"Eso no va a poder ser, no podrás llevarte a tu hermana Tensi, porque en esta
nueva España, tus muertos ya no te pertenecen, no podrás encargar una misa ni
habrá responsos por tus muertos; rezarás, pero sin que nadie sepa por quien
rezas, y llorarás, pero a escondidas, en tu casa, sin que nadie te vea. Lo
único que no podrán quitarte es su recuerdo, y el dolor de su ausencia"
...
...
"Mi tía Pepita, que también es mi madre, siempre decía que el dolor de las
guerras debe acabarse cuando acaban las guerras, pero eso no fue así.
La nueva España de Franco se llenó de silencio y de luto, y también de
espera. Mi tía Pepita aprendió a vivir en la espera. Jaime Salas (Paulino
González) fue condenado a treinta años y un día, se salvó de la pena de muerte,
nunca pudieron demostrar que era el Chaqueta Negra. Quizás fue la suerte o
quizás, por primera vez, las plegarias de mi tía fueron escuchadas.
Ella le prometió que le esperaría el
tiempo que fuera necesario, y 19 años le estuvo esperando. Sólo le permitieron
verse una vez al año y una carta cada quince días. Cuando mi tío Jaime salió de
la cárcel, lo primero que hicieron fue casarse, y esa misma noche cogieron el
tren nocturno dirección Córdoba. Mi tía cumplía otro deseo largamente
postergado, volver a su casita de Córdoba. Ella tenía 39 años y el novio,
apenas la había besado tres veces.
Yo decidí quedarme en
Madrid, para seguir llevando flores a la tumba de mi madre, y para cumplir una
promesa que me hice a mí misma, encontrar el cadáver de mi padre y enterrarlos
juntos, para que juntos estuviesen en la eternidad de los enamorados.
Cada vez que veo las
fotos de mi madre y mi tía, que también es mi madre, sonrientes y felices antes
de la guerra, es cuando más lloro de dolor y rabia, porque aquella maldita
guerra y todo lo que vino después, nunca debió haber sucedido"
La voz dormida (Benito Zambrano, 2011) basada en la novela del mismo
título de Dulce Chacón (Zafra, 1954-Brunete,2003)
"El miedo se acaba, pero el recuerdo no"
Pepita Patiño (Córdoba, 1924)
Recientemente he tenido ocasión de ver nuevamente el film de Benito Zambrano y me gustaría darle las gracias por su fantástica y sobrecogedora película, que plasma en imágenes, con bastante acierto para mi gusto, la emocionante novela de nuestra paisana Dulce Chacón. En este día internacional de la mujer, me gustaría dedicar este himno de Bob Marley a la memoria de Dulce, a Pepita Patiño, a todas las mujeres, y muy especialmente a toda una generación de Hortensias y Pepitas, que dieron su vida por la libertad. Unas lo hicieron literalmente, murieron en defensa de sus ideas, de la democracia, de la república. Otras no murieron pero consumieron su vida en la espera, hablando en voz baja, tragándose su miedo, llorando sus muertos en silencio, invisibles en su luto eterno y luchando para sacar adelante a su familia, a su pais; un pais que sólo les había dado sufrimiento, dolor y miseria. Ellas le devolvieron trabajo, dignidad, seguir adelante, su perdón.... , en definitiva, esperanza.
"Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cuál de las dos cosas será la menos sensata"
Gabriel García Márquez
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