentan estafarlos o aprovecharse de ellos y de su música).

Incluye un coro de gaitas escocesas como tributo a sus raices y como curiosidad cabe destacar que no han vuelto a interpretarla en directo desde la muerte de Bon Scott.

En definitiva, es un canto a una filosofía de vida y que se puede aplicar a cualquier aspecto de nuestro mundo. Para triunfar y llegar a la cima, el camino no es fácil y hay que superar muchas dificultades e inconvenientes que harán que la satisfacción de lograr nuestro objetivo sea aún mayor.

Por tanto, en estas fechas tan propicias para desear felicidad y buenos deseos, eso es lo que quiero que consigáis, vuestra cima, la que ansiéis cada uno de vosotros,que no tiene que ser la más alta, sino la que os haga más dichosos y orgullosos de vuestra trayectoria.

El cantautor argentino León Gieco en su más conocida canción, entre otras peticiones, le pedía a Dios que lo injusto no le fuera indiferente . Eso es lo que le pido, no a Dios, sino al destino y a la vida para mí y para vosotros, que en ese camino largo y tortuoso hacia vuestro objetivo vital, no se nos olviden nuestras raices, de dónde venimos y, por supuesto, que no tengamos que pisotear a nadie para conseguirlo, que no vayamos dejando un rastro de injusticia e insolidaridad en la búsqueda de nuestra particular cima y que seamos siempre sensibles a los abusos y atropellos que se cometan en nuestra presencia, especialmente a los más débiles y desfavorecidos.

Subid el volumen al máximo, que disfrutéis de este himno y que combatáis la injusticia, siempre.

¡Salud y Feliz Navidad!

sábado, 21 de diciembre de 2019

Rock and roll - Led Zeppelin




HEAVY ROCK

El rock de mi barrio era tranquilo y pesado como un autobús
aplastando a una señora:
la sangre se esparcía por la pista y un mural de Diego Rivera
se levantaba igual a un manifiesto escrito en el centro de Tenochtitlán
por los lánguidos muchachos que habían sido ametrallados
vibrando en rojo antes de que oyeran la última grabación de rock
entonada con dulzura por Jim Morrison
amante de los colores cósmicos
llovidos en el patio de su casa al oeste de Arkham
igual a ellos hermoso y muerto
con su blue jean apretado
sobre sus sentimientos
y pusimos otra vez el disco solo para oír lo que ya no existía
recordando a los mexicanos
a las calaveras y al general Zapata
dos minutos antes de huir porque la policía nos tendió una cerca
en la primera marcha violenta a la que acudió mi muchacha
echando molotovs como la pileta de la Plaza de Armas
llorando bajo el diluvio universal de gases lacrimógenos.


Al rock de mi barrio llegamos con el pelo corto
nada sabíamos
de marxismo
pero quisimos inmediatamente a ese testarudo pensador alemán

por el gran parecido que guardaba con John Lennon
en las láminas de espejos que venían con el LP Blanco
es cierto que sin lentes
también que Marx nunca vivió en Liverpool
pero nos dimos cuenta que sus Tesis sobre Fuerbach
las escribió oyendo Revolution Number Nine
tiempo de recesión
la muerte da vueltas en los discos de rock
y un gesto de timidez nos hacía llorar por Jimmy Hendrix
por los que se pasaron totalmente de vueltas
por los estadios
donde la gente acudía a oír la música del stone Brian Jones
antes de que entonara su último blues al borde de una piscina
llevando los libros de Henry Miller en los bolsillos
mezclados con la barra de chocolate con los cigarrillos sueltos
sin saber si esa noche dormiríamos con una muchacha
o el mozo de los bares cercanos a la Plaza San Francisco nos llevaría
llorando
al lugar donde nos esperaban los taxis de regreso a casa
ebrios sin sentido ni dinero y odiábamos a nuestros padres
porque nos obligaban a cortarnos el pelo
sabiendo que Hendrix había muerto
que ellos habían muerto
que hasta Janis Joplin había muerto.
Siempre recordaremos a la loca Janis.


Balas y Cadenas
sobre el corazón y cómo nos gustaba su cabello teñido por Van Gogh
en Arles
pintor por el cual gastó su primer sueldo mi muchacha
al adquirir un libro donde este guardaba la oreja que se cercenó
por el amor a una puta
vestida toda de violeta en un traje de organdí
muy similar al que usaba Janis el día que se lo quitó en público
mientras un fantástico rock se le subía por las piernas
y el arco iris crecía con el ácido
y muchos chicos con sus parejas
se encerraron en burbujas para oírla mejor
para hacer el amor
hasta que el sol los ahogó de un sordo latigazo.


