lunes, 26 de enero de 2015

Get back - The Beatles




Hace poco, leí una historia que me parece interesante traer al blog, en un día como hoy.

En 1821, durante la guerra de la independencia de Grecia, en la que luchaban contra el imperio otomano, se produjo un hecho que me parece que guarda algunos paralelismos con la situación actual de la República Helénica.

Los turcos estaban acorralados por los griegos y se refugiaron en la Acrópolis, donde comenzaron a resistir las acometidas del ejército heleno. La munición comenzó a escasear entre las tropas turcas y alguien, haciendo alarde de conocimientos históricos y de muy pocos escrúpulos, hizo saber que los antiguos griegos hacían sus construcciones utilizando plomo fundido en la argamasa usada para los cimientos. Ante este hecho, proponía que se derribaran las columnas de la Acrópolis para extraer el plomo y fabricar munición para resistir el asedio.

Los griegos, cuando conocieron esta noticia, se echaron a temblar ante la posibilidad de perder una de las joyas de su pasado histórico y emblema de su pais. Entonces tomaron una decisión que puede parecer absurda pero que pone de manifiesto el amor que sentían por su patrimonio y por el legado de siglos de cultura clásica.

Decidieron dar munición a los turcos para que dejaran en pie el monumento, sin importarles ser abatidos por las balas turcas, consiguiendo conservar así el legado de sus antepasados.

Gran sacrificio el del pueblo griego, pero no mayor que el que llevan realizando durante estos últimos años, en el que se han puesto en manos de gobernantes que, a costa de la educación, de la sanidad y de la vida de las personas, han masacrado al pueblo entregando el poder a los bancos, a Europa y a los mercados (¿os suena de algo?)

El pueblo que inventó la democracia (democracia = gobierno del pueblo), harto de sacrificios y ante el riesgo de perder su patrimonio (se ha hablado incluso de vender algunos de sus monumentos), con una deuda inasumible, ha decidido devolver el poder al pueblo y le han entregado la munición de sus votos a un grupo de partidos políticos y asociaciones sociales que bajo el nombre de Syriza, ha ganado las elecciones celebradas ayer. Esperemos que ese poder sea utilizado en la dirección correcta, cumplan su palabra y hagan honor a la ilusión y esperanza que se han generado y consigan que se empiece a construir la Europa de las personas y no la Europa de los mercados y del dinero, que es la Europa que nos quieren vender.

Ojala que ese viento de esperanza y de cambio llegue a todos los paises europeos y podamos recuperar los derechos y las libertades que, en nombre de la crisis, nos han robado todos estos salvapatrias, capitalistas, cínicos hijos de puta.


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