Colillas de Ducados, o de Celtas, algún Bisonte, encontrarme el camión que riega las
calles al salir de tu casa a las 6 de la mañana en dirección a la mía,
apuntes de EOI y de IESI, los taponazos en el
Alemán, comprar el pan en las cuatro esquinas, la sesión doble del
Capitol, la máquina de discos del Amador, las cañas en la calle de los
bares, las copas en la Plaza Mayor, aquella cinta de Coup de Soup, la
Machacona, el Semanal de El Pais, aquellas madrugadas viendo Metrópolis
en blanco y negro, arroz pasado, no acabo de darle el punto a las
lentejas, concierto gratis de Pulgarcito y Joaquín Sabina, quedan 200 pesetas en el fondo, Burning en la
plaza de toros, barras de bar vertederos de amor; ¡que bien suena el
último!, amigos, casi hermanos, Gomaespuma
en la radio, los apuntes tostándose bajo la luz del flexo mientras fumo
un cigarro en el balcón esperando que suba el café en la penúltima
cafetera de la noche, bocadillos de sardinas o de patatas fritas (“El
gallo” por supuesto),manifestaciones antiOTAN, la bellota de la paz,
partidas interminables de tute y subasta, la última en el Rita, el olor
del pan recién hecho al pasar por las Canterías, el cuadrante de
limpieza que no respeta ni Dios, el sueño de los domingos que respeta
todo el mundo salvo algún vecino “chapuzas” (el bricolaje es más
moderno), dinamita pa los pollos en “La Furriona”, los mejores calamares
del mundo en "El Suizo", la Champions se jugaba sólo los miércoles y se llamaba Copa de Europa...
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