No volvimos nunca a las aulas
nos encerraron en celdas llenas de chinches y sabandijas
nos arrancaron los jeans
amenazaron con hacer de nosotros hombres y mujeres razonables
que amasen a su patria y pudiesen morir sin gemidos por su bandera
y una lenta canción nos devolvió el recuerdo de nuestros discos
desvaneciéndose en los armarios
heridos por el sol
y el insoportable ruido de nuestros sueños.

                Enrique Sánchez Hernani (Lima, 1953)


miércoles, 18 de diciembre de 2019

Let it loose - The Rolling Stones





LOS ESPEJOS COMUNICANTES

¿Con quién se comunican los espejos
comunicantes?

¿Con qué interlocutor inconcebible?
¿Con qué figura cautiva en el azogue?

De lo que hablan no sabemos nada
de lo que piensan lo ignoramos todo

A veces
cuando me veo reflejado
en un espejo de medio cuerpo
tengo miedo de que me succione
de la cintura para arriba


Mi otra mitad
de la cintura para abajo
saldría huyendo
como un grotesco enano

Anoche
vi que alguien del otro lado
del espejo había escrito:

“El día llegará”

Entonces oí la voz
del cristal que me decía:

Y las imágenes almacenadas
adentro de los espejos
serán vaciadas en la realidad:
sujetos lavándose los dientes
mujeres maquillándose y peinándose
señoras ajustándose el corset
caballeros arreglándose la corbata
jóvenes afeitándose
quinceañeras probándose
el primer sostén
gente mirándose desnuda

Y agregó con tono solemne:

Todos los reflejos de personas
y animales emergerán de los espejos
e invadirán aldeas y ciudades

Será el día de la confusión universal
el día en que nadie podrá distinguir
entre los objetos y sus iconos
entre los seres vivos y su imagen
entre los nombres y las cosas

Y después será el fin del mundo

Así habló el espejo comunicante
y estalló en mil pedazos


Óscar Hahn (Chile, 1938)

domingo, 15 de diciembre de 2019

Cry baby - Janis Joplin




Llorar a lágrima viva...


Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

Oliverio Girondo
(Buenos Aires, 1891-1967)
 


miércoles, 11 de diciembre de 2019

Mony Mony - Billy Idol




El tema que suena hoy, podíamos decir que lleva en lista de espera desde mediados de 2014 (mucho peor que la sanidad española, aunque en este caso el tiempo de demora no importa). Por esa época comenzamos un entretenimiento en el blog consistente en poner una serie de canciones que, de una u otra forma, estuvieran inspiradas por el dinero y sus nocivos efectos para casi todo y todos, a excepción del que lo posee, y a veces ni siquiera ese puede verse libre de sus perniciosas consecuencias.

Bueno, centrándome en la canción, lo cierto es que fué descartada porque no estaba claro que tuviera relación con la pasta y fué pospuesta para mejor ocasión.

En 1968, el grupo "Tommy James and The Shondells" publicó el tema que nos ocupa y supuso un gran éxito para una banda que, por otra parte, en aquellos momentos pasaban por su máxima gloria musical.

En 1981, Billy Idol versionó la canción en su disco de debut y pasó sin pena ni gloria. Posteriormente, en 1987, lanzó una nueva versión grabada en directo y esta vez logró una gran repercusión logrando que sonara en fiestas y guateques así como en numerosas películas, especialmente en los años 80.

Es conocida mundialmente, integrando el grupo de  canciones que todo el mundo conoce pero casi nadie podría citar el autor o intérprete de la misma.

Tommy y sus Shondellas buscaban una canción alegre y fiestera, tenían la música y la mayor parte de la letra, sin embargo no lograban encontrar un título contundente que, al mismo tiempo, formara parte del estribillo.

Cansado de darle vueltas al asunto Tommy salió a fumarse un cigarrillo al balcón de su apartamento en Nueva York y desde allí vió un letrero luminoso del Mutual Of New York (banco o compañía de seguros que es casi lo mismo o al menos su objetivo lo es) y le inspiró, por fin, el nombre que andaba buscando, MONY.

