¡Qué bueno que viniste!
Pero Janis, ¿cómo has estado tanto tiempo, sin aparecer por aquí? Ya se te echaba de menos, me tenías en ascuas y un poco preocupado por no haberte invitado antes a visitar mi humilde blog.
Te pido mis más sinceras disculpas por el tremendo olvido y espero que puedas perdonar mi involuntario error.
Sólo deseo que te encuentres tan a gusto, como todos nosotros al escuchar tu voz y sentirnos impregnados por tu espíritu rebelde; siempre serás la dueña de un trocito de nuestro corazón.
¡Bienvenida a casa Janis!
«Es difícil ser libre, pero cuando funciona, ¡vale la pena!»
Janis Lyn Joplin