Esta noche, y todas las noches y todos los días de nuestra vida, deberemos pelear por conseguir que los sentimientos sean más importantes que el dinero, que el llamado "espiritu navideño" se extienda a todo el calendario, que el único valor que cotice en bolsa sea la solidaridad y que, en definitiva, el mundo sea más justo, más humano.
Para todos los que comparten este sentimiento y este anhelo, ¡FELIZ NAVIDAD!
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