Y así es como podríamos decir que esta canción, en cierta medida, fué inspirada por el dinero y podía haber sido incluida en el blog en el tema monetario. De todas forma, nunca es tarde para escuchar y disfrutar este auténtico temazo y ahí queda.

Suena la versión de Billy Idol que es quien me la presentó (aquí podéis escuchar la versión original) y, en cualquier caso, me gustaría que fuera considerada como un requerimiento a todos los bancos de este país para que devuelvan lo robado y nos devuelvan a todos los españoles el dinero que les dimos para sanear sus cuentas (¡manda huevos y tiene cojones!).

¡Salud! que disfrutéis de la música y que algún día nos devuelvan nuestro dinero.


sábado, 7 de diciembre de 2019

Somebody's crying- Chris Isaak




Defensa de la derrota

"Se apoyará, primero, los brazos estirados, las palmas de las manos contra la pared. Respirará hondo y acompasadamente varias veces, hasta que el frío de la pared le llegue. Cerrará los ojos, no mucho tiempo. Sentirá entonces, penetrándole, un reposo húmedo. Será la tristeza. Algo tibio. Íntimo, casi fraterno. Decididamente poético. Eso. Poético. Se sentará entonces, sin mirar a nadie. Le punzarán algunas miradas furtivas. De reojo. No deberá hablar casi. Ni insultar. Deberá callar largamente. Sentirá entonces, creciéndole, un orgullo callado, quieto. Será la dignidad. Lo tomará del hombro, llenado con blandura el silencio que acompaña a los fracasos. No deberá llorar. Nunca. Tal vez apretar fuertemente la mandibula. Un instante. Se pondrá de pie. Sentirá entonces, en el pecho, detrás de los albios, un escozor denso y aguachento. Será el romanticismo, que envuelve en una gasa tenue todas las derrotas.
Tomará entonces su frágil fama, su trémulo orgullo antes impecable, se vestirá con ellos cuidadosamente, casi con cariño, y se marchará. No habrá las historias resonantes de las victoria. Estará solo. Y tendrá que caminar lento, pero no muy lento. Una mano en el bolsillo y un gesto vacío en la cara. Apenas una palidez quebradiza en la cara en la piel cubierta paternalmente por la solapa levantada. No habrá ni un solo amigo. Ni uno. O tal vez uno que respetará el momento, el silencio, la tristeza, que dejará caer casi con temor, o con respeto, una palmada leve sobre el hombro, como temiendo romper algo, como temiendo que se le desprenda al vencido ese fino revoque de la melancolía, de la nostalgia.


El vencido sacudirá una vez la cabeza, o dos en agradecimiento, sin hablar, porque una palabra, un gesto amartillado en falso, puede precipitar el llanto. Y el vencido digno no se permitirá llorar ante terceros. Se marchará solo. Se preparará en su casa un café fuerte, negro, espeso y caliente. Se tomará la cara con las manos, para apretarse aun más sobre los párpados esa poesía inútil de las derrotas. Para fijarse sobre los pómulos todo el romanticismo suave e impalpable de las derrotas. Se podrá permitir ahora sí, un gesto nervioso, un puñetazo corto y duro al aire dulzón de la cocina o bien sobre la mesa. Se podrá permitir, ahora sí, llorar con un llanto comprimido, convulsivo, desesperado y hondo contra el marco de la puerta del comedor. Deberá luego lavarse la cara, secarse los ojos con una toalla. Mirarse al espejo preguntándose si tenía realmente necesidad de llorar.

Y se sentará en el sillón de mimbre.

Tomará su café.

No se sentirá tan mal, después de todo".

Roberto Fontanarrosa (Rosario, 1944-2007)


miércoles, 4 de diciembre de 2019

Why worry? - Dire Straits



¿Qué nos pasa?

Falta tiempo para escribir sonetos,
para hacer el amor,
para esperar en una misma esquina.
Falta razón para otro brindis,
para una mano más,
para una lágrima escondida.
Falta espacio para un abrazo tibio,
para el silencio de la música,
o el misterio burlón de la alegría.
Falta el verde en las calles,
el rojo en los vestidos,
el blanco en las heridas.
Falta emoción en las palabras,
escrúpulos en el espejo,
calor en las nostalgias compartidas.
Falta la luz en los amaneceres,
los surcos en la tierra,
el lápiz y el pincel de los suicidas.
Falta pan, falta envido, falta vida.


Esteban Charpentier (Buenos Aires, 1958)