martes, 28 de abril de 2015

Shelter from the storm - Bob Dylan




¿Qué tal si deliramos por un ratito?
¿Qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia para adivinar otro mundo posible?
El aire estará limpio de todo veneno que no provenga de los miedos humanos y de las humanas pasiones.
En las calles los automóviles serán aplastados por los perros.
La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por el ordenador, ni será comprada por el supermercado, ni será tampoco mirada por el televisor.
El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia y será tratado como la plancha o el lavarropas.
Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir no más, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega.
En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar sino los que quieran cumplirlo.

Nadie vivirá para trabajar pero todos trabajaremos para vivir.
Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas.
Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas.
Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas.
La solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie, nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo.
La muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero.
La comida no será una mercancía ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos.
Nadie morirá de hambre porque nadie morirá de indigestión.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura porque no habrá niños de la calle.
Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero porque no habrá niños ricos.
La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla y la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas, condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda.
En Argentina las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.

La Santa Madre Iglesia corregirá algunas erratas de las tablas de Moisés y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo.
La Iglesia también dictará otro mandamiento que se le había olvidado a Dios, "amarás a la Naturaleza de la que formas parte".
Serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma.
Los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados porque ellos se desesperaron de tanto esperar y ellos se perdieron por tanto buscar.
Seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de belleza y voluntad de justicia, hayan nacido cuando hayan nacido y hayan vivido donde hayan vivido, sin que importe ni un poquito las fronteras del mapa ni del tiempo.
Seremos imperfectos porque la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses.
Pero en este mundo, en este mundo chambón y jodido seremos capaces de vivir cada día como si fuera el primero y cada noche como si fuera la última.

                                                              Eduardo Galeano (Montevideo, 1940-2015)


viernes, 24 de abril de 2015

How to save a life - The Fray




© El Roto

Nuestros hijos

Mi hijo muere cada tarde en el mar
mi hijo tiene 18 años, y 26 y 32,
tiene todas las edades en las que hay fuerza, pasión y deseos
Mi hijo sabe que la felicidad no consiste en tener cosas
pero sabe que hay cosas imprescindibles
por eso no pospone su derecho a vivir,
a habitar una casa humana,
a compartir con otros que siempre son sus semejantes
su historia, su tristeza y sus sueños.
 

Mi hijo aprendió a aprender
mi hijo estudió, mi hijo trabajó en todos los oficios
mi hijo se respeta a sí mismo, respeta a su tierra,
ama y es amado.

Mi hijo no nació para morir en el mar
ningún Dios lo castigó
ninguna maldición lo obliga a ser esclavo.

 
A mi hijo lo mata cada tarde una forma de entender el mundo
una manera criminal de gobernar
en la que el ser humano no es lo prioritario
porque el hombre todavía no cotiza en bolsa
porque los expoliados y olvidados no llenan los bolsillos
de los mil veces malditos que condenan a muerte a mi hijo

y luego besan con reverencia la moneda donde invocan a un Dios.

Con esa moneda que invoca a Dios y con otras en que aparecen patrias,
los hombres que matan a mi hijo han comprado todas las perversiones 

y han cometido todas las ignominias.

Mi hijo es negro, es indio, es blanco, es pobre
el mundo es suyo, no lo parí en Marte,
no nació con un destino animal porque nació humano.

Mi hijo, cuando muere cada tarde,
seguirá viniendo a esta costa de Europa y del mundo
con su mirada valiente y abierta.

Mi hijo no se rinde
necesita hacernos comprender que sin él no estamos todos.

Mi hijo cuando muere nos deja empequeñecidos
y él no quiere que su muerte haga desaparecer de la tierra
las palabras más hermosas y los conceptos que nos dignifican.

Mi hijo no puede seguir muriendo
porque con él está muriendo nuestra civilización.

                           
                                                                              Pilar del Río (periodista)

domingo, 19 de abril de 2015

Stand by - Extremoduro




Posiblemente sea el grupo extremeño más conocido de todos los tiempos. El tema de hoy forma parte del disco de 2002, "Yo, minoría absoluta. El poema que completa el post se incluía en el video oficial de la canción. Espero que la disfrutéis.


IDEARIO

Me da vértigo el punto muerto
y la marcha atrás,
vivir en los atascos,
los frenos automáticos y el olor a gasoil.

