Si te encuentro en el cielo, vida mía,
quiero que seas de carne, como ahora.
¿De qué me sirve verte y no tocarte?
¿Para qué quiero un alma voladora?
Yo quiero que el edén tenga rincones
donde poder estar contigo a solas.
Que tenga el paraíso condiciones
donde pecar contigo a todas horas.
Si te encuentro en el cielo cualquier día
y no voy a poder más que mirarte,
de la manzana del árbol prohibido
voy a tener que darte.
Magdalena S. Blesa
No hay comentarios:
Publicar un comentario