sábado, 30 de octubre de 2010

Canción del elegido - Silvio Rodríguez




Poco a poco se marcha el mes de Octubre y con él se lleva  una persona a la que podríamos definir, básicamente, como  un hombre bueno.

Se trata de un hombre que creía en lo que hacía y hacía lo que creía, un sindicalista de los pies a la cabeza.

Esta palabra en los últimos tiempos, tiene connotaciones bastante negativas, pero hubo un tiempo en que los sindicalistas luchaban por los trabajadores y eran hombres íntegros, honestos y que sólo tenían un lema: antes que sindicalista soy trabajador y por tanto el empresario, además de jefe, es el rival y va a intentar siempre sacar el máximo beneficio a costa de mí y de mis compañeros, y cuando intente sobrepasar los límites, ahí estaré yo para pararle los pies.

Se nos va el último representante de una estirpe de luchadores por los derechos de los trabajadores y con él se acaba en España un periodo que debería ser ejemplo para los actuales sindicatos que, honestamente creo, han perdido el norte y han olvidado cúal debe ser su principal y único objetivo.

Si en el mundo existieran muchas personas como Marcelino, la revolución pendiente estaría más cerca.

Los trabajadores seguimos siendo el pariente pobre de la democracia.
Marcelino Camacho (Soria, 1918-Madrid, 2010)
Un abrazo para toda su familia y muy especialmente a Josefina, su compañera del alma
¡¡HASTA SIEMPRE, COMPAÑERO!!

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