Me angustia el cruce de miradas
la doble dirección de las palabras
y el obsceno guiñar de los semáforos.
Me da pena la vida, los cambios de sentido,
las señales de stop y los pasos perdidos.
Me agobian las medianas,
las frases que están hechas,
los que nunca saludan y los malos profetas.
Me fatigan los dioses bajados del Olimpo
a conquistar la Tierra
y los necios de espíritu.
Me entristecen quienes me venden klinex
en los pasos de cebra,
los que enferman de cáncer
y los que sólo son simples marionetas.

Me aplasta la hermosura
de los cuerpos perfectos,
las sirenas que ululan en las noches de fiesta,
los códigos de barras,
el baile de etiquetas.
Me arruinan las prisas y las faltas de estilo,
el paso obligatorio, las tardes de domingo
y hasta la línea recta.
Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran
a sus ideales sobre los de cualquiera.
Me cansa tanto tráfico
y tanto sinsentido,
parado frente al mar mientras que el mundo gira.

                                Francisco M. Ortega Palomares, del libro Cuenta atrás.

martes, 14 de abril de 2015

Cuando suba la marea - Amaral




Fantástico tema del grupo Amaral con una música que contribuye perfectamente a conformar el espíritu de la canción.

Si tuviera que resumir con una palabra lo que me sugiere la letra, diría nostalgia.

Nostalgia de días pasados y de sueños incumplidos o rotos por el tiempo. Sueños que aliñan nuestras vidas mientras esta se encarga de modelar la historia, sin tener en cuenta nuestras pequeñas e insignificantes existencias.

Sin embargo hay otra palabra que me viene a la mente al escuchar esta canción, y es esperanza. Esperanza en el futuro, en que la marea de la historia ponga a cada uno en su sitio y demuestre que no éramos unos locos cuando corríamos en pos de la utopía.

En un día como hoy, me gustaría que esta canción y estas palabras sirvieran como homenaje a todos aquellos que fueron arrastrados por la marea de la historia mientras perseguían ese maravilloso sueño que hoy nos parece una fantástica utopía.

¡Salud y república para todos!


viernes, 10 de abril de 2015

I've got you under my skin - Frank Sinatra



Te recuerdo como eras en el último otoño

Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegada a mis brazos como una enredadera,

las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:

boina gris, voz de pájaro y corazón de casa 
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.

Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.

Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.
              
                                                           Pablo Neruda


lunes, 6 de abril de 2015

Rockin'all over the world - Status Quo



La entrada de hoy es un claro ejemplo de versiones que han superado al original.

El tema fué compuesto por John Fogerty y formó parte del segundo album en solitario de la voz de la Creedence Clearwater Revival, en 1975, convirtiéndose en la canción de más éxito del disco.

Posteriormente en 1977, los británicos Status Quo, la incluyeron en el disco que tomó el nombre de la canción. La dotaron de su peculiar estilo y energía haciendola totalmente suya, convirtiéndose en un auténtico clásico de la banda.

La vuelta de vacaciones se hará un poco más llevadera al ritmo de "Rockin'all over the world" y de Status Quo. Dos nombres que quedarán asociados para siempre en la historia del rock and roll.

miércoles, 1 de abril de 2015

The strangest friend - A jigsaw



“He aquí lo que debes hacer; amarás a la tierra y al sol y los animales; despreciarás las riquezas; darás limosna a todo el que la pida; defenderás a los imbéciles y a los locos; dedicarás a los otros tus ganancias y tu trabajo; odiarás a los tiranos, no disputarás sobre Dios; tendrás paciencia e indulgencia para con las gentes; no rendirás homenaje a cosa alguna conocida o desconocida, ni a ningún hombre o conjunto de hombres; te juntarás libremente con las personas vigorosas e indoctas, y con los jóvenes, y con las madres de familia; leerás estas Hojas al aire libre, en todas las estaciones de todos los años de tu vida; harás un nuevo examen de todo cuanto te hayan dicho en las aulas o en las iglesias o en cualquier libro; desecharás todo aquello que ofenda a tu propia alma, y tu carne misma será un gran poema y poseerás la más abundante soltura no sólo en las palabras, sino también en las líneas silenciosas de tus labios, y de tu rostro, y entre las pestañas de tus ojos, y en todos los movimientos y coyunturas de tu cuerpo

                             
  Prefacio de “Hojas de hierba” de Walt Whitman, 1855