Corría el año 1969 cuando en la emisora Europawelle Saar de la antigua RFA (República Federal Alemana) sonaba esta canción que formaba parte de un concurso musical. El oyente que acertara el título de la canción y el grupo que la interpretaba, recibiría como premio ese mismo disco. Como en aquellos años no existía internet ni, obviamente el correo electrónico, la participación en el concurso se realizaba mediante el envío de una tarjeta postal.
Günter Zettl era un joven de 18 años que residía en el pequeño pueblo de Waren an der Müritz, perteneciente a la extinta RDA (República Democrática Alemana). Como todos los jóvenes de la época, y de todas las épocas, Günter buscaba continuamente música que llevarse al oído y al alma, y a pesar de estar prohibido sintonizar emisoras occidentales, lo cierto es que era un oyente asiduo de la mencionada emisora de radio que realizaba semanalmente su concurso musical.
El día que nos ocupa, Günter reconoció inmediatamente la melodía de su, casualmente, grupo favorito y decidió participar en el concurso para lo cual envió una tarjeta con su respuesta y sus datos personales. Siguió escuchando habitualmente la emisora y cómo no recibió ninguna noticia se olvidó del asunto y siguió con su vida.
Con el tiempo estudió, empezó a pensar por sí mismo y se dió cuenta de la realidad y, tras varios años de intentarlo, en 1983 le dejaron salir de la RDA y se instaló en la Alemania Occidental.
Por fín en 1989, la historia se llevó por delante el "muro de la verguenza", y los acontecimientos por todos conocidos, acabaron con la división alemana. Las cosas poco a poco, fueron cambiando y hace unos tres años, el amigo Günter decidió solicitar los archivos que la STASI (policía secreta de la Alemania Oriental) guardaba sobre él y se encontró, entre otras cosas, con la tarjeta postal del concurso que había sido confiscada y que, por tanto, nunca había llegado a su destino.
Aunque en un principio pensó guardarla como recuerdo, al final se decidió a enviarla nuevamente a la emisora y, en Septiembre de 2013, 45 años después, la Europawelle Saar decidió premiar la tarjeta de Günter y le hizo llegar el "Painter Man" del grupo británico "The Creation", que el locutor del programa de la época conservaba en su colección musical.
The Creation, por cierto, contaba entre sus integrantes con Ron Wood, que tras varias experiencias musicales (The Faces, entre ellas) acabaría formando parte de los míticos Rolling Stones.
Curiosa historia, que escuché el otro día en RNE, que llamó mi atención y que pone de manifiesto que la música es capaz de evitar muros y barreras de todo tipo, uniendo a todas las personas, sean de donde sean y vengan de donde vengan, venciendo incluso al tiempo. El muro de Berlín cayó, pero aún quedan otros muchos muros que habrá que echar abajo y no todos son de ladrillo y, tal vez precisamente por eso, van a ser más difíciles de derribar, pero con tiempo y con la voluntad del hombre, más pronto que tarde, caerán sin remedio.