domingo, 30 de junio de 2024

Over the rainbow - Chet Baker




En la noche de San Juan

A la caída de la tarde te preparas una copa, pones la música que te gusta, la que te recuerda los momentos más felices, y si desde el fondo de la memoria llegan las lágrimas, te dices, no pasa nada, ya verás, todo irá bien, todo va a ser como antes. Suena Chet Baker, canta Ray Charles. La pena es azul. Eso es el blues. Puede que alguna lágrima baje a diluirse con la ginebra que te moja los labios, una fusión que te lleva a lejanos besos con sabor a vainilla. Pese a todo no hay por qué estar triste. Ha llegado el verano y cuando vuelvas al mar nada habrá cambiado, ese mar sabe tu nombre, ya verás, todo va a ser como antes y aunque ya no puedas bañarte en las aguas azules, otros lo harán por ti y desde cubierta podrás contemplar con el mismo placer sus cuerpos explosivos saltando desde la borda. Si esta noche de San Juan te tumbas en la playa debes saber que la arena que sirve de lecho a tu cuerpo contiene en cada grano el universo entero; cierra los ojos si quieres ver por dentro todo el cielo estrellado. Cuando oigas muy cerca risas orgiásticas alrededor de una hoguera piensa que esa alegría, que nadie sabe de dónde viene, es realmente el trébol de cuatro hojas que ibas buscando desde niño. La brisa cargada de sal llegará de muy lejos, resbalará sobre tu piel gastada por el tiempo para traerte el recuerdo de todos los que se fueron. La noche de San Juan es la más breve del año. Pronto verás que la línea del horizonte se inflama, que el mar toma una tonalidad de plata para volverse lentamente del color de un vino homérico. Enseguida con la majestad consabida saldrá el sol. No te equivoques. Ese es el sol que sale para todo el mundo. Se trata de una bomba de hidrógeno. El tuyo, ese sol que está hecho a tu medida, es el mismo del de Pitágoras cuya luz te hará ver la armonía de todas las cosas, pero solo saldrá si lo mereces y lo llamas para llevarlo siempre en el cerebro bajo el sombrero de paja. Suena Chet Baker. Ya verás, todo irá bien, todo será como antes.

Manuel Vicent (El País, 24-06-2024)


jueves, 27 de junio de 2024

Centro di gravitá permanente - Franco Battiato




Centro de gravedad permanente

Una vieja de Madrid con un sombrero,
un paraguas de papel de arroz y caña de bambú.
Capitanes valerosos, listos contrabandistas noctámbulos.
Jesuitas en acción vestidos como unos bonzos 
en antiguas cortes con emperadores
de la dinastía Ming.
Busco un centro de gravedad permanente
que no varíe lo que ahora pienso
de las cosas, de la gente.
Yo necesito un centro de gravedad permanente
que no varíe lo que ahora pienso
de las cosas, de la gente.
Yo necesito un 
over and over again.

En las calles era Mayo y caminábamos
juntos cortando entre bromas manojos de ortigas.
No soporto ciertas modas
la falsa música rock, la new wave española,
el free jazz, punkie inglés ni la monserga africana.
Yo necesito un centro de gravedad permanente
que no varíe lo que ahora pienso
de las cosas, de la gente.
Yo necesito un 
over and over again.

Franco Battiato

domingo, 23 de junio de 2024

Cherokee - Europe




Un indio muy sabio hablaba con su nieto bajo las estrellas sobre las cosas importantes de la vida. Aquel sería un día importante, ya que aprendería una lección que nunca jamás olvidaría.

– Toda persona libra una lucha constante en su interior: una terrible pelea entre dos lobos. 

– ¿Dos lobos? – preguntó el niño con genuina curiosidad.

– Dos. Uno es el mal. Es el miedo, la ira, la envidia, el resentimiento, el orgullo, la codicia, el ego, la mezquindad, la arrogancia, la autocompasión y la culpa. Pero el otro lobo es bueno. ¡Es alegría, paz, amor, esperanza, bondad, generosidad, verdad y esperanza! – dijo el viejo indio.

– Y… ¿qué lobo gana, abuelo? – Le pregunté el muchacho con los ojos llenos de emoción.

