sábado, 13 de diciembre de 2025

El poder del arte - Robe

 


Sería difícil añadir algo que no se haya dicho ya a la reciente muerte del poeta y músico extremeño Roberto Iniesta Ojeda, conocido por todos como Robe el de Extremoduro.

Muchos adjetivos podrían aplicarse al bueno de Robe, fluyen, como ríos en primavera, por las redes sociales, en forma de homenajes sentidos, por sus amigos, compañeros y seguidores; pero si tuviera que definir a Robe con pocas palabras diría que era un tío auténtico y que convertía en poesía lo cotidiano de la vida.

Tal vez la música (puede que todo lo que rodea al negocio) lo llevara por caminos poco recomendables pero esa misma música (si quitamos todo lo que rodea al negocio y nos quedamos con la parte artística y creativa) lo salvó y lo alejó de esos caminos escabrosos.

Sin duda, su música es de las que te golpean dentro y te sanan el alma. Creo que es lo que buscaba Robe cuando componía una canción. Creo que consiguió su objetivo y pasar a la eternidad con su música y, especialmente, con sus letras.

Es difícil escoger una de sus canciones como obituario, pero la que suena hoy en el blog, por muchas razones, alguna de ellas muy personal, es una de mis favoritas y, además, creo que resume fielmente su paso por este mundo y lo que nos deja su música..."el poder del arte bien nos pudiera salvar de una vida inerte, de una vida triste, de una mala muerte...".

Vuela alto hombre pájaro, hasta siempre Robe, hasta siempre, siempre, siempre...


martes, 9 de diciembre de 2025

Wave of mutilation - Pixies




A la mañana siguiente Cesare Pavese no pidió el desayuno

Solo bajó del tren,
atravesó solo la ciudad desierta,
solo entró en el hotel vacío,
abrió su solitaria habitación
y escuchó con asombro el silencio.
Dicen que descolgó el teléfono
para llamar a alguien,
pero es falso, completamente falso.
No había nadie a quien llamar,
nadie vivía en la ciudad, nadie en el mundo.
Bebió el vaso, las pequeñas pastillas,
y esperó la llegada del sueño.
Con cierto miedo a su valor
-por vez primera había afirmado su existencia-
tal vez curioso, con cansado gesto,
sintió el peso de sus párpados caer.
Horas después -una extraña sonrisa dibujaba sus labios-
se anunció a sí mismo, tercamente,
la única certidumbre que al fin había adquirido:
jamás volvería a dormir solo en un cuarto de hotel.

Juan Luis Panero

viernes, 5 de diciembre de 2025

Heaven - The Walkmen



A eso hueles

Hueles a café recién hecho,
a la calma tibia de los domingos,
a lo que me despierta el alma
cuando el mundo bosteza.

Hueles a sueños cumplidos,
a promesas que no se dijeron,
pero se sienten en la piel
como un destino inevitable.

Hueles a las ganas de vivir
que siempre traigo en los bolsillos,
a los abrazos que aún están pendientes
y los besos que no me animé a dar.

Hueles a lugares,
a letras acabadas de parir,
a momentos, a recuerdos de felicidad.
Hueles a ese nosotros 
que no me canso de imaginar.

Patricia Quiñones


lunes, 1 de diciembre de 2025

Let's dance - David Bowie




BAILE

Mientras no se sepa aún algo seguro,
pues no nos llegan todavía señales,

mientras la Tierra siga siendo diferente
a los planetas hasta ahora cercanos y lejanos,
mientras no se diga ni se escuche nada
sobre otras hierbas honradas por el viento,
sobre otros árboles ceñidos por coronas,
sobre otros animales comprobados como aquí,

mientras no haya un eco, además del nativo,
que sea capaz de entrecortar palabras,

mientras no haya noticia
de peores o mejores mozarts,
platones o edisones,

mientras nuestros crímenes
puedan rivalizar sólo entre sí,
mientras nuestra bondad
siga sin parecerse a nada
y siendo excepcional hasta en su imperfección,

mientras nuestras cabezas llenas de ilusiones
se consideren las únicas cabezas llenas de ilusiones,

mientras sólo desde la bóveda de nuestras bocas
pueda ponerse un grito en el cielo,

sintámonos huéspedes de este refugio,
distinguidos y extraordinarios,
bailemos al son de la banda local
y hagamos como si éste fuera
el baile de los bailes.

No sé si para otros,
para mí esto es del todo suficiente
para ser feliz e infeliz:

un rincón modesto,
en el que las estrellas dan las buenas noches
y hacia el que parpadean
sin ningún significado.

Wislawa Szymborska