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lunes, 11 de diciembre de 2023

Eleanor Rigby - The Beatles




Ítaca

Cuando el búho olvide
abrir los ojos,
cuando el nido deje de ser
del gorrión ,
cuando marzo se haya suicidado
y le siga abril inútilmente,
cuando lleguemos a Ítaca vacíos
y la decepción sea
el nudo de la trenza,
el tiempo será tan sólo
arena
en un finísimo sueño.

Dulce Chacón (Zafra, 1954 - Brunete, 2003)

sábado, 8 de marzo de 2014

No women, no cry - Bob Marley & The Wailers



"Eso no va a poder ser, no podrás llevarte a tu hermana Tensi, porque en esta nueva España, tus muertos ya no te pertenecen, no podrás encargar una misa ni habrá responsos por tus muertos; rezarás, pero sin que nadie sepa por quien rezas, y llorarás, pero a escondidas, en tu casa, sin que nadie te vea. Lo único que no podrán quitarte es su recuerdo, y el dolor de su ausencia"

...

"Mi tía Pepita, que también es mi madre, siempre decía que el dolor de las guerras debe acabarse cuando acaban las guerras, pero eso no fue así.

La nueva España de Franco se llenó de silencio y de luto, y también de espera. Mi tía Pepita aprendió a vivir en la espera. Jaime Salas (Paulino González) fue condenado a treinta años y un día, se salvó de la pena de muerte, nunca pudieron demostrar que era el Chaqueta Negra. Quizás fue la suerte o quizás, por primera vez, las plegarias de mi tía fueron escuchadas.

Ella le prometió que le esperaría el tiempo que fuera necesario, y 19 años le estuvo esperando. Sólo le permitieron verse una vez al año y una carta cada quince días. Cuando mi tío Jaime salió de la cárcel, lo primero que hicieron fue casarse, y esa misma noche cogieron el tren nocturno dirección Córdoba. Mi tía cumplía otro deseo largamente postergado, volver a su casita de Córdoba. Ella tenía 39 años y el novio, apenas la había besado tres veces.

Yo decidí quedarme en Madrid, para seguir llevando flores a la tumba de mi madre, y para cumplir una promesa que me hice a mí misma, encontrar el cadáver de mi padre y enterrarlos juntos, para que juntos estuviesen en la eternidad de los enamorados.

Cada vez que veo las fotos de mi madre y mi tía, que también es mi madre, sonrientes y felices antes de la guerra, es cuando más lloro de dolor y rabia, porque aquella maldita guerra y todo lo que vino después, nunca debió haber sucedido"

La voz dormida (Benito Zambrano, 2011) basada en la novela del mismo título de Dulce Chacón (Zafra, 1954-Brunete,2003)


"El miedo se acaba, pero el recuerdo no"
                                                           Pepita Patiño (Córdoba, 1924)


Recientemente he tenido ocasión de ver nuevamente el film de Benito Zambrano y me gustaría darle las gracias por su fantástica y sobrecogedora película, que plasma en imágenes, con bastante acierto para mi gusto, la emocionante novela de nuestra paisana Dulce Chacón. En este día internacional de la mujer, me gustaría dedicar este himno de Bob Marley a la memoria de Dulce, a Pepita Patiño, a todas las mujeres, y muy especialmente a toda una generación de Hortensias y Pepitas, que dieron su vida por la libertad. Unas lo hicieron literalmente, murieron en defensa de sus ideas, de la democracia, de la república. Otras no murieron pero consumieron su vida en la espera, hablando en voz baja, tragándose su miedo, llorando sus muertos en silencio, invisibles en su luto eterno y luchando para sacar adelante a su familia, a su pais; un pais que sólo les había dado sufrimiento, dolor y miseria. Ellas le devolvieron trabajo, dignidad, seguir adelante, su perdón.... , en definitiva, esperanza.



"Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cuál de las dos cosas será la menos sensata"
                                 Gabriel García Márquez


martes, 10 de septiembre de 2013

Time - Kroke




QUERRÁN PONERLE NOMBRE


    Se encontrarán
     el tiempo y el olvido
     en un ángulo recto,
     en un espacio silencioso y solo
     donde el vértigo se hace
     con la línea que deshace la memoria.
     Llegarán cada uno por su lado,
     el olvido
     con las horas muertas en los brazos
     y el tiempo
     con los recuerdos por morir.
     No habrá lugar allí para ninguno,
     desde el vértice verán
     la extensión blanquísima
     donde desaparecen
     blanquísimos
     los sueños.

     Sin asco lo verán,
     sin sorpresa y sin asco,
     sólo un tenue dolor que se insinúa.                                                                          
     Y querrán ponerle nombre.

                                                                          
                                                                                                           Dulce Chacón (Zafra,1954 - Brunete,2003)