– Siempre ganará el lobo que tú decidas alimentar…

Leyenda cherokee

jueves, 20 de junio de 2024

No more lonely nights - Paul McCartney




El pasado día 18, cumplió 82 tacos el bajista zurdo y componente esencial de los míticos Beatles y, por ello, el blog hoy rinde homenaje a Sir Paul McCartney.

Antes de que termine el año ofrecerá un par de conciertos en nuestro país y, a buen seguro, se saldarán con sendos llenos, de  admiradores de Paul, de los escarabajos y de su música.

En el año 1984, junto a su banda de siempre, The Wings, el exbeatle se embarcó en una aventura cinematográfica de resultado agridulce. Produjo, escribió y protagonizó "Recuerdos de Broad Street", un musical que cuenta la historia de unas supuestas grabaciones originales de McCartney que fueron robadas por un empleado de la compañía discográfica, de turbio pasado. El reparto cuenta con la presencia, entre otros, de Ringo Starr y Linda McCartney.

La película fue un rotundo fracaso de crítica y público aunque lo que suena recibió dos nominaciones a mejor canción original (Globos de Oro y BAFTA). La banda sonora, del mismo título del film, fue compuesta por Paul y, en realidad, salvo dos o tres temas nuevos entre los que se incluye la banda sonora de hoy del blog, son clásicos regrabados de The Beatles y The Wings, como "Here", "Yesterday"y "Eleanor Rigby", entre otros.

El tema, meloso y, tal vez, demasiado azucarado, nos cuenta la sensación de soledad ante la ausencia de la persona amada y pienso, sinceramente, que si hiciésemos una lista de las 100 mejores canciones de McCartney, probablemente no aparecería entre las 90 primeras posiciones.

La razón por la que asoma hoy al blog, además del mencionado homenaje al Beatle zurdo, es otra, y es una razón de peso. La guitarra que suena y el solo que cierra la canción, está interpretado por (poneos en pie, por favor) David Gilmour.

El amigo Paul siempre ha sabido rodearse de los mejores y ello ha contribuido, amén de su innegable talento, a su éxito prolongado en el tiempo durante los últimos 60 años.

¡Larga vida a Sir Paul, a Sir David, a su música y a tod@s l@s que disfrutan de ella!

domingo, 16 de junio de 2024

Me sobran las palabras - Verea




No entres dócilmente en esa buena noche

No entres dócilmente en esa buena noche,
que al final del día debería la vejez arder y delirar;
enfurécete, enfurécete ante la muerte de la luz.


Aunque los sabios entienden al final que la oscuridad es lo correcto,
como a su verbo ningún rayo ha confiado vigor,
no entran dócilmente en esa buena noche.


Llorando los hombres buenos, al llegar la última ola
por el brillo con que sus frágiles obras 

pudieron haber danzado en una verde bahía,
se enfurecen, se enfurecen ante la muerte de la luz.


Y los locos, que al sol cogieron al vuelo en sus cantares,
y advierten, demasiado tarde, la ofensa que le hacían,
no entran dócilmente en esa buena noche.


Y los hombres graves, que cerca de la muerte con la vista que se apaga
ven que esos ojos ciegos pudieron brillar como meteoros y ser alegres,
se enfurecen, se enfurecen ante la muerte de la luz.


Y tú, padre mío, allá en tu cima triste,
maldíceme o bendíceme con tus fieras lágrimas, lo ruego.
No entres dócilmente en esa buena noche.
Enfurécete, enfurécete ante la muerte de la luz

 

Dylan Thomas (Reino Unido, 1914- EEUU, 1953)



miércoles, 12 de junio de 2024

In bloom - Nirvana




HIMNOS

Mis alumnos
escriben Nirvana en los bancos 
cantan Rape me como si fuera un himno
cantan como si Kurt Cobain viviera.
Tienen la edad que yo tenía
cuando salió Nevermind
o cuando Kurt se pegó un tiro.
Cantan como si fueran los noventa.
Pienso, entonces,
en lo que dicen los cínicos,
que todo cambia, pero es mentira
que el cambio sea el avance;
a veces,
es sólo volver atrás.
Me niego a creer
que ellos no sienten
la misma rabia que yo sentía
cuando el mundo se caía a pedazos.
Llevamos en nosotros
una década de duelo
y otra de resistencia.
El cuerpo aprende a caerse y levantarse
para volver a caminar.
Un ritmo sin sentido
sosteniéndonos en el mundo,
como un susurro de ira
que se vuelve clamor.
¿De qué color es el futuro?
¿Cuánto hay que escribir
para hacer de este mundo
algo más parecido a nuestros sueños?
¿Les cuento, a mis alumnos, cómo termina la historia? 
En la decepción,
en la ruptura de la Red,
en las casas que van cayéndose con las familias adentro.
¿Me acerco a ellos
y les digo que Kurt no se mató?, que lo mataron

