“The hustler”, en España estrenada como “El buscavidas”, es una película de 1961 dirigida por Robert Rossen y protagonizada por Paul Newman.
Eddie Felson es un jugador de billar, joven y arrogante, que se gana la vida timando a jugadores de billar en garitos de mala muerte. Unas cuantas copas de whisky, unas cuantas partidas perdidas a propósito hasta que el incauto apuesta a lo grande y entonces Eddie le despluma.
Se fija como objetivo ganar al “Gordo de Minnesota”, un legendario campeón de billar, para ser considerado como el mejor. Este objetivo se acaba convirtiendo en una obsesión, y Eddie “el rápido” Felson, es capaz de renunciar a todo lo bueno que hay en su vida (amor incluido) con tal de hacer realidad su sueño.
En 1986, Martin Scorsesse en “El color del dinero”, recupera la vida de Eddie y nos lo presenta como un vendedor de whisky que no ha vuelto a coger un taco desde que derrotara al gordo, hace 25 años.
Un buen día conoce a Vincent Lauria (Tom Cruise), un joven jugador de billar, y Eddie se ve reflejado en ese joven arrogante, prepotente y con una maestría asombrosa con el taco. Le propone participar en un importante campeonato que se celebra en Atlanta y durante el trayecto de dedican a timar a cuanto jugador se pone en su camino por todas las salas de billar que se encuentran en la carretera.
Ese camino, además de un viaje a Atlanta, se convierte en una transformación para cada uno de ellos. El joven Vincent que hasta ahora sólo había jugado por el placer de demostrarse a sí mismo y a los demás que es el mejor, comienza a aprender los trucos que le enseña Eddie y empieza a interesarse por el dinero.
Eddie, por el contrario, pasará de tener como único objetivo el dinero, a querer demostrarse a sí mismo que es capaz de derrotar a ese chico y volver a ser lo que un día fué, el mejor jugador de billar del mundo.
La canción que suena en la entrada de hoy, está presente en la película de Scorsesse, en una escena en la que Vincent, dejándose llevar por su deseo de demostrar a todos que es el mejor, se dedica a dar una exhibición de sus dotes para el billar. De esta forma casi echa por tierra los planes de Eddie de hacerlo pasar por un ingenuo para timar a unos cuantos jugadores.
En el film suena de fondo y apenas unos momentos, aquí podremos disfrutarla en su totalidad mientras reflexionamos si lo importante es el dinero, el éxito o la satisfacción personal de alcanzar nuestros sueños aunque esta satisfacción no nos reporte ni dinero ni éxito.
¡Salud y que alcancéis vuestras metas!
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