domingo, 9 de noviembre de 2014

Wind of change - Scorpions



En 1969, en Hannover, tenía lugar el nacimiento de una banda que, con el tiempo, se convertiría en la más importante banda de rock de Alemania y una de las más grandes de la historia de la música. Aunque en un principio se hicieron llamar "Nameless", a finales de ese mismo año adoptaron su denominación definitiva: "Scorpions".

Con innumerables discos grabados y una cantidad casi infinita de actuaciones en directo (es donde realmente se encuentan a gusto y su directo es espectacular), su música ha pasado por distintas etapas, aunque siempre haciendo buen heavy rock, en la década de los ochenta y principios de los noventa se especializaron en las baladas. Tambien llamadas "power ballads", han constituido la base principal de su fama y disponen de un buen puñado de canciones que serán, como ellos, eternas. Destacan las míticas "Still loving you" y "Rock You Like a Hurricane".

En 1990 graban "Crazy world", album que contiene nuestra canción de hoy. El tema está inspirado en los cambios que estan ocurriendo en el mundo en esos años, entre ellos la caida del Muro de Berlín.


"el viento hará sonar
la campana de la libertad
ya no hay tiempo que perder
hay que girar hacia la paz
canta con tu balalaika ya
lo que mi guitarra quiere gritar

llevame a la magia del momento
de la gloria
donde los sueños de los niños cambiarán
a la humanidad"


Esto es lo que cantaban en la versión en español que grabaron ellos mismos. Tambien hicieron una versión en ruso, pues en la antigua URSS tuvieron un éxito arrollador hasta el punto de que fueron invitados por Mijail Gorbachov a visitar el Kremlim. No son pocos los grupos y artistas que han grabado sus propias versiones de este tema, entre ellos los cordobeses "Medina Azahara" grabaron con la orquesta sinfónica de Córdoba en 2003 la versión en español titulada "Vientos de cambio" para su disco "Aixa".

La canción está llena de ilusión por los cambios que se estaban produciendo y de esperanza en que se hagan realidad los sueños de los niños, los nuevos ciudadanos que llegaban, para alcanzar un nuevo mundo, distinto del conocido hasta ese momento.

Hoy se celebran 25 años de la caida del muro de la verguenza, un muro que supuso una tremenda cicatriz en la faz de Berlín y del mundo y que puso de manifiesto la cara más oscura de la vieja Europa y la nueva América, donde los "triunfadores" de la guerra, rapiñaban a la "vencida" Alemania, y que se convirtió en un símbolo de lo que dió en llamarse "guerra fría".

Un  muro que separaba dos mundos, pero que también separaba familias, amores, personas. Un muro que separaba dos sistemas, uno que fué arrastrado por los trozos de hormigón en su caida, certificando su fracaso y otro que resultó ganador momentáneo, pero que, a la vista de la situación actual, está, definitivamente, herido de muerte.

Los vientos de cambio que tumbaron el viejo sistema socialista, con sus prebostes y dictadores trasnochados y caducos, abatirán a los nuevos dictadores del sistema capitalista que son los mercados y sus servidores, que serán barridos por las gentes de este lugar llamado mundo; un mundo en el que por fin primarán las personas, por encima de las fronteras y el dinero.


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