Para cerrar el mes de Junio vamos con uno de los llamados one hit wonder, que son esos grupos conocidos por un sólo tema que conforma un exitazo a nivel mundial. En la mayoría de los casos hay mucho trabajo detrás y toda una carrera de esfuerzos y sacrificios para, lamentablemente, ser recordados por una sola canción. El tema que suena hoy en el blog podría ser usado como ejemplo perfecto de ello.
El bueno de Peter Frampton lleva toda su vida trabajando duro, dedicado en cuerpo y alma a triunfar en el mundo de la música. Además, en su juventud, estaba dotado de una melena de rizos rubios y un atractivo físico importante y tuvo que luchar por demostrar que era algo más que una cara bonita y no un producto de las discográficas para consumo de adolescentes enamoradizas.
En sus orígenes, en la escuela, formó un grupo con David Bowie y más tarde conocería a Bill Wyman (miembro de los Rolling Stones) que le cambió su manera de pensar y le orientaría al rock .
Entre 1969 y 1975 formo parte de la banda Humble Pie, con la que grabó hasta cinco discos de estudio antes de lanzarse en solitario con varios álbumes, de gran calidad pero no muy conocidos entre el gran público.
Más tarde, colaboró en varios trabajos de Ringo Starr y en la banda sonora de Grease. Se unió al trio The Bee Gees e incluso llegó a participar en la película Sgt Peppers Lonely Hearts Club Band, y poco a poco fue forjándose una fama de excepcional guitarrista.
Un accidente de tráfico que casi le cuesta la vida le aleja de. música durante un tiempo y a partir de ahí se dedica a tocar en acústico en pequeños clubs y colaboraciones con artistas de la talla de Ringo Starr, Bill Wyman, Grand Funk Railroad y Lynyrd Skynyrd.
El tema que hoy nos ocupa es de 1976 y es más conocida por las distintas versiones que han ido apareciendo por parte de artistas de todos los estilos. Diana Ross en 1983 y Mig Ayesa 8con la colaboración del propio Frampton) en 2006 son las más conocidas. Mención aparte merece la versión reggae que en 1994 grabaron los estadounidenses Big Mountain y que triunfó en todo el mundo.
En resumen, nos encontramos ante un trabajador tenaz e incansable que consiguió el éxito, entendiendo como tal la satisfacción personal de vivir de lo que le gusta, la música, aunque no le reportara dinero y fama que le convirtieran en una estrella del rock.
¡Salud y éxito!