como a Lennon o a Gandhi, pero que no importa, porque la rebeldía,
es una cinta que se repite hasta el hartazgo;

que no queda nada
si no se deja el cuerpo.
Les digo que la Historia
hace con nosotros lo mismo
que con los monumentos:
los derrumba,
pero también los inventa.
No, no todo está volviendo.
Lo que vuelve,
es distinto.
Cada acto es dos veces:
una tragedia y una farsa
y, ahora, en este campo minado,
también toca elegir
de qué color serán las pintadas
que usemos como bandera,
cuán alto tienen que mirar
para ser águilas,
cuáles son las letras que velan el olvido, 
cuál es la manera en el que día nace y muere, 
y siempre hay oscuridad
y siempre hay luz.
Les digo que lean, que escriban, que sean, aunque nos aplasten,
los sueños crecen al infinito.
Les digo que sigan cantando,
cada vez más fuerte
porque sólo así sabremos
hasta dónde llega el silencio,
y hasta dónde llega nuestra Voz.

Carolina Giollo (Argentina, 1982)

sábado, 8 de junio de 2024

In the shadows - The Rasmus





Sombras

No hay nada como la sombra.
Pero hay tantas sombras en nuestras vidas.
Sombras de árboles frutales, olorosos.
La sombra de mi madre bajo un árbol en verano.
Bajo esa primera sombra
me mira con ternura pensando qué será de mi vida.
¿Y ella cuánto vivirá? se pregunta
mientras me mece bajo una higuera después del almuerzo.

Pero fueron sombras siniestras
que la cubrieron en su duro trabajo de sirvienta.
Sombras que la atormentaron todos los días de su vida.
¿Si pudiera sentarse a soñar bajo la sombra de un sauce
cerca de un río a las tres de la tarde
cuando sus patrones duermen la siesta?

Y las sombras del amor ¿Qué son
esas calcinantes sombras eróticas que cubren otro
cuerpo desnudo?
Por la vida andaremos como mendigos con alguna
sombra oscura del amor,
o con el ángel negro caminando a nuestro lado
que carga la sombra luminosa del desamor.

¿Y la dolorosa ausencia del corazón amado arrebatado por
las sombras de la muerte?
¿Y la sombra de todo lo vivido
o lo que no pudimos
o no nos dejaron vivir?
¿Y la sombra del encarcelado
por soñar diferente?
¿Y las sombras de las aguas del mar que hunden a los que
no quieren vivir en una isla
para siempre?

El tiempo implacable
caerá sobre nuestro cuerpo esté donde esté,
como una estrella
extinguiendo su luz en la profundidad del océano.

Hay sombras que regresan a ese primer árbol frutal.
O esa sombra implacable que volará sonámbula
sobre el lecho de la muerte.

¡Oh todas las sombras de mi vida!

Javier Campos (Santiago de Chile, 1947)

martes, 4 de junio de 2024

I drove all night - Roy Orbison




Mal de ausencia

Desde que tú te fuiste, no sabes qué despacio
pasa el tiempo en Madrid. He visto una película
que ha terminado apenas hace un siglo. No sabes
qué lento corre el mundo sin ti, novia lejana.

Mis amigos me dicen que vuelva a ser el mismo,
que pudre el corazón tanta melancolía,
que tu ausencia no vale tanta ansiedad inútil,
que parezco un ejemplo de subliteratura.

Pero tú te has llevado mi paz en tu maleta,
los hilos del teléfono, la calle en la que vivo.
Tú has mandado a mi casa tropas ecologistas
a saquear mi alma contaminada y triste.

Y, para colmo, sigo soñando con gigantes
y contigo, desnuda, besándoles las manos.
Con dioses a caballo que destruyen Europa
y cautiva te guardan hasta que yo esté muerto.

Luis Alberto de Cuenca