Han pasado 50 años, desde que el reverendo Martin Luther King tuviera un sueño. Toda la vida persiguió ese sueño y, con su ejemplo, animó a mucha gente a que tuvieran y persiguieran sus sueños.
Como de momento no cobran impuestos por soñar (aunque todo se andará) es deseable que tengamos sueños y que luchemos por conseguir que se hagan realidad.
Es importante que tengamos grandes sueños, que afecten a toda la humanidad y que transformarían el mundo, pero es más importante tener sueños pequeños. No pequeños por tamaño, sino porque afectan a poca gente, tal vez a uno mismo, pero esos sueños, que es posible que sean alcanzables más "facilmente", nos permitirán soñar con alcanzar la utopía.
"Sería fantástico
que yo estuviese equivocado
y que el water no estuviese ocupado.
Que hoy hiciese un buen día,
que no nos engañaran en el peso,
y que San Pedro, no cantase ni aunque le pagaran.
Sería fantástico
que no hubiese nada urgente.
No pasar nunca de largo y servir para algo.
Ir por la vida sin cumplidos
llamando a las cosas por su nombre.
Cobrar en especies y sentirse bien tratado
y mearse de la risa y echar a volar
todas las palomas.
Sería todo un detalle,
todo un síntoma de urbanidad,
que no perdieran siempre los mismos
y que heredasen los desheredados.
Sería fantástico
que ganase el mejor
y que la fuerza no fuese la razón.
Que se instalara en mi barrio
el paraíso terrenal,
y que la ciencia fuera neutral.
Sería fantástico
no pasar por el tubo.
Que todo fuera como está mandado y que no mande nadie.
Que llegara el día del sentido común.
Encontrarse como en casa en cualquier sitio.
Poder ir distraído sin correr peligro.
Sería fantástico que todos fuéramos hijos de Dios.
Sería todo un detalle
y todo un gesto, por tu parte,
que coincidiésemos, te dejases convencer
y fueses como yo siempre te imaginé"
JOAN MANUEL